Si vas a reciclar regalos, no olvides estas reglas de oro
No hay ningún problema con reciclar regalos no deseados, siempre y cuando sigas las reglas
Has abierto todos tus regalos de las fiestas y estás inspeccionando tus adquisiciones. Hay dos artículos problemáticos: una camisa hawaiana fosforescente que no usarías ni de chiste y un libro sobre gallineros para tener en tu jardín, aunque vives en el piso 44 de una torre de departamentos. ¿Puedes envolver esos tesoros nuevamente y dárselos a alguien que realmente los podría apreciar?
La gente que “recicla” regalos fue humillada en un episodio clásico del famoso “Seinfeld”, cuando Elaine se puso furiosa al descubrir que un amigo suyo le había regalado a Jerry, de todas las personas posibles, una impresora de etiquetas que ella le había regalado antes. “¡Lo sabía!” exclamó Elaine cuando fue a la puerta de su amigo para pedir que le mostrara la impresora de etiquetas. “¡Eres un reregalador!”
Pero los tiempos han cambiado y el estigma con respecto a regalar artículos recibidos como obsequios se ha acabado, tal como los episodios de “Seinfeld”. 3 de cada 4 estadounidenses encuestados por American Express en 2014 consideraron que el regalar artículos recibidos como obsequios es perfectamente aceptable. Y una encuesta nacionalmente representativa de Consumer Reports de 2015 entre 1,000 adultos en Estados Unidos reveló que uno de cada 5 vuelve a regalar obsequios que recibieron en las festividades y que ya no quieren.
Las siguientes reglas te ayudarán a hacerlo bien y a evitar problemas:
Regla 1
Vuelve a regalar sólo artículos nuevos que van de acuerdo a los gustos del destinatario. Salvo que estés pasando en herencia una reliquia de familia, ningún obsequio regalado nuevamente debe haber sido usado y debe ser algo que le hubieras comprado a esa persona.
Regla 2
Busca señales que indiquen que el artículo fue regalado previamente antes de envolver el regalo. Asegúrate de quitar toda etiqueta o tarjeta de regalo de esa camisa hawaiana antes de volver a ponerla en su envoltorio original y volver a envolverla. Y si vuelves a regalar el libro sobre gallinas para el jardín, asegúrate de que no contenga ninguna dedicatoria.
“Conozco a alguien que recibió una camisa de vestir como regalo de su padre, pero cuando la sacó de la caja, vio que tenía un monograma con las iniciales de su padre”, dice Kit Yarrow, Ph.D., psicóloga de consumidores y autora de “Decoding the New Consumer Mind: How and Why We Shop and Buy” [“Decodificando la mente del nuevo consumidor: Cómo y por qué compramos”] (Jossey-Bass, 2014). ¡Qué vergüenza!
Regla 3
Asegúrate de que la persona que te dio el regalo y la que lo recibió no se crucen. Uno no debe volver a regalar artículos obsequiados entre parientes cercanos. Imagínate que tu madre entre a la casa de tu hermana el próximo Día de Acción de Gracias y la vea usando el suéter que tejió especialmente para ti. Lo mismo se aplica a amigos dentro del mismo círculo social.
Regla 4
Recuerda quién te dio qué para no sabotearte a ti mismo. “Una de las mejores anécdotas que me han contado fue la de una mujer que le regaló a su amiga una colección hermosa de posavasos para celebrar el estreno de su casa”, dice Yarrow.
“Unos años más tarde, cuando esa amiga viajó a visitarla, le llevó un regalo a su anfitriona (para agradecerle el hospedaje) que terminó siendo la misma colección de posavasos –aún sin utilizar, en el paquete original– porque había olvidado quién se lo había regalado en primer lugar”.
Regla 5
Cuando tengas alguna duda, recuerda que estás evitando desperdiciar. “Me encanta volver a regalar obsequios, porque en realidad es una manera maravillosa de reciclar”, dice Elaine Swann, experta en estilo de vida y etiqueta de Los Angeles. “Y si no tienes a nadie más en mente que apreciaría el regalo, dónalo a una organización benéfica para que termine en manos de alguien que realmente lo necesita”.