Exteniente de Pinochet afrontará juicio por tortura y muerte de cantautor Víctor Jara
Jara, autor de canciones de protesta e ícono del movimiento izquierdista en América Latina, murió en el Estadio Chile pocos días después del golpe de Estado en 1973
WASHINGTON.- El cantautor chileno, Víctor Jara, murió con las manos machacadas y el rostro y cuerpo ensangrentados por los culatazos que recibió pero, en dos semanas, un exteniente del fallecido dictador, Augusto Pinochet, afrontará juicio por su muerte hace 43 años.
El Center for Justice and Accountabilty (CJA), que entabló una demanda en 2013 en nombre de la familia de Jara, dijo hoy en un comunicado que el juicio civil contra Pedro Pablo Barrientos Núñez se llevará a cabo entre el 13 y 29 de junio próximos en Orlando (Florida).
Barrientos Núñez, que reside en Deltona (Florida) desde finales de los años ochenta, es solicitado por la justicia en Chile por ser autor material de la tortura y asesinato de Jara, un popular cantautor de canciones de protesta e ícono del movimiento izquierdista en América Latina.
Su juicio en Florida será la primera vez que un exoficial militar chileno es llevado ante la Justicia en EEUU por su papel en la muerte de Jara.
Durante el juicio, los abogados presentarán pruebas y testimonios de familiares y académicos contra Barrientos Núñez “por su implicación en la tortura y muerte del ícono social chileno Víctor Jara”, djo CJA en un comunicado.
El objetivo de la demanda es que el jurado declare culpable a Barrientos Núñez por la ejecución sumaria de Jara y autorice indemnización y daños punitivos.
Jara, autor de lemas como “Plegaria a un labrador“ “El derecho de vivir en paz” y “Ni chicha ni limoná”, murió en el enblemático Estadio Chile el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe de Estado contra el entonces presidente Salvador Allende.
Ese 11 de septiembre, acompañado siempre de su guitarra, Jara llegó listo para cantar en un acto de Allende en el recinto de la Universidad Técnica del Estado (UTE), donde el entonces mandatario pensaba convocar un plebiscito sobre su permanencia en el poder.
Pero hubo toque de queda, y unos 600 académicos, estudiantes y activistas, incluyendo Jara, se quedaron en la UTE, de donde fueron sacados por un grupo de militares a punta de golpes y metralletas, y llevados al Estadio.
El cadáver acribillado de Jara, con las manos hinchadas y ensangrentadas, fue encontrado en una pila de otras 30 a 40 víctimas fusiladas que fueron trasladadas del Estadio y arrojadas a un sitio aledaño al Cementerio Metropolitano.
Según testimonios recogidos en 2013 por el diario “La Nación” de Chile, Jara fue torturado hasta el punto que “casi le estalla un ojo”, tenía el cuerpo cubierto de hematomas, y recibió 44 balazos.
El propio Jara, pálido y débil, describió al periodista Sergio Gutiérrez, uno de los detenidos, su suplicio: “mira mis manos… me las machacaron para que nunca volviera a tocar la guitarra…”, destacó el diario.
El músico de extracción popular ha servido de inspiración para artistas como Bruce Springsteen, U2, Joan Baez y “The Clash”, y su muerte prematura, a los 40 años de edad, se ha convertido entre la izquierda latinoamericana como un símbolo de las miles de víctimas de la dictadura de Pinochet hacinadas en el emblemático Estadio Chile.
Allí fueron a parar estudiantes, activistas, intelectuales, periodistas, y defensores de los derechos humanos, que denunciaban la represión de Pinochet. Muchas de las víctimas hacinadas en el Estadio aún no han sido identificadas.
La demanda de CJA, con sede en San Francisco (California), cuenta con la ayuda del bufete legal Chadbourne & Parke LLP, que presentó una demanda civil el 4 de septiembre del 2013.