El país europeo con más muertes por armas de fuego que Estados Unidos

Un código de honor medieval, conocido como Kanun, es en buena medida responsable de los crímenes violentos que se registran en Albania. Pero no es la única razón detrás de su elevada tasa de asesinatos

Amarildo y Nikolin Gjonluli temen ser asesinados por vecinos si salen de su casa en Albania. Una maestra acude a darles clases.

Amarildo y Nikolin Gjonluli temen ser asesinados por vecinos si salen de su casa en Albania. Una maestra acude a darles clases. Crédito: BBC

Los hermanos Amarildo y Nikolin Gjonluli han pasado toda su infancia confinados a una lóbrega casa situada a unos 150 kilómetros de Tirana, la capital de Albania, un pequeño país balcánico.

Ellos son tan solo dos de las víctimas calladas de Kanun, un código ancestral de honor que ampara una solución sangrienta a las disputas entre familias.

El tío de ambos mató a un vecino en 1993, y aunque fue condenado a 25 años de cárcel, la familia de la víctima –que vive a unos pasos de la casa– prometió vengar el crimen.

Los Gjonluli vivieron aterrorizados –y encerrados– desde entonces. La madre se suicidó cuando tenía 29 años, incapaz de soportar más el encierro.

Costumbre medieval

Numerosos albaneses rindieron tributo a una jovencita de 17 años asesinada por el código Kanun en 2012.

La costumbre del Kanun se originó hace unos 3.000 años y prohíbe que las ejecuciones se hagan dentro de las casas.

Los hermanos se encuentran entre las decenas de menores que viven prisioneros en sus hogares por temor a la violencia de las riñas entre familias.

Su temor está justificado: el Comité Nacional de Reconciliación de Albania estima que desde 1991, tras la caída del campo socialista, unas 12.000 personas han muerto por esta causa.

“El fenómeno de la venganza sangrienta también ha mostrado en las últimas dos décadas, caso por caso y, en general, las deficiencias de la lucha contra la criminalidad y la desconfianza de la comunidad hacia la policía y la justicia”, indicó un reporte de la organización no gubernamental Open Data Albania.

Más homicidios que en EE.UU.

Alfred Vukaj, de 17 años, cumple condena por matar a una persona y herir a dos cuando buscaba vengar la muerte de un tío.

Albania tiene una tasa de homicidios causados por armas de fuego más elevada que la de Estados Unidos.

En el país europeo dicha tasa es de 5,85 por cada 100.000 habitantes. En Estados Unidos es de 3,55.

En 1997, durante el colapso económico del país que condujo al caos, miles de personas saquearon depósitos de armas.

Se cree que hasta un millón de armas de fuego fueron a dar a manos de civiles.

Una serie de amnistías para entregar voluntariamente las armas, patrocinadas por Naciones Unidas, condujeron a la recuperación de muchas de ellas, pero todavía se cree que hay 210.000 en las calles del empobrecido país europeo.

Albania tiene menos de 3 millones de habitantes y uno de cada 13 posee un arma de fuego.

Durante el comunismo (1946-1991), la práctica del Kanun y la tenencia de armas estuvo estrictamente prohibida, pero tras la caída del régimen resurgió con fuerza inesperada.

Obstáculo para integrar la Unión Europea

Numerosas organizaciones no gubernamentales han tratado de frenar la práctica del Kanun.

El saldo letal del Kanun se ha convertido en un obstáculo para los intentos de Albania de integrar a la Unión Europea.

En 2013, varios miembros del parlamento europeo recomendaron otorgarle al país el estatus de candidato a la Unión Europea, pero advirtieron que ese tipo de crímenes debía ser contenido.

En esa ocasión, la diputada europea Marije Cornelissen dijo que al menos mil familias albanesas todavía estaban involucradas en la práctica del Kanun.

Pero el Kanun no es el único culpable de la violencia en Albania.

Los agentes policiales decomisaron numerosas armas en Lazarat, en 2014.

Un estudio realizado por el Instituto para la Democracia y Mediación muestra que el país ha registrado un crecimiento exponencial en los crímenes violentos entre 2008 y 2011, incluyendo un marcado crecimiento en crímenes como el asesinato, el robo con fuerza y el hurto.

Algunas localidades, como el pueblo de Lazarat, se convirtieron en centros de producción de marihuana.

La Unión Europea felicita a Albania por intervenir Lazarat

Se cree que el pueblo llegó a producir 900 toneladas al año. Y sus habitantes se armaron hasta los dientes para proteger su fuente de ingresos.

En 2014, 800 agentes de la policía asaltaron Lazarat, y fueron recibidos con morteros y lanzagranadas. Dos semanas después pudieron entrar al pueblo, donde decomisaron miles de armas.

Crímenes y corrupción

Alfred Vukaj mira a través de las rejas de la cárcel donde cumple una condena.
Los menores de edad víctimas pero también victimarios en Albania.

Para Artan Hoxha, decano de la Universidad Empresarial de Tirana, la cantidad de armas que circulan en las calles albanesas no juega un papel fundamental en el incremento de los delitos violentos.

“No se debe a que tenemos más armas”, aseguró en declaraciones al sitio web estadounidense Politico. “Las armas son constantes”, explicó.

En cambio, Hoxha considera que la crisis financiera que se fraguó en 2008 y afectó a las compañías albanesas, provocó un incremento en el desempleo y los ingresos fiscales así como un marcado descenso de las remesas, de las que depende en buena medida el país.

No en balde, en 2014, numerosos empresarios y funcionarios gubernamentales fueron víctimas de asesinos a sueldo que buscaban resolver así numerosas disputas.

COBERTURA SOBRE CONTROL DE ARMAS

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