Pronto beberemos agua del inodoro

Aunque no te guste la idea, los expertos aseguran que no habrá otra opción

agua inodoro

Lavarse las manos es fundamental. Crédito: Shutterstock

En algunas partes del mundo el agua residual que fluye por los desagües, incluyendo los de los inodoros, está siendo filtrada y tratada para que sea tan pura como la de manantial. Puede que en un principio no sea muy sugerente, pero el agua reciclada es segura y sabe como cualquier otra agua potable, embotellada o de grifo.

“De ser algo, el agua reciclada es relativamente dulce”, dice Anas Ghadouani, ingeniero medioambiental y profesor de la Universidad de Australia Occidental, con sede en Crawley, Perth. Aun así, para alguna gente la perspectiva de beber agua residual reciclada es literalmente algo difícil de tragar.

Pero varias ciudades, asoladas por la sequía y con su población creciendo sin parar, ya la han incorporado en su suministro. Para que el planeta sea sostenible, es necesario reutilizar; también el agua.

Así que si aún no has bebido agua reciclada, pronto lo harás, creen los expertos. “Es una obviedad”, dice Ghadouani. “Eso es lo que va a pasar”.

Más que el inodoro

Por supuesto, el agua reciclada no solo incluye agua del inodoro. Piensa en todo el agua que se va por el desagüe cada vez que limpias una manzana o utilizar la manguera para lavar el coche. Es un recurso sin explotar y abunda.

“Es más barato y es un recurso garantizado”, dice Peter Scales, ingeniero químico y profesor de la Universidad de Melbourne, en Australia. Si una ciudad promedio reciclara todo el agua que desperdicia, ahorraría un 60% del suministro.

Al día de hoy es común reciclar agua para el regadío y para otros fines que no incluyen el consumo. La tecnología que se usa para ello es la misma que se utiliza para potabilizar el agua contaminada.

Hace años que existe, y el proceso incluye varios pasos.

  • Primero se eliminan los sólidos.
  • Segundo, en un proceso llamado ósmosis inversa, se retiran del agua las partículas más pequeñas.
  • Y por último, como precaución adicional, se utiliza luz ultravioleta para esterilizar el agua de microbios patógenos.

“Podemos suministrar un agua muy pura, más pura de la que se extrae hoy de los embalses y los ríos“, asegura Scales. Pero inevitablemente, la propuesta sigue generando asco a muchos.

Para un estudio reciente, el psicólogo Paul Rozin y su equipo de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) preguntó a 2,000 estadounidenses si beberían agua reciclada.

El 49% de los encuestados se mostraron dispuestos a probarla, el 13% se negaron a hacerlo y el resto dijo no estar seguro. Por mucho que se les insista en que el agua reciclada es segura, para algunos la sensación de asco es imposible de superar, incluso en las peores situaciones.

Problema político

En 2006, por ejemplo, una ciudad del este de Australia golpeada por la sequía y llamada Toowoomba trató de implementar el reciclado del agua.

Un grifo de agua de lavamanos

Pero el esfuerzo fue un desastre político. En un referéndum, el 62% de los votantes rechazaron la medida.

“El reciclado del agua tiene muchísimo potencial, pero políticamente es un problema”, reconoce Scales.

“La escasez forzó a las autoridades de Toowoomba a tomar una decisión desesperada e intentaron introducir el agua reciclada sin dar a los ciudadanos el tiempo para acostumbrarse a la idea”, explica Clare Lugar, vocera de Water Corporation, la empresa que suministra el agua a Perth y al este de Australia, una región que sufre sequías desde hace 15 años.

La compañía ha incluido el reciclado del agua residual en su oferta. Pero aprendió la lección de Toowoomba y está yendo despacio.

El este de Australia es ya uno de los lugares más secos de la Tierra y el cambio climático no hará más que empeorar la situación. “Es el foco de la sequía”, dice Ghadouani. “Eso es lo que señalaban las predicciones, y es exactamente lo que está pasando”.

Una planta desalinizadora

El año pasado, por ejemplo, las presas de Perth recibieron solo 72,400 millones de litros de agua, menos de un tercio de lo que necesita la ciudad. Para aliviar la sequía, Water Corporation empezó en 2006 a desalinizar, a convertir agua salada en dulce. Es un proceso caro, pero efectivo. Y hoy gracias a ella se genera el 39% del suministro necesario en la región.

El 43% viene del subsuelo y el resto lo proveen los embalses. Pero el agua reciclada podría ofrecer a la población más seguridad ante las sequías constantes y a un costo mucho menor.

Filtrada por el suelo

Para incluir esto en su suministro, se está basando en el enfoque de Orange County, California (EEUU). Lo que están haciendo allí es bombear el agua reciclada a los acuíferos, para así reponer el suministro de la tierra.

Estas capas subterráneas ofrecen almacenamiento gratis, un servicio que de otra manera sería caro. Además, actúan como amortiguador psicológico para minimizar el factor asco.

Aunque el agua que se bombea en el suelo está ya purificada, mucha gente siente que la tierra la vuelve a filtrar.

En 2012 Water Corporation terminó un ensayo de tres años en el que recicló millones de litros de agua e intentó cambiar la percepción de la gente con respecto al proceso.

Una planta de tratamiento

Construyó un centro para visitantes y los representantes de la empresa ofrecieron información a autoridades locales, a la comunidad y a los grupos aborígenes. Y enfocar la cuestión desde la raíz parece que está dando resultados, en vista de que ahora, de acuerdo a los sondeos, el 70% de los ciudadanos apoya la iniciativa.

“El éxito se debe más a haber involucrado a la comunidad y haber ganado el derecho”, dice Lugar. Ahora la compañía está aumentando su capacidad gradualmente, después de haber reciclado 10,000 millones de litros en Perth entre 2013 y 2014.

El año que viene inaugurará una planta a gran escala capaz de reciclar 14,000 millones de litros de agua al año y hasta 28,000 millones si fuera necesario. Así, este agua podría conformar el 20% del suministro que necesita Perth, una ciudad de 1’659,000 habitantes.

Beneficios de la lluvia

La combinación del reciclado, la desalinización y quizá lo más importante, la conservación, están ayudando a Perth a resistir las sequías.

“Nos hemos vuelto un caso de estudio para otros países en términos de cómo hemos gestionado nuestra respuesta a un clima cada vez más seco”, explica Lugar.  Lo crucial ha sido el enfoque multifacético.

Por ejemplo, otra fuente de agua sin explotar es la lluvia, dice Scales. Así, “si reciclas el agua desechada y recoges la de lluvia que se drena en las cunetas, podrías abastecer a toda la ciudad”.

Sin embargo, convencer a la gente para que recicle y construya la infraestructura para recoger agua de lluvia podría tomar años, incluso décadas.

Lugares como Singapur, Bélgica, Windhoek en Namibia y Wichita Falls en Texas, Estados Unidos, ya han empezado a reciclar agua residual. Y también tendrá que empezar el resto del mundo, en vista de las sequías y el cambio climático, cree Scales. “No hay opción”.

– Marcus Woo

Lea la historia original en inglés en BBC Future

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