Se respira “Metsmanía” en Queens
Tras seis temporadas de habitar un parque en el que no se ha registrado una campaña ganadora, los Mets están reescribiendo su historia con capítulos que han resucitado la pasión de la fanaticada
Hay de dudas a dudas, pero la mejor duda es la que se despeja sola.
Eso lo saben muy bien los Mets de Nueva York que esta semana vieron como su toletero Lucas Duda despachó nueve cuadrangulares en sus ocho juegos más recientes, y con eso ha sido fundamental en la manía, la Metsmanía, que se respira en el Citi Field.
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Su desempeño fue impresionante y por eso Grandes Ligas lo reconoció como el Jugador de la Semana, distinción que compartió con su compañero de equipo, el lanzador Noah Syndergaard, de quien hablaremos más adelante porque Duda se cuece aparte.
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En la última semana, el grandulón de pocas palabras conectó siete jonrones y alcanzó 31 bases. Además lideró la Liga Nacional con 10 producidas y siete carreras anotadas. Todo esto fue el combustible que llevó a los Mets a deslumbrar a propios y extraños en los últimos siete días.
La cosa era distinta hace poco más de una semana, cuando las única dudas de las que se hablaba en Flushing eran las que volaban con las alas bien abiertas en torno al equipo que no encontraba la forma de anotar carreras para respaldar a sus finos lanzadores.
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Empeoraba la situación el hecho de que los Asombrosos no habían lucido tan asombrosos en la serie ante los Nacionales que se disputó entonces y en la que ganaron un juego y estropearon otro que dolió porque parecía ganado. Pero mucha agua ha pasado debajo de ese puente desde entonces.
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Estos no son los mismos Mets de hace unos días. Al equipo se sumaron, por entregas, Juan Uribe, Kelly Johnson, Tyler Clippard y el cañonero cubano Yoenis Céspedes. El arribo de estos peloteros mostró a la frustrada afición Metropolitana que el equipo estaba, finalmente, dispuesto a hacer algo para buscar un camino a los playoffs.
Fue así que se pararon en Citi Field, estadio en el que no se ha registrado ninguna campaña ganadora desde su inauguración en 2009, para enfrentar a los líderes de la División Este de la Nacional, los Nacionales de Washington que llegaban armados con el temible bat de Bryce Harper.
Pero eso fue todo lo que se escuchó del intenso pelotero del equipo capitalino. De hecho, no se escuchó mucho de la ofensiva de los Nats, pues los tres brazos de los Asombrosos que abrieron en esta serie, Matt Harvey, Jacob DeGrom y Syndergaard, se combinaron para lanzar 21 ⅔ entradas y sólo concedieron cinco carreras en conjunto.
Al final de la serie, y en televisión nacional, la afición Metropolitana le cantó a su equipo y abucheó a los rivales, inspirados por la forma que ha mostrado el equipo y que pone a muchos a soñar con la primera temporada por encima de .500 en mucho tiempo.
Y lo de Syndergaard es para la historia, literalmente. El novato serpentinero de los Mets se fue perfecto en sus dos impresionantes salidas esta semana ante San Diego y Washignton, respectivamente.
El lanzallamas de 22 años de edad logró la mejor marca de las Mayores con 18 ponches –nueve contra Padres y otros nueve contra Nacionales– en 16 entradas de trabajo, con una efectividad de 1.13 ERA (apenas dos carreras en esos 16 episodios).
Con esos chocolates, llegó a 100 en la temporada y se apuntó como el cuarto lanzador de los Mets con más ponches en sus primeros 15 partidos en las Mayores. Los otros tres: Dwight Gooden (113), Matt Harvey (109) y Nolan Ryan (106).
Además al compartir el nombramiento con Duda se convirtió en la segunda dupla de Metropolitanos en compartir la mención luego de David Wright y José Reyes la ganaran en junio del 2006.
Resta mucha pelota, pero en Queens se respira pasión beisbolera por primera vez en mucho tiempo y los corazones laten con la Metsmanía que parece tomar forma con los batazos de Duda y los lanzamientos de Syndergaard y el resto de brazos de los Mets.