“Tengo un compromiso con la comunidad mexicana”
Ángelo Cabrera, el inmigrante que recibió el perdón de inmigración, ahora promoverá el DAPA y DACA desde el Baruch College
Ángelo Cabrera, el inmigrante mexicano que vivió 24 años bajo las sombras en Nueva York por ser indocumentado, celebró esta semana su retorno a la Gran Manzana, esta vez con visa y autorización para trabajar legalmente.
“Hoy día no solamente celebramos la historia de Ángelo Cabrera sino la historia de toda una comunidad”, dijo Cabrera, quien vino a Estados Unidos en 1990 cuando tenía 15 años en el marco de la ola migratoria que se dio desde la región mixteca de San Antonio Texcala, en el estado de Puebla.
En entrevista con El Diario, Cabrera, de 41 años, narró que cuando se asentó en Nueva York, trabajó como jornalero, vendedor de tamales y como dependiente en varios delis. Eso no impidió que su espíritu por salir adelante desmayara y con lo poco que ganaba, decidiera invertir en su educación, logrando dos títulos: en Ciencias Políticas y una maestría en Administración Pública.
Esta virtud fue advertida por Roberth C. Smith, profesor de la Escuela de Asuntos Públicos de Baruch College, quien se convirtió en su mentor y lo postuló para trabajar en su área. Desafortunadamente la condición de indocumentado de Cabrera sería el impedimento legal.
En esas circunstancias, Cabrera decide retornar a México para desde allí, gestionar el perdón de las autoridades migratorias y poder reingresar a Estados Unidos.
La sección de Admisibilidad de Inmigración y Aduanas del Departamento de Seguridad Interna negó la petición el 13 de agosto de 2014 y fue entonces cuando las organizaciones change.org, el portal político DaylyKos, varios funcionarios electos y el propio consulado mexicano iniciaron en Nueva York una cruzada para traer a Cabrera de regreso.
“Es destacable que cuando se trabaja en unión, se pueden lograr grandes cambios”, valoró Cabrera quien se mostró muy agradecido con todos los que apoyaron su causa.
“Lo mío hoy es volver a trabajar con la comunidad desde el contexto de las organizaciones no lucrativas, en proyectos para que nuestra comunidad tenga un mejor futuro”, reiteró.
Más de 25,000 personas, entre ellas organizaciones de base comunitaria firmaron la petición a las autoridades migratorias para que revisaran el caso, lo que ocurrió y finalmente Cabrera pudo reingresar a Estados Unidos y estar nuevamente en Nueva York desde finales de marzo.
“Muchas personas están pasando por mi misma situación y creo que mi caso refleja la necesidad de muchos otros”, enfatizó el inmigrante quien empezó a trabajar esta semana como especialista comunitario y de servicios sociales en el Departamento de Asuntos Públicos de Baruch College, que es parte del sistema universitario de la ciudad (CUNY).
Durante la espera de dos años en en México, se dedicó a compartir su experiencia y a trabajar en una universidad en Puebla con estudiantes que habían sido deportados.
Cabrera será el responsable de desarrollar proyectos específicos de inmigración enfocados en la comunidad hispana y la mexicana en particular. Detalló por ejemplo que su misión estará enfocada en tres ejes. El primero, con estudiantes DACA para seguir promoviendo la acción diferida, trabajando en investigación de campo en esa área. El otro, para apoyar campañas que ayuden a la inscripción de estudiantes de la comunidad mexicana al sistema universitario de CUNY y el tercero para promover la inscripción de niños, para que puedan empezar su educación a edad temprana.
El inmigrante insistió que su caso representa la oportunidad para que otras miles de personas puedan, de alguna forma, ver que hay una luz al final del túnel.
“Ahora que tengo la oportunidad de salir de las sombras gracias a Dios y con autorización para trabajar, tendré la oportunidad de contribuir de manera más profunda en apoyo de la comunidad migrante mexicana.Considero que es importante recalcar que hoy que se está debatiendo DAPA y DACA en la Suprema Corte, este es un primer paso para continuar la lucha de promover una reforma migratoria”.
Mientras alternaba su trabajo y los estudios, Cabrera nunca dejó de lado su pasión como activista comunitario en organizaciones no lucrativas, alcanzando de esta forma además establecer una sólida relación con el consulado mexicano.
En 2001 creó la organización Mexican-American Studens Alliance (MASA), con sede en El Bronx, dedicada a orientar a los jóvenes inmigrantes que querían continuar sus estudios universitarios y a impartir clases de inglés a los padres de éstos.
Cabrera tiene objetivos claros. “Ahora lo más trascendente es insistir para que la Suprema Corte acceda a dar paso a las acciones ejecutivas presidenciales sobre lo es que es DAPA y DACA”.
La Acción Diferida para Responsabilidad de los Padres (DAPA), y la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA),también conocidos como alivios migratorios, firmados por el presidente Barack Obama en noviembre de 2014, beneficiarán a unos 5 millones de indocumentados de los casi 11.3 millones que viven en Estados Unidos.