Aprende a negociar con tu pareja
Para tener una buena relación con la pareja hay que aprender a negociar con una conversación asertiva
Uno de los principales retos de todo matrimonio es saber negociar.
Y es que desde el primer momento que dos personas deciden unir sus vidas, el saber negociar de forma saludable es imprescindible para que ninguno de los cónyuges resulte anulado o maltratado.
“El aprender las técnicas de comunicación y las herramientas para solucionar los conflictos y ponerse de acuerdo en algo en específico sin peleas es determinante para el éxito de la relación”, dice la psicóloga Anabel Castrezana, vinculada a Kaiser de Santa Ana (California).
A continuación, la terapeuta te brinda algunas sugerencias para que aprendas a desarrollar la habilidad de negociar, en la que es fundamental saber qué hacer y qué no hacer, qué decir y qué no decir y, sobre todo, cuándo hablar y en qué tono de voz hacerlo.
1- Hacer un balance de lo que se quiere negociar
El inicio de un nuevo año siempre se presta para hacer un inventario de las cosas que son importantes para nuestros esposos o compañeros y para uno mismo. “Y dentro del corto o largo listado hay que seleccionar aquellas que en realidad son relevantes para el funcionamiento de la pareja”, denota Castrezana.
Es decir que hay que darle importancia a las cosas referentes a los valores personales, como es el caso de que él o ella esté fuera de casa después de determinada hora, que tiene un comportamiento irrespetuoso que ofende y maltrata.
“Hay que negociar en cosas grandes e importantes para la relación y no en pequeñeces como que deje la crema dental destapada o que no coloque la ropa sucia en donde debe ser”, asienta la entrevistada.
2- Aprender a escuchar
Teniendo claro qué se va a negociar, hay que tener en cuenta lo que la otra persona espera de uno. Por eso, al momento de hablar hay que estar abiertos a escuchar sin interrupción y dar nuestro punto de vista sin agresión ni acusación.
“La clave para una buena comunicación es una actitud positiva para escuchar al otro de forma empática”, resalta la terapeuta de parejas, familias, adultos, adolescentes y niños.
Y para que la conversación sea exitosa hay que aprender a hablar en singular y no en segunda persona, y menos con palabras ofensivas y acusativas.
Esto significa que en vez de decir, por ejemplo, ‘tú siempre me tratas groseramente cuando estamos con tu mamá’, hay que decir: ‘a mí me gustaría que no me trataras groseramente cuando estamos con tu mamá’. O en vez de decir, ‘tú no me ayudas a lavar los platos cuando vez que estoy cansada’, hay que decir: ‘necesito que me ayudes a lavar los platos cuando me vez cansada’”, explica la psicóloga.
3- Dar para recibir
Al estar dentro de la negociación hay que aprender a ceder en aquellas cosas que no nos afectan, pero que traen beneficios a la relación de la pareja.
“Siempre hay que dar para recibir”, resalta Castrezana. “Este es uno de los principios básicos para una buena negociación”.
4- No usar insultos ni malas palabras
Para evitar esto nunca hay que negociar después de haber tenido un mal día en la oficina o sentirse cansada.
“Para las conversaciones importantes hay que tener la mente clara, tranquila, para poder hablar sin exaltación o fuera de razón”, apunta la experta en comportamiento humano.
5- Hablar a la hora y en el momento adecuado
Nunca hay que entablar una conversación de negociación al momento de ir a la cama, porque esta se puede alargar y no concluirse en la noche, ni continuar al siguiente día. Es decir, que es como haber perdido la batalla en el intento de tratar de solucionar el problema que está intoxicando la relación.
Tampoco hay que tratar de negociar con la pareja cuando ésta se encuentra pasada de copas.
“Nunca hay que conversar de cosas importantes con una persona bajo el efecto del alcohol o alguna droga. En esas condiciones no se llega a ningún lado. Es como estar hablando con la pared”, concluye Castrezana.
Normas de la buena comunicación
La psicóloga Anabel Castrezana enumera algunas de las normas básicas de la buena comunicación:
- Modular la voz con tranquilidad y evitar los gritos y las palabras ofensivas
- Atacar al problema, nunca a la pareja
- Nunca cerrarse al punto de vista de la otra persona
- En vez de expresar opiniones o dar consejos, hacer preguntas
- Usar la llamada conversación asertiva en vez de aireada o irónica
- Hablar con una actitud empática
A tener en cuenta
El 85% de los problemas matrimoniales se originan por asuntos de comunicación.