Nueva York cumple a medias con los discapacitados

La presidenta del condado de Manhattan denuncia malas rampas para discapacitados

Giovanny Chalarca (45) vive hace menos de tres años en Nueva York, después de mudarse de Medellín donde tenía muchas limitaciones para moverse en su silla de ruedas mecánica. En la Gran Manzana se aventura entre buses y el metro y se empuja en su silla por grandes distancias. “Pero la situación en Queens es mucho peor que en Manhattan”, dice.

Gale A. Brewer, Presidenta del condado de Manhattan, divulgó el martes un reporte que encontró que menos del 10% de las esquinas de toda la avenida Broadway cumplen con las exigencias de la ‘Ley para estadounidenses con discapacidades’ (ADA) la cual cumple 25 años. Se supervisaron 1,357 locaciones. Hay problemas con la inclinación apropiada de las rampas, que coincidan dos rampas a dos lados del mismo cruce y que tengan las cuadriculas en relieve que indican a los invidentes dónde cruzar la calle, entre otros.

“Debemos pedirle a la ciudad que cumpla con las leyes. En un cuarto de siglo ha tenido mucho tiempo para hacer que las esquinas se ajusten a las leyes federales”, dijo Brewer en la esquina de la calle 13 y Broadway donde hay muestras de las fallas: una rampa que desorienta a los invidentes o la ausencia de rampa donde debería haber.

“Las personas están aisladas, solo saben ciertas partes en las que se pueden mover, dice Susan Dooha, directora del Center for the Independence for the Disabled, New York, (CIDNY).

Según el código administrativo de la ciudad, los dueños de las propiedades son los responsables de la instalación y la reparación de estas esquinas, mientras que el Departamento de Transporte (DOT) es responsable de la supervisión.

“El sistema no funciona”, opinó Brewer al resaltar la enorme cantidad de fallas en la única avenida analizada, tras notar que inclusive cuando los dueños hacen los arreglos, éstos no se adecúan con la ley.

Margi Trapani, comunicadora del CIDNY, alerta que “porque la rampa se hizo sin seguimiento a la ley, un invidente podría ir a la mitad de la calle en vez derecho hacia la rampa al otro lado.

Contrario a Giovanny Chalarca de Quenes, Margie Ruben, residente del West Village, no puede aventurarse más allá de sus rutas conocidas. Pero el problema va más allá de las esquinas. Cuenta que algunas aceras están en tan mal estado que prefiere usar su silla eléctrica por la calle en sentido contrario del tráfico. “Bloomberg hizo un mal trabajo para mantener los andenes”.

Chalarca, usuario de silla hace veinticinco años, confirma que a veces las rampas están muy deterioradas o si llueve algunas se anegan de agua y hace difícil el paso. “Prefiero a veces también ir por la calle con cuidado que arriesgarme a una caída por una acera. Agrega que la situación en Queens es peor. “Por la avenida Roosevelt no se puede ir en silla de ruedas.

De 1,209 rampas supervisadas por el Condado de Manhattan:

  • 10.5% faltaban totalmente
  • 6% llevaban directamente a un hueco
  • 18% estaban bloqueadas por porta-periódicos y otros muebles
  • 88.7% no tenían la zona en relieve para alertar a los usuarios de la rampa
  • 28% eran muy empinadas
  • 59.6% eran desiguales
  • 24% estaban desmoronándose
  • 8% tenían la totalidad de la esquina como una rampa

La inversión de la ciudad

La oficina de la prensa de la Alcaldía dijo que el Departamento de Transporte (DOT) ha instalado rampas en un 97% de las esquinas que lo necesitan en la ciudad y trabajan para cumplir con las normas de la Americans with Disabilities Act (ADA).

La ciudad ha duplicado sus gastos en reparaciones de rampas en esquinas para los próximos cuatro años. De $20 millones a $46 millones cada año.

En el Bajo Manhattan se han planeado arreglos en 400 esquinas.

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