Piden congelar entrega de licencias de alcohol en Inwood
De acuerdo al senador estatal Adriano Espaillat, en tres años el barrio pasará de veinte a cuarenta locales con este permiso
Nueva York- En el complejo de edificios ubicado en la esquina de la calle Dyckman y Broadway, en el Alto Manhattan, el cambio en el barrio literalmente se siente. Los vecinos, en específico los que viven encima de los nuevos bares que han llegado, sienten las vibraciones de la música en sus paredes y muchos han debido rearreglar sus habitaciones para dormir en los lugares más silenciosos del departamento.
“Algunos negocios se han modificado para no molestarnos, poniendo aislamiento acústico, y hemos tenido la ayuda de la policía también”, dice Nancy Preston, dirigente de la asociación vecinal Moving Forward Unidos. “En esta área se han dado nueve licencias de alcohol en 500 pies, lo que crea un problema de calidad de vida”.
Respondiendo a estas inquietudes, el senador estatal Adriano Espaillat llamó a una moratoria de un año en la entrega de licencias para vender alcohol en bares y restaurantes del barrio de Inwood.
“Por primera vez aquí tenemos a los dueños de negocios y a los residentes hablando en el mismo idioma”, dijo Espaillat. “Aquí hemos visto una revitalización del barrio, pero también hemos visto un aumento de estas licencias. Esto no es Times Square, esta es un área residencial”.
La revitalización es algo positivo, dice Alberto Núñez, dueño del restaurante Albert’s Mofongo.
“Antes no se podía caminar por acá”, explica el empresario. Sin embargo, la proliferación de bares también le ha significado más competencia. Para poder hacer frente a esto, ha debido comenzar a operar las 24 horas al día y poner más música para la noche.
“Deberíamos tomar un descanso de este crecimiento por un año, para planear mejor”, comenta Núñez.
“Esta área está congestionada y nosotros tenemos que velar por las familias que mantenemos”, dice el también dueño del restaurante 809, Cirilo Moronta. “Esta es una iniciativa positiva, porque nosotros somos una comunidad de menos recursos”.
Sin embargo, algunos vecinos no están de acuerdo con que se necesite disminuir el ruido. “Ahora está incluso mucho mejor que antes”, dice el dominicano Sergio Muñoz. “El ruido es normal. Todo depende del lugar donde se establezca el negocio. La comunidad latina es normalmente bulliciosa”.
Las licencias de alcohol las otorga la Autoridad Estatal de Licores, la que recibe comentarios de las juntas vecinales antes de aprobar un nuevo permiso.
“Creo que el proceso de entrega de estas licencias ha sido un poco arbitrario”, comentó el senador Espaillat. “El Village, el West Side o Chelsea tienen otras dinámicas. Creo que acá ya tenemos suficientes bares. Ahora necesitamos tiendas de herramientas, salones de belleza y bodegas”.
Un fuerte aumento en las licencias
De acuerdo a la oficina del senador Espaillat, este año las licencias entregadas podrían llegar a las 40. Los vecinos dicen que a fines de los noventa sólo habían tres locales con estos permisos en el área.
- 2012: 20 licencias de alcohol.
- 2013: 23 licencias de alcohol.
- 2014: 31 licencias de alcohol.