¿Podrá el nuevo Fondo de Energía ayudar a los neoyorquinos pobres?
En tela de duda plan de Cuomo para reformar la forma de producir energía de bajo costo
Después de meses de discusión, los funcionarios estatales de energía aprobaron la semana pasada un nuevo fondo para proyectos de energía limpia en Nueva York, parte de un ambicioso esfuerzo de la administración del gobernador Cuomo para rehacer la forma de cómo la energía es generada, distribuida y pagada.
Incluso si se ha eludido la extensa cobertura en la prensa dominante, algunos analistas se han dado cuenta de la amplitud y la audacia de los planes de energía del gobernador Cuomo. Un blog de la industria energética ha dicho que “Nueva York está tomando sin duda el enfoque más ambicioso e integral para la reforma del mercado de servicios públicos”, y GreenTechMedia.com una vez lo llamó “el más ambicioso plan estatal de reforma del mercado de energía a nivel del país”.
Algunos defensores, sin embargo, temen que el audaz nuevo futuro de la electricidad en el Empire State podría dejar atrás a los neoyorquinos de bajos ingresos.
A principios de esta semana, una investigación de City Limits sobre un programa anterior de energía limpia encontró que había caído muy por debajo de las expectativas. Lanzado durante la administración del gobernador David Paterson, Green Jobs / Green New York tuvo como objetivo equipar a decenas de miles de viviendas, crear miles puestos de trabajo y ayudar a los hogares de bajos ingresos a participar en gran número, pero su rendimiento no estuvo acorde a las esperanzas iniciales.
Cuomo lanzó su propia iniciativa, denominada Reforming The Energy Vision (REV), en el 2014 cuyos principales objetivos son reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar el papel de las energías renovables en Nueva York. La REV se supone que debe ayudar a las empresas y los hogares a alcanzar esos objetivos medioambientales y al mismo tiempo la creación de empleos y la reducción de las altas tasas de electricidad del estado.
Nuevo mundo, vieja red
La idea detrás de REV es que el desafío del cambio climático y las innovaciones en cómo se genera la energía, son una mala opción para la forma como los neoyorquinos pagan por la electricidad. Hoy en día, los usuarios con paneles solares pueden vender energía sobrante a través de una red diseñada para enviar energía en otra dirección. La reducción del consumo de electricidad, mientras que por un lado es una bendición para el medio ambiente, plantea un problema para las empresas de servicios cuyos ingresos proviene de los cánones por uso. Y gran parte del alto costo de la electricidad en Nueva York, es por culpa de la gran brecha entre la necesidad promedio de energía y la demanda máxima, debido a que la costosa infraestructura que se requiere para satisfacer la demanda pico, tiene que ser apoyada a pesar de que por lo general no es necesaria. Es probable que haya una solución tecnológica a eso, pero el mercado aun no ha desarrollado algo para salir de este aprieto.
“Se está poniendo en tela de juicio la utilidad del viejo modelo”, dijo Anthony Giancatarino, director de política y estrategia del Centro para la Inclusión Social, al opinar sobre el REV. “¿Realmente podemos hacer que las emisiones de carbono vayan a la baja?, ¿podemos realmente conseguir la asequibilidad?, ¿podemos realmente invertir en energías renovables con un sistema anticuado?”
La iniciativa REV se supone que es para dar facilidades a los servicios públicos, usuarios, inversores, inventores y otros para reaccionar a esos desafíos. Una parte de la visión implica reescribir los reglamentos de los servicios públicos. Otro objetivo es para reducir la demanda de los clientes de la Autoridad de Energía de Nueva York, que genera energía utilizada por entidades públicas como el MTA, Autoridad Portuaria y de Vivienda (NYCHA).
La pieza final es el Fondo de Energía Limpia (CEF), que fue aprobada la semana pasada por la Comisión de Servicio Público del estado tiene como objetivo desarrollar un mercado para apoyar los cambios del sistema de energía que el estado necesita. Esto incluye NY-Sun, que ofrece inversiones de energía solar, y el NY Green Bank, para impulsar la inversión privada en energía limpia. También hay un fondo de desarrollo de mercado y una reserva de dinero para la innovación y la investigación. En total, el fondo tiene previsto gastar $ 5000 millones en 10 años. De acuerdo con la oficina del gobernador, debería ahorrar a los consumidores $ 39 mil millones en ese período.
La Autoridad de Investigación y Desarrollo de Energía del Estado de Nueva York (NYSERDA) se encargará de supervisar el Fondo de Energía Limpia, y se hará cargo de la mayor parte del trabajo que estuvo a cargo de Green Jobs / Green NY Program. Ya en 2009, las predicciones eran que la iniciativa crearía 14.000 puestos de trabajo y llevar a la reconversión de un millón de hogares, pero sólo generó un poco más de 1.000 puestos de trabajo y se generaron alrededor de 30.000 modernizaciones.
La iniciativa Green Jobs fue acreditada por la consecución de ahorros para muchos usuarios y clientes y por ser pionera en promover nuevos mecanismos de financiamiento para la energía limpia. City Limits encontró sin embargo, que los criterios de suscripción hizo difícil para algunas familias de bajos ingresos que calificaran para préstamos menores de Green Jobs / Green NY Program. Un proceso de aplicación compleja, las disparidades en el costo de vida, la reparación fundamental que se necesita hacer en algunos hogares, y la forma en que el programa fue dimensionando los costos y beneficios hicieron también que el programa se desacelerara.
La barrera más grande, de acuerdo a los defensores de las personas de bajos ingresos, fue que los pobres eran reacios a asumir la nueva deuda para pagar modernizaciones.
¿Lecciones aprendidas?
La NYSERDA no tuvo un representante disponible para una entrevista, por lo que no está claro si la agencia cree que la experiencia adquirida con Green Jobs ofrece lecciones para el diseño del Fondo de Energía Limpia. Pero hay señales de que la autoridad ahora capta mejor los retos de servir a los neoyorquinos más pobres.
“Los residentes de bajos y moderados ingresos están estresados financieramente, y carecen del capital o de la voluntad de asumir la deuda para cubrir la eficiencia energética y las inversiones de generación distribuida, a pesar del atractivo valor económico de estas inversiones”, puntualizó NYSERDA en un documento durante el proceso de aprobación del Fondo.
Al anunciar el Fondo la semana pasada, la oficina del gobernador señaló que “Por lo menos $ 234,500.000 debe invertirse en iniciativas que beneficien a los neoyorquinos de bajos y moderados ingresos durante los primeros tres años”.
Los defensores habían presionado para que se destine una mayor proporción a los hogares de menores ingresos, pero reconocen que lograron una victoria en conseguir cerca de $ 80 millones adicionales por año hasta el 2018.
Exactamente aunque es incierta cómo se reflejará la ayuda, de todas formas NYSERDA continúa elaborando varias partes del plan, incluida la relativa a los hogares de bajos y moderados ingresos.
La preocupación, dijo Jessica Azulay, directora del programa Alliance for a Green Economy, es que a pesar de su interés por la innovación, el Fondo de Energía Limpia todavía se basa principalmente en ofrecer al mercado, la energía más barata y limpia para los neoyorquinos.
“Soy muy escéptica en eso”, dijo. “El mercado tiende a favorecer a las personas con dinero. Ellos tienden a favorecer a las empresas que ya cuentan con ventajas. ¿Cuál será realmente la oportunidad para las personas de bajos y moderados ingresos en Nueva York? Si la oportunidad es ser capaz de ser un productor de su propia energía o gestionar mejor su demanda (a través de uso de la tecnología), las personas que no pueden pagar esto potencialmente van a quedar atrás”.
La REV probablemente generará grandes ideas, agregó Azulay, como la que la gente pueda contar con lavadoras y secadoras sin ningún tipo de ayuda para poder usarlas en momentos del día en que la demanda de energía es baja, pero en un entorno de mercado, esos electrodomésticos vendrán con un precio que podría estar más allá del alcance de algunos consumidores.
Teniendo en cuenta cómo la REV y el Fondo de Energía Limpia serán importantes para el futuro ambiental y económico del estado, la falta de conciencia pública es un problema. La oscuridad es en parte el resultado, sin duda, de lo que técnicamente complejo el tema se puede tornar. Pero Giancatarino cree que el gobierno estatal no ha logrado mantener a los neoyorquinos informados e involucrados: “Tienen que hacer un mejor trabajo en cuanto a la participación del público”.
Es una discusión, añade, que no sólo es a cerca de la energía eléctrica, sino también del poder social. Dada la enorme desigualdad en Nueva York, “No podemos hablar sobre el cambio de la red y al mismo tiempo no tener muy diferentes resultados sociales”, dijo. “Esta es una iniciativa transformadora y no podemos perder la oportunidad de pensar realmente acerca de la economía.
Leer versión en inglés en: CityLimits.org