La labor de Casita María

El verano pasado vi un documental llamado “Rubble Kings” que muestra lo que pasó con los jóvenes en Nueva York y en El Bronx durante la década de 1970 cuando comunidades enteras fueron devastadas por una ciudad arruinada.

El verano pasado vi un documental llamado “Rubble Kings” que muestra lo que pasó con los jóvenes en Nueva York y en El Bronx durante la década de 1970 cuando comunidades enteras fueron devastadas por una ciudad arruinada. Recuerdo que quedé especialmente impresionada por una parte de la película que mostraba   a niños jugando entre los escombros porque muchas  escuelas y programas después de la escuela a los que asistían se habían perdido.  El resultado fueron pandillas callejeras  y  niños sin dirección y con la responsabilidad de resolver las cosas por sí mismo.

Como directora ejecutiva de Casita Maria Center for Arts & Education sé que los programas después de la escuela  juegan un papel importante en la creación de  un ambiente de aprendizaje seguro y supervisado, con profesionales, educadores y artistas que verdaderamente se preocupan por los ninos, las familias y la comunidad.  En la comunidad latina, los programas extracurriculares son aún más importantes porque los latinos enfrentan disparidades en la salud, la pobreza, y la vivienda, que afectan la educación y el bienestar de los niños.

Como una madre soltera que trabaja, los programas después de escuela fueron  fundamentales para ayudar a mantener a mi hija segura y supervisada. La registré para programas de verano y programas para después de clases que ofrecían clases de danza, gimnasia, natación y mucho más. Lo que es importante entender es que estudios demuestran que los niños que atienden programas después de la escuela de alta calidad ven progreso en los resultados de sus exámenes de matemáticas y lectura en comparación con los que no lo hacen y hay informes de disminución de la mala conducta y en el uso de drogas y alcohol.

Nacida en  un apartamento en el este de Harlem, Casita María se creó en 1934  para dar a los hijos de las familias latinas recién llegadas el apoyo educativo necesario para prosperar en su nuevo país. Hoy en día, desde un edificio de seis pisos  compartido con una escuela pública de la ciudad de Nueva York, nos enfocamos en las artes y la educación, y proporcionamos programas en la escuela y después de   ella, así como campamentos de verano.

Diana Candelario, una madre de Casita,  dice “Casita María me ayuda con el desarrollo y la educación de mis hijos. Ya que no sé bien el inglés, confío en Casita María para ayudar a mis hijos con sus tareas y trabajos escolares durante el programa después de la escuela. También confío en Casita con mis hijos durante los veranos a través del programa de campamento de verano”.

Los invito a encontrar el programa  después de la escuela más cercano y  explorar con su hijo si es adecuado para él y registrarlo. Será un paso importante para asegurarse de que su niño reciba un apoyo adicional para tener éxito en la escuela y en la vida. Los niños no deberían tener que resolver las cosas por sí mismos, como tuvieron que hacerlo en la década de 1970, especialmente cuando tienen adultos interesados ​​en sus vidas, tanto en el hogar, en la escuela, y después de clases.

-Haydee Morales es la directora ejecutiva de Casita María

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