México: enemigo o invisible en la campaña presidencial de EEUU

La mayoría de los precandidatos presidenciales de Estados Unidos parecen estar prometiendo una crisis en las relaciones bilaterales con México si llegan a ocupar la Casa Blanca o ignorando temas de gran importancia para la relación de ambos países.

Trump lanzó su campaña atacando a México, y la retórica continúa hasta hoy.

Trump lanzó su campaña atacando a México, y la retórica continúa hasta hoy.  Crédito: Larry W. Smith | EFE

La mayoría de los precandidatos presidenciales de Estados Unidos parecen estar prometiendo una crisis en las relaciones bilaterales con México si llegan a ocupar la Casa Blanca, indicaron expertos.

Sí bien varios precandidatos presidenciales han hablado sobre México, no ha sido de la mejor manera. En vez de planes de cómo van a intensificarse los lazos comerciales, ayudar a México a luchar contra el crimen organizado o atacar el flujo de armas ilegales de norte a sur, se ha hablado de frontera, muro y migrantes delincuentes.

Otros precandidatos han ignorado el tema por completo o se han limitado al tema de la inmigración o del flujo de drogas hacia Estados Unidos, como única preocupación respecto a México.

“En la elección para la Casa Blanca hay muchísimo en juego para México, pues nuestro presente y futuro está atado a Estados Unidos”, dijo Rafael Fernandez de Castro Medina, ex asesor de política exterior del anterior presidente de México Felipe Calderón y catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México. “Nunca había sido México mencionado tanto y sobre todo atacado tanto como en la actual primaria republicana”.

Tampoco ha sido un tema candente en la primaria demócrata, con excepción del tema migratorio, que es más un asunto doméstico de Estados Unidos, aunque interese a México.

“Me parece que la mayoría de los candidatos están prometiendo una crisis en relaciones bilaterales”, dijo David Ayón, analista político y antes asesor del Instituto México del Centro Internacional Woodrow Wilson. “Aunque Hillary Clinton representa un potencial distinto puesto que tiene el conocimiento y gente en su equipo que sí está muy conectada e interesada en México”.

Pero Clinton no ha hablado gran cosa de México en esta elección, al menos aún.

Para Vanda Felbab Brown, senior fellow del programa de política exterior del Instituto Brookins, la retórica de los republicanos, de ser electo uno de ellos podría llevar a peligrosos precedentes.

“Estas posturas radicales hacia México han alienado seriamente el gobierno y el público de ese país. Uno se imagina si Trump, por ejemplo, ganara la elección y por casualidad hubiera algún tipo de ataque terrorista de alguien que entrar por la frontera sur –lo que no ha pasado hasta hoy- la exagerada reacción que veríamos, con consecuencias económicas y contraproducentes desde muchos puntos de vista”.

Pasando lista contra México

Donald Trump lanzó su campaña con el ya famoso discurso en el que dijo que los mexicanos “traen drogas y crimen” por la frontera y su promesa más duradera y antigua de campaña, es la construcción del muro “con una bonita puerta”, por la que México va a pagar, sino de buena gana, confiscando sus remesas.

Ted Cruz cree que la solución al problema de la drogadicción en New Hampshire es “cerrar las fronteras”, como lo dijo en el debate del sábado. La ex secretaria de estado. Hillary Clinton dijo otro tanto en septiembre pasado durante una entrevista, señalando que hay que llevar la lucha a la frontera, para combatir el tráfico de heroína, aunque la precandidata demócrata propone una “solución más amplia y comprensiva”.

Marco Rubio bloqueó la confirmación en el senado de Roberta Jacobson como embajadora de Estados Unidos en México, porque ella fue una de las principales negociadoras de la apertura hacia Cuba. Hasta el sol de hoy, Estados Unidos no tiene embajador en México, gracias a Rubio.

roberta jacobson
Roberta Jacobson fue una del descongelamiento en las relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba.

Jeb Bush está casado con una mexicana y sus hijos son parte mexicanos, pero México no ha sido su fuerte en política –como lo fue para su hermano George- desde que dejó Texas para irse a Florida a hacer su carrera política en ese estado.

En general, las únicas menciones de México en lo que va de campaña presidencial se refieren a la inmigración no autorizada y la postura dura de precandidatos como Trump, Carson y Cruz, a los muros fronterizos y las drogas. Del lado demócrata la discusión se ha limitado al tema migratorio, donde Hillary Clinton, Bernie Sanders y el retirado Martin O´Malley, han prometido una reforma migratoria integral como también lo hizo Barack Obama en su momento, y George W. Bush en el suyo.

Parte del problema es que se trata de elecciones primarias, y en estas, los grupos importantes para los candidatos dentro de sus partidos responden mucho más a temas domésticos que internacionales. Pero la importancia del tema mexicano es comparativamente mucho mayor y recibe mucha menor atención que, por ejemplo, el tema cubano.

“Con todo lo que está en juego en las relaciones con México, sabemos que la fuerza y la influencia de los cubano americanos ha sido mucho más fuerte comparativamente en política doméstica”, dijo Felbab Brown.

México es el tercer socio comercial más importante de los Estados Unidos, el país de origen de 11.4 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos (incluyendo ciudadanos, residentes e indocumentados) y el que comparte 2,000 millas de frontera con Estados Unidos. De esos 11.4 millones de mexicanos, sin embargo, 51% está aquí ilegalmente, 16% son ciudadanosy 32% son residentes, de acuerdo a cálculos de PEW.

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