Congreso evita cierre del gobierno federal pero mantiene luchas internas
Miles de epleados federales se salvan de una suspensión laboral; los legisladores retomarán lucha el próximo 11 de diciembre
Washington.- Capeando una crisis política, el Congreso logró aprobar un presupuesto a corto plazo para mantener abiertas las puertas del gobierno, en medio de luchas internas entre la bancada republicana por los fondos para la organización Planned Parenthood.
En una votación de 78-20, el Senado aprobó una medida de fondos discrecionales para financiar las operaciones de la burocracia federal hasta el próximo 11 de diciembre, lo que dará más tiempo a las negociaciones presupuestarias entre el Congreso y la Casa Blanca.
Posteriormente, la Cámara de Representantes votó la misma medida con 277 votos a favor y 151 en contra.
Sin el voto en el Congreso, la maquinaria gubernamental hubiese agotado sus fondos esta medianoche, salvo para las operaciones consideradas de importancia crítica para el país, incluyendo la vigilancia fronteriza.
El cierre parcial del gobierno hubiese afectado principalmente a empleados públicos que no realizan labores consideradas “esenciales” para la seguridad nacional.
Los empleados protegidos de suspensión laboral por falta de fondos incluyen a los que realizan tareas de seguridad de las personas y protección de la propiedad.
Pero un cierre sí afectaría enormemente al turismo, por el cierre de museos, parques nacionales y demás terrenos públicos a cargo del Departamento del Interior.
Amenaza de cierre por legisladores antiaborto
La aprobación del presupuesto, sin embargo, no estuvo completamente a salvo ya que en ambas cámaras, los legisladores demócratas y republicanos mantuvieron fuertes divisiones sobre los fondos de $500 millones para la organización de planificación familiar, Planned Parenthood.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell tuvo que enfrentar a líderes ultraconservadores antiaborto que exigían eliminar los fondos de la organización.
Aunque por ahora han perdido en ese frente, los conservadores dejaron en claro que volverán a intentarlo en diciembre próximo, cuando el Congreso nuevamente tenga que extender los fondos del gobierno.
En ese sentido, el senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, advirtió de que sería contraproducente seguir jugando con los fondos del gobierno por cuestiones ideológicas.
“Es un error para el país permitir un cierre del gobierno, es un error para la creación de empleos y para nuestro futuro, en lo que se refiere a fondos para investigaciones médicas, educación y otros programas críticos” para el país, dijo Durbin, al resumir el impacto de un cierre del gobierno.
La votación de la medida temporal dejó al descubierto las enormes pugnas partidistas entre los republicanos como McConnell, de corte pragmático, y los del ala del movimiento conservador “Tea Party” que no admite concesiones para los demócratas.
El último cierre parcial del gobierno en 2013 duró apenas 16 días y terminó costándole más a los republicanos ante la opinión pública, tomando en cuenta que, según la empresa financiera Standard & Poor’s, el cierre le costó a la economía al menos $24,000 millones por concepto de pérdida de salarios y productividad laboral.
Tras prevenir una crisis política por un cierre del gobierno, los legisladores ahora centran esfuerzos en negociar el presupuesto para el resto del año fiscal 2016.