Obama presenta plan de combate al cambio climático
“Plan de Energía Limpia” exige a plantas eléctricas reducir drásticamente emisiones de dióxido de carbono para 2030
Washington.- Tratando de sentar un legado en política ambiental, el presidente Barack Obama anunció este lunes un ambicioso plan que exige a las centrales eléctricas reducir sus emisiones tóxicas, pero ya afronta posibles demandas de empresas y gobiernos estatales.
Poniendo la diana en las plantas eléctricas, Obama explicó durante un acto en la Casa Blanca que el “Plan de Energía Limpia” –que reduciría en un 32% los niveles de emisiones tóxicas de 2005 para el año 2030- ayudará a reducir los costos del servicio eléctrico y crear empleos en el sector de energía renovable.
“Ningún desafío representa una amenaza más grande para nuestro futuro y futuras generaciones que un clima cambiante”, dijo Obama, ovacionado por los invitados en el Salón Este de la Casa Blanca.
Para desacreditar a los críticos y “cínicos” opuestos al plan, Obama enumeró algunos fenómenos asociados con el cambio climático, como tormentas más fuertes, sequías más profundas, temporadas de incendios forestales más prolongadas, e índices de asma que han aumentado más del doble en 30 años.
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Versión definitiva de regulación ambiental
La versión final del plan, que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) empezó a elaborar en 2014, exige para el año 2030 una reducción del 32% en las emisiones de dióxido de carbono que produjeron en 2005 las plantas generadoras de luz eléctrica, que en su conjunto son responsables de alrededor de un tercio de la contaminación por dióxido de carbono en EEUU.
Bajo el plan, que según la EPA costará $8,400 millones y generará beneficios de entre $34,000 millones y $54,000 millones, cada gobierno estatal podrá adaptar sus propias políticas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El gobierno de California, por ejemplo, emitió hace unos meses una medida para reducir en un 40% las emisiones tóxicas registradas en 1990 para el 2030.
De cara a una importante cumbre mundial sobre el cambio climático en Paris en diciembre próximo, Obama quiere que EEUU sirva de modelo a otros países, como China, India y Brasil, en el combate a la contaminación ambiental.
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Un llamado a la acción
Según Obama, el plan ahorrará al estadounidense promedio $85 al año en sus cobros de energía, y para 2030 ayudará a reducir en cerca del 90% las muertes prematuras a causa de las emisiones tóxicas.
La idea es que el país recurra cada vez más a fuentes de energía renovables, incluyendo energía eólica y solar para reducir la generada por el carbon de un 40% a un 27% para 2030.
El cambio climático ha adquirido un mayor peso en la agenda política de Obama en las postrimerías de su presidencia: a finales de mes viajará a Nevada y a la zona del ártico en Alaska para hablar del tema, que también discutirá el mes próximo durante su encuentro en la Casa Blanca con el Papa Francisco.
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La contaminación y los latinos
Se calcula que, a nivel nacional, el 31% de los latinos vive a menos de 30 millas de un planta eléctrica y alrededor de 28 millones viven en áreas con altos niveles de contaminación. Tan grave es el problema que más de 3.6 millones de latinos padecen de asma, incluyendo a uno de cada diez niños.
Suzanne Pacheco, una pediatra en Houston (Texas), cree que el plan beneficiará a la comunidad hispana, que tiende a tener mayores problemas de asma y otras enfermedades respiratorias y cardiovasculares que el resto de la población.
“En mi consultorio lo veo a diario: los papás se quejan de que sus hijos de repente se enferman y los tienen encerrados en sus casas cuando la contaminación está muy alta. En los últimos años he podido constatar que cuando hay mucha contaminación, llegan más niños a verme”, dijo Pacheco en entrevista telefónica.
“Los latinos tienen más ingresos a salas de urgencias y hospitalizaciones (por asma), y desde este punto de vista el plan traerá muchos beneficios. Es importante hacer énfasis en el impacto en la salud pública”, observó.
La mayoría de los líderes demócratas en el Congreso, la Iglesia Católica y grupos y activistas del medio ambiente, como Green Latinos, World Wildlife Fund y Mi Familia Vota, aplaudieron el plan, argumentando que éste beneficiará a la economía y la salud pública.
Oposición y amenaza de demandas
Sin embargo, tal como lo han hecho con otras medidas de Obama, líderes republicanos –y grupos afines- acusan a su Administración de sobrepasarse y perjudicar a la economía.
La industria del carbón, una de las más grandes de la economía y de las más contaminantes, se opone al plan, y grupos como la Coalición Estadounidense para Electricidad con Carbón Limpio (ACCCE, en inglés), sopesan presentar una demanda porque, a su juicio, el plan causará desempleo, el cierre de plantas eléctricas, y un aumento del costo de electricidad.
Varios estados han dejado en claro que lucharán contra el plan en las cortes, y el propio líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, envió una carta a los gobernadores en los 50 estados urgiéndoles que no cumplan con el plan.
Los precandidatos también opinan
El asunto también ha salpicado a la contienda presidencial de 2016, y la mayoría de los precandidatos republicanos ha condenado el plan.
El exgobernador de Florida, Jeb Bush, por ejemplo, ha dicho que la solución al cambio climático no está en usurpar poderes a los gobiernos estatales ni en dañar la economía, pese a la flexibilidad que la Casa Blanca está ofreciendo a los estados.
Mientras, el senador republicano por Texas, Ted Cruz, acusó a Obama de intentar “desestabilizar el sistema energético” de EEUU con un plan que, a su juicio, es “inconstitucional” y debería ser anulado en las cortes, el Congreso o el siguiente gobierno.
Los precandidatos presidenciales demócratas, Hillary Clinton y Martin O´Malley, han salido a favor del plan para promover inversions en el sector de energía limpia.