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Trump rechaza ofrecer disculpas por burlarse de esposa de Ted Cruz

Trump sigue liderando en las encuestas y acumulando delegados, pese a la serie de insultos que ha lanzado contra los inmigrantes, los veteranos de guerra, los discapacitados y, con mayor frecuencia, contra las mujeres

Ted Cruz y Donald Trump, precandidatos que se enfrentan en la recta final de la interna republicana.

Ted Cruz y Donald Trump, precandidatos que se enfrentan en la recta final de la interna republicana.  Crédito: EFE

WASHINGTON.- El magnate empresarial, Donald Trump, rechazó ofrecer disculpas este lunes por burlarse de la imagen de Heidi Cruz, esposa de su rival más próximo en la contienda presidencial, al afirmar que la reciente escaramuza con el senador Ted Cruz es un “asunto muerto”.

Trump sigue liderando en las encuestas y acumulando delegados, pese a la serie de insultos que ha lanzado contra los inmigrantes, los veteranos de guerra, los discapacitados y, con mayor frecuencia, contra las mujeres.

En una entrevista hoy con un popular programa conservador de Radio 620 WTMJ, en Wisconsin, Trump afirmó que la reciente difusión en su cuenta en Twitter de una controvertida imagen poco halagüeña de Heidi Cruz es un “asunto muerto”, y que prefiere centrar su campaña en la discusión de asuntos como el comercio y la seguridad fronteriza, entre otros.

Trump tampoco ofreció una explicación de sus burlas contra otras mujeres, como la presentadora de Fox News, Megyn Kelly, o de su otrora rival en la contienda republicana, la empresaria Carly Fiorina.

Sí defendió, por otra parte, su historial de contratar a mujeres en puestos ejecutivos clave en su organización, y afirmó que, al acudir a las urnas, las mujeres “tendrán que ver” sus acciones.

El programa radial, difundido en víspera de las primarias de Wisconsin el próximo 5 de abril, está cargo de Charlie Sykes, un presentador de noticias que, para gran sorpresa de Trump, se ha sumado al movimiento “#NeverTrump”, que busca evitar la nominación presidencial del empresario de Manhattan.

Campaña con chismes y en la alcantarilla

La contienda presidencial de 2016, al menos del lado republicano, ha adquirido matices propios de un “culebrón” o de tabloides amarillistas, que en contiendas anteriores no atraerían titulares en los medios tradicionales.

En esta ocasión, sin embargo, las campañas de Trump y Cruz, o grupos afines, han recurrido a ataques personales que causan nerviosismo entre el “establishment” político.

La semana pasada, Trump puso en su cuenta en Twitter un recuadro con una imagen desfavorable de Heidi Cruz y a la par otra de su esposa, la modelo Melania Trump, sugiriendo que ésta sería una primera dama más atractiva.

Trump había respondido así a un anuncio de un “súper comité de acción política” (Super PAC) que respalda a Cruz, en el que mostraba una imagen semidesnuda de Melania en la revista “GQ” antes de las votaciones en Utah la semana pasada.

El viernes pasado, además, la revista “National Enquirer” publicó un artículo que argumentaba que Cruz tuvo relaciones extramatrimoniales con cinco mujeres, apoyándose en rumores, fuentes anónimas e imágenes borrosas de dudosa credibilidad.

Pero el supuesto escándalo en la revista que ha dado su apoyo a Trump se regó como pólvora en las redes sociales.

Ante la disyuntiva de callar o denunciar los rumores, Cruz salió al paso del informe del tabloide amarillista, dando luz verde a la cobertura que ha tenido en los principales diarios del país.

El vaivén de ataques no quedó allí, puesto que, sin ofrecer pruebas, Cruz acusó a Trump “y a sus secuaces” de estar detrás de una campaña de difamación en su contra.

Trump, que es amigo de David Pecker, principal ejecutivo de la empresa propietaria del “National Enquirer”,  volvió a negar hoy estar detrás del controvertido artículo, pero también ha dejado en claro que seguirá atacando “al mentiroso de Ted Cruz”.

Presionado por Sykes sobre si alguna vez dejará de ser un tozudo al cometer errores, y ofrecerá una disculpa a Heidi Cruz, Trump, fiel a su naturaleza, dijo que Cruz “comenzó” el pleito y, reiterando el anuncio en Utah, contestó con otra pregunta: “Va a disculparse Ted Cruz?”

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