Trump propone una fuerza de choque para deportar a millones
Ben Carson se une al coro de Kasich y Bush en criticar plan de deportación masiva, mientras Trump, cada vez más radical, promete una "fuerza de choque" para deportar a millones de indocumentados
Las promesas cada vez más radicales de Donald Trump de deportar a millones de indocumentados, esta vez añadiendo que usará una “fuerza de choque” para expulsarlos, están creando más resistencia dentro y fuera del partido republicano.
De hecho, republicanos que antes se quejaron “suavemente” sobre las ideas de Trump o guardaron silencio, ahora están saliendo en su contra.
El propio precandidato Ben Carson, que compite con Trump al encabezar las encuestas de la primaria republicana, se unió a otros republicanos que esta semana dijeron que las ideas del magnate al respecto no eran “pragmáticas”.
“Este plan de arrestar y deportar a 11 millones puede sonar bien a algunos, pero no es pragmático”, dijo Carson, agregando que afectaría a muchas industrias, la de agricultura y la hotelería. “No hay razón para que vivan en las sombras”.
Hasta ahora Carson no había apoyado la idea de legalizar a indocumentados, pero eso es lo que pareció decir esta semana, luego que Trump el miércoles radicalizara aún más su discurso de deportación masiva, prometiendo “fuerzas de choque” para llevarla a cabo.
“Tendremos una fuerza de choque (deportación force) pero será hecho de forma humana”, dijo Trump en un programa televisivo.
En el debate republicano del martes en Wisconsin otros dos precandidatos, John Kasich y Jeb Bush, habían criticado también las ideas de Trump al respecto. Otros como Ted Cruz, apoyaron las ideas de Trump diciendo que hacer lo contrario sería “amnistía”. Marco Rubio hasta ahora no ha denunciado la idea de deportaciones masivas.
Este jueves, algunas voces pro inmigrantes calificaron de “radical y peligroso” el plan de Donald Trump de usar una “fuerza de choque” para deportar a millones de indocumentados. Frank Sharry, de la organización proinmigrantes America’s Voice alertó este jueves que debe de haber “un rechazo rotundo” a esta idea de los Estados Unidos, antes que se convierta en algo normal.
Sharry señaló que la idea viene de “las cloacas de la extrema derecha”.
Algunos activistas se burlaron de Trump. Ali Noorani, del Foro Nacional de Inmigración en Washington escribió en su twitter: “¿Una fuerza de choque? (Deportation force), tal parece que Donald Trump está esperando ansiosamente a la guerra de las galaxias”.
“Fuerza de choque” para deportaciones
Trump no cesa de dar detalles cada vez más escandalosos de su supuesto plan de deportación masiva, según él diseñado para repetir, en mayor escala, el “Operativo Espaldas Mojadas” que llevó a cabo el presidente Dwight Eisenhower a principios de los años cincuenta para deportar a más de un millón de mexicanos.
El llamado “Operation Wetback” (término hoy considerado despectivo, pero entonces usado ampliamente por medios y políticos), llevó a la deportación masiva de cientos de miles de migrantes mexicanos que venían a Estados Unidos a trabajar, principalmente en la agricultura.
Entretando, la precandidata demócrata Hillary Clinton calificó la idea de Trump como “absurda”.
“La idea de perseguir, atrapar y deportar a 11 millones de personas es absurda, inhumana y contraria a los principios estadounidenses”, dijo Clinton en su cuenta de Twitter.
Todos los precandidatos demócratas y varios de los republicanos han rechazado la idea de una deportación masiva como algo posible, moral o necesario. La idea también es rechazada por la mayoría de los estadounidenses, pero una vocal minoría conservadora ha encontrado en Trump a su más ferviente aliado.
En una reciente entrevista con La Opinión, la investigadora Mae Ngai, de la Universidad de Columbia, dijo que el Operativo Espaldas Mojadas violentó los derechos de muchos mexicanos y sin embargo, no detuvo la inmigración indocumentada.
De hecho, muchos fueron enviados en barcos, algunos de los cuales fueron equiparados a “barcos de esclavos” y “un verdadero infierno”, más del 25% fueron enviados en barcos de carga desde Port Isabel, Texas, hasta Veracruz, México. Otros fueron enviados en camiones “como carga” o en aviones y autobuses.
“Fueron dos años de campañas de deportación que resultaron muy caros y poco efectivos. Parte de la responsabilidad por la inmigración indocumentada fue el propio programa bracero. Este operativo fue solamente un show”, dijo Ngai.