La maternidad pejudica seriamente los ingresos
Los padres ganan más que las mujeres casadas con y sin hijos en trabajos comparables
Es un hecho. Los hombres ganan más que las mujeres. En buena medida porque ellos trabajan en empleos que tradicionalmente pagan más y además escalan más posiciones en los organigramas de las empresas. Hay pocas presidentas de grandes negocios y pocas directoras generales y eso hace que la media de las mujeres sea un 26% menor que la de los hombres. Pero incluso en trabajos comparables y con formación similar hay una brecha que además crece con el tiempo. Y quienes peor parte se llevan son las mujeres casadas y las madres.
Así lo ha verificado la consultora PayScale que ha comparado salarios en los mismos trabajos combinados con otros factores como experiencia, localización, horas trabajadas, educación y una serie de variables que permiten analizar situaciones similares. El resultado es que las mujeres cobran un 2.7% menos.
“El margen es menor que cuando se comparan variables distintas pero es igualmente perturbador. Y lo es más aún cuando buscamos si el estatus marital, el nivel y el tipo de trabajo, la localización y la educación afectan a la igualdad de salarios”, se explica el informe de PayScale. Es perturbador porque la respuesta es que la brecha salarial crece cuanto más se sube en el organigrama de la empresa y se comprueba que los hombres escalan más rápidamente posiciones dentro de las organizaciones. Adicionalmente las mujeres casadas, con o sin hijos, sufren más la discriminación.
“De hecho, la única demografía para la que no hay desigualdades es para los solteros y solteras que dicen que nunca darán prioridad a la familia sobre el trabajo“, explican en esta consultora.
Los padres ganan los salarios más altos, según ha comprobado esta firma. Una media de unos $67,900 frente a los $46,800 que gana como media una mujer casada con hijos con un trabajo comparable. En el caso de las madres solteras la lectura es peor. La media es de $38,200 por el mismo trabajo. El problema es que la familia y el hogar, en general, se perciben como una amenaza a la productividad aunque no lo sea.
Incluso en el sector tecnológico, en el que se pagan los mejores salarios, hay discrepancias en los salarios.
Ann Krook, autora de este estudio reconoce que las mujeres tienen tradicionalmente más problemas para hablar de políticas salariales y negociaciones. “Preocupa más a las mujeres más que a los hombres que se les perciba como personas agresivas y, para ser justos, hay que reconocer que a las mujeres se les penaliza social y profesionalmente por el mismo comportamiento que los hombres adoptan rutinariamente”, explica.
Krook anima a que las mujeres soliciten aumentos de sueldos. “Si estás infrapagada, pide lo que te mereces. Cada vez que negocias facilitas que otras mujeres hagan lo mismo y no olvides que el 75% de quienes lo piden, consiguen un aumento”.
La diferencia latina
El departamento de Trabajo publicó hace unos días los salarios no comparables de distíntas comunidades en el tercer trimeste del año. Los hombres cobraron como media semanal unos $889 mientras que las mujeres $721 (peor que en los dos trimestres anteriores). En el caso de los hombres latinos, el salario medio semanal era de $602 mientras que las mujeres apenas se embolsaban $568.