¿Tu plan 401(k) necesita una reforma?
Los empleados están exigiendo que sus empresas ofrezcan planes de jubilación más sólidos. Aquí te decimos cómo puedes hacerlo tú también
Dado lo difícil que puede ser para mucha gente ahorrar para su jubilación, es lamentable que algunas empresas lo hagan aún más difícil. Pero una gran parte de los planes 401(k) hacen eso precisamente al imponer costos altos y ofrecer opciones de inversión inferiores al promedio.
El problema es más generalizado de lo que podrías pensar. Robert Hiltonsmith, un analista de políticas senior de Demos, un grupo de política pública que ha examinado los planes 401(k), dice que los estadounidenses pagan $50 mil millones más de lo que deberían cada año.
Considera las consecuencias de los costos altos. Un estudio del Center for American Progress, un centro de estudios en Washington, D.C., descubrió que si inviertes en un plan de ahorro para la jubilación con costos anuales de 1.3% (la tarifa promedio en empresas con menos de 100 empleados), terminarás pagando casi $125,000 más que si estuvieras en otro plan con fondos de bajo costo y tarifas de solo el 0.25%.
Hasta épocas recientes, los empleados tenían que aceptar cualquier plan de ahorro para la jubilación que ofreciera su empresa. Sin embargo, en los últimos años, han estado luchando contra esta situación al hacerles juicio a sus empleadores por no controlar los altos costos, favorecer fondos mutuales de particulares en vez de opciones menos caras y canalizar los ahorros de empleados a productos de inversión manejados por filiales.
Y ahora, los empleados tienen a la ley de su lado. Este año, en un juicio contra Edison International, una empresa que opera servicios eléctricos en el sur de California, la Corte Suprema resolvió por unanimidad que por la Employee Retirement Income Security Act (Ley de Seguridad de los Ingresos de Jubilación para los Empleados), las empresas tienen la responsabilidad legal de controlar de manera continua las inversiones en planes de ahorro para la jubilación y, de ser necesario, eliminar inversiones imprudentes.
Y en julio pasado, un juicio similar a favor de empleados y jubilados de Lockheed Martin se resolvió en forma extrajudicial. Ha habido otros casos contra empresas como Boeing, Massachusetts Mutual Life Insurance Company y Wal-Mart.
Entonces, ¿cómo sabes si tu plan no sirve?
Pon atención a los costos de los fondos. Puedes encontrarlos al ingresar a tu cuenta en línea o al ver el prospecto de los fondos que te pertenecen. También podrían estar indicados en el resumen de tu plan. Además, el administrador de tu plan 401(k) debe notificarte anualmente de los costos que incurres. Si ves varios fondos con índices de gastos (el costo anual de mantener un fondo mutual) de más de 0.75%, probablemente tengas un plan de tarifa alta, dice Hiltonsmith.
Examina los fondos provistos por tu plan. Una gran cantidad de opciones no es necesariamente mejor. De hecho, demasiadas opciones de inversión pueden ser confusas y hacer que cedas a la “parálisis del análisis”. Un plan 401(k) bien diversificado incluirá una selección de fondos de acciones, entre ellos, de empresas grandes y pequeñas; fondos internacionales y quizás un fondo de mercado total, así como un fondo de bonos de base amplia.
En vez de ofrecer sólo fondos manejados activamente, el plan también debería incluir fondos de índices más baratos. Tienen acciones de empresas en un índice específico, por ejemplo, el Standard & Poor’s 500, y frecuentemente tienen índices de gastos de menos de 0.2%, mucho menos que fondos comparables manejados activamente.
Verifica si tu plan ofrece fondos de inversión con fecha determinada. Esos fondos mutuales reasignan automáticamente la combinación de acciones, bonos y efectivo a medida que pasa el tiempo. Aunque sus tarifas sean más altas que las de los fondos indexados (0.78%, en promedio, según Morningstar, la empresa de investigaciones de inversión), son una buena forma de manejar el riesgo a medida que se acerca tu jubilación. Alrededor de un 70% de los planes de ahorro para jubilación ahora incluyen fondos con fecha determinada.
Si tu plan tiene fondos caros y no incluye muchas buenas opciones, la solución podría ser alentar a tu empleador a que la mejore. Eso se puede hacer de la manera siguiente:
Encuentra al fiduciario. Esa persona es tu contacto primario para toda la correspondencia y su nombre está indicado en los documentos. O puedes pedirle al administrador de beneficios para empleados el nombre y los datos de contacto correctos. O busca el plan de tu empresa en línea en brightscope.com. El nombre del fiduciario aparecerá en la página de tu plan, en la pestaña de datos del Formulario 5500. (Es un formulario de divulgación federal que debe presentarse para todos los planes de jubilación).
Consigue documentos. Busca los índices de gastos del fondo en el informe anual de tus gastos. En el informe verás una explicación del rendimiento anual promedio de cada fondo en 1, 5 y 10 años; el rendimiento comparable de un fondo de referencia; y los costos operativos anuales promedio como porcentaje de los activos y en dólares por cada $1,000 invertidos. También deberías recibir un resumen trimestral de tarifas que muestre gastos adicionales específicamente tuyos, entre ellos, las tarifas de administración de préstamos.
Investiga nuevos fondos. Tu plan podría tener una buena variedad de opciones de inversión pero podría no ofrecer las versiones menos caras. Busca alternativas similares en familias de fondos de bajo costo como Vanguard o T. Rowe Price. Luego compara los candidatos con un fondo de índice comparable en la página web de la Financial Industry Regulatory Authority (Autoridad de Regulación de la Industria Financiera) (finra.org/fundanalyzer). Necesitarás la comparación para ver si tu selección representa mejores opciones de inversión.
Presenta tu argumento. Escríbele al fiduciario e incluye los detalles de tu investigación. Enfatiza la manera en que los costos no solo te afectan a ti, sino a cada empleado que invierte en los planes. Pide a tus compañeros de trabajo que firmen tu carta. Si se quejan varios empleados, es más probable que el fiduciario se tome más en serio la carta.
Considera alternativas. Aun si el plan es malo, si tu empresa aporta lo mismo que tú, y la mayoría lo hace, aunque la cantidad varía mucho, podría valer la pena mantenerlo para obtener el dinero gratuito. Aporta la cantidad mínima, generalmente al menos el 3% de tu sueldo, para aprovechar al máximo el aporte igualitario.
Si las opciones de inversión son caras y no hay aporte igualitario, deposita tus ahorros en una cuenta de jubilación individual, donde puedas tomar tus propias decisiones de inversión. Pero recuerda que puedes aportar sólo $5,500 por años a una cuenta IRA, o $6,500 si tienes 50 años o más, en comparación con $18,000 en un plan 401(k).
Verifica el plan de tu cónyuge. Si es mejor que el tuyo, considera maximizar los aportes a ese plan.
¿Tu asesor financiero se está enriqueciendo a expensas de ti?
Muchos consumidores no comprenden de dónde proviene la remuneración de sus asesores financieros. Si eres uno de ellos, eso te podría salir muy caro.
Una decisión reciente en un juicio largo contra dos asesores financieros certificados fue declarado una victoria para consumidores. Una pareja casada, Jeffrey y Kimberly Camarda de Fleming Island, Fla., se habían promocionado como asesores financieros “solo por tarifa”, un término utilizado para designar a aquellos que les cobran a sus clientes una tarifa fija por sus servicios y no ganan comisiones ni bonificaciones al recomendar productos financieros. Pero eso no era cierto, según la Certified Financial Planner Board of Standards (Junta de Normas de Asesores Financieros Certificados), que presentó una acción disciplinaria contra la pareja.
Alegó que los Camarda estaban vendiendo productos de seguros de los cuales ganaban comisiones sin revelar ese potencial conflicto de interés, lo cual es una violación de las normas de la Junta de CFP. Luego, la pareja le hizo juicio a la junta, alegando que se les aplicó injustamente la acción disciplinaria. Pero en julio, un juez desestimó su demanda.
“Algunos asesores utilizan el término ‘solo por tarifa’ para fines publicitarios en vez de como compromiso para con sus clientes”, dice Eleanor Blayney, una defensora de consumidores de la Junta. “No hay manera de determinar cuántos asesores financieros brindan información falsa acerca de su remuneración”, agregó.
Lo que está claro es cuánto te puede costar trabajar con un mal asesor. Un estudio de la Casa Blanca del Consejo de Asesores Económicos estimó que los asesores financieros que tienen conflictos de interés provocan pérdidas de 17 mil millones cada año para los estadounidenses, muchos de los cuales son de familias de clase media y trabajadora. Y eso es solo para los que utilizan IRA para ahorrar para su jubilación.
Parte del problema es que no hay ningún órgano regulatorio gubernamental que supervise a todos los asesores financieros. Los asesores de inversiones y corredores de bolsa que venden bonos, acciones y otros productos financieros deben estar registrados ante la CFP (Securities and Exchange Commission o Comisión de Bolsa y Valores) o, en algunos casos, ante reguladores estatales. No existe tal supervisión para asesores financieros que ayudan a sus clientes con la planificación de sus jubilaciones, herencias, ahorros para la universidad y otros asuntos.
Sin embargo, la Junta CFP investigará reclamos que reciba o violaciones que descubra la organización misma. Puede suspender o revocar el uso de la designación de asesor financiero certificado, pero no puede impedir que los asesores financieros brinden servicios de asesoría.
La mejor defensa contra los asesores inescrupulosos es informarse. Puede ser confuso al principio, porque hay más de 150 designaciones para asesores financieros. Pero muchos de los títulos son dudosos, pueden adquirirse luego de pocas horas de estudio y un examen a libro abierto. Lo que es aún más confuso es que muchas designaciones sospechosas son parecidas a las legítimas.
Recomendamos el uso de asesores financieros con designación de CFP. Eso indica que ha aprobado un examen integral de certificación tomado por la junta, que tiene al menos 3 años de experiencia en asesoría financiera y que está comprometido con su formación continua respecto de asuntos financieros. También es importante asegurarse de entender de dónde proviene la remuneración del asesor financiero que elijas. No todos los CFP cobran por tarifa únicamente; algunos reciben comisiones o una combinación de tarifas y comisiones. La Junta de CFP sólo requiere que los asesores les aclaren a sus clientes de dónde proviene su remuneración.
Recomendamos asesores que sólo cobran tarifas porque ofrecen la mayor protección contra los conflictos de interés inherentes. Cobran una tarifa plana, una tarifa por hora o un porcentaje de los activos administrados, generalmente alrededor de un 1%.
Para comenzar tu búsqueda de un asesor que sólo cobra por tarifa, ingresa a las siguientes páginas web:
? Junta de CFP (letsmakeaplan.org). Encontrarás una guía de asesores financieros con la designación de CFP, junto con información sobre la manera en que son remunerados. También podrás averiguar si un asesor está en regla y si la Junta de CFP alguna vez le aplicó una acción disciplinaria.
? National Association of Personal Financial Advisors (Asociación Nacional de Asesores Financieros Personales, napfa.org). Los miembros de este grupo profesional, muchos de los cuales son CFP, adhieren estrictamente a la norma de cobrar sólo mediante tarifa. No pueden aceptar una remuneración de cualquier forma u origen que no provenga de sus clientes. Para aquellos que brindan servicios de asesoría con respecto a inversiones, la NAPFA revisa un formulario que deben presentar ante la SEC que asegura que no han comenzado a aceptar comisiones y que siguen siendo asesores que solo cobran por tarifa.
? Garrett Planning Network (garrettplanningnetwork.com). Esta red nacional de asesores financieros incluye asesores que solo cobran por tarifa y que cobran por hora por sus servicios de asesoría. Son especialmente buenos para asistir a clientes con proyectos menores, tales como la determinación de cuánto seguro de vida necesitan o si tiene sentido refinanciar una hipoteca. La mayoría de los miembros de la organización son CFP.
Claro que el hecho de que un asesor esté incluido en una de estas redes no es garantía de honestidad. Es tu responsabilidad conversar continuamente con el que elijas sobre las tarifas y cómo se calculan. Si te cobra por hora, por ejemplo, pídele que te indique por escrito cuántas horas llevará terminar un proyecto y cuál será el costo total.
Además, presta atención si tu asesor empieza a recomendar productos financieros por los cuales puede ganar una comisión. Si te refiere a un abogado, contador, profesional de seguros o asesor hipotecario, también pregúntale si gana una tarifa de referencia por hacerlo. En última instancia, la mayoría de los asesores financieros son éticos. Pero los consumidores entendidos pueden asegurarse de que el suyo lo es al prestar mucha atención.
¿Dejarlos o transferirlos?
Al cambiar de un trabajo a otro, ¿deberías transferir tu plan 401(k) al nuevo plan de tu empleador o dejarlo donde está? Eso depende de cuánto hayas invertido en el plan y cómo se compara con el nuevo.
Déjalo con tu empleador anterior. Si es un plan excelente y tu empleador te permite mantenerlo, posiblemente no haya necesidad de transferir esos ahorros. Los costos menores de un plan bien administrado compensarán las tarifas generalmente modestas de mantenimiento que podrían aplicarse a las cuentas de exempleados.
Combina el dinero con el plan de tu nuevo empleador. Es posible que estés cambiando de trabajo no solo por mejores oportunidades, sino también por mejores beneficios. Algunos empleadores permiten transferencias de planes de empleadores anteriores. Compara los planes para ver cuál ofrece más opciones y tarifas menores.
Transfiere los activos a una IRA. Si ninguno de los planes tiene buenas opciones de inversión y las tarifas parecen ser altas, considera transferir tus ahorros de 401(k) a una cuenta de jubilación individual. Pero ten en cuenta que podrías incurrir un conjunto de costos distintos. Por ejemplo, las inversiones de compra y venta generalmente requieren el pago de comisiones y podría haber otras tarifas cobradas por el depositario del fondo.
No retires el efectivo. La peor decisión que puedes tomar es retirarte del plan 401(k) con tu empleador anterior y no transferir los fondos a un nuevo plan o a una IRA. Después de 60 días, los fondos son imponibles y si tienes menos de 59 años y medio, posiblemente estén sujetos a sanciones impositivas. En muchos estados, perderás por impuestos y sanciones casi la mitad de la cantidad retirada (conocida como distribución temprana). En cualquier caso, es un rendimiento muy bajo para una inversión.