Auditoría: ACS puso en peligro a menores del programa Close to Home

Estudio de la Contraloría fue realizado en el 2015 y la Administración de Servicios Infantiles asegura que desde entonces ha habido mejoras drásticas en favor de los niños

El contralor de la Ciudad Scott Stringer le envió una carta a la Comisión de Derechos Humanos para tomar medidas acerca de los caseros que discriminan en contra de los desamparados.

El contralor de la Ciudad Scott Stringer le envió una carta a la Comisión de Derechos Humanos para tomar medidas acerca de los caseros que discriminan en contra de los desamparados. Crédito: Oficina del Contralor / Suministrada | Oficina del Contralor//Suministrada

La Administración de Servicios Infantiles (ACS) falló en el cuidado, la seguridad y los servicios de rehabilitación que ofrece a más de 560 niños que fueron ubicados en el programa Close to Home, al no supervisar ni asumir con responsabilidad la vigilancia de los menores y los proveedores al cargo de su cuidado.

Así lo revelan los resultados de una auditoría realizada por la oficina del Contralor Scott M. Stringer, que asegura que los menores han estado viviendo en situaciones de riesgo potencial.

“Si ACS no está haciendo su trabajo, ellos no pueden saber si el programa está funcionando para estos niños y si sus condiciones de vida son seguras”, aseguró el contralor.

“Al fallar en la conducción puntual y consistente de las visitas en los sitios, ACS está poniendo directamente en peligro a estos niños. Es indignante que la agencia de la ciudad a cargo de este programa no tenga ni idea de si las ventanas están cerradas, si los niños se están comportando, o si el personal está haciendo su trabajo”, dijo el funcionario. “Con niños de tan solo siete años de edad en este programa, definitivamente es inaceptable que nadie pueda decir que estos sitios son seguros”.

El programa Close to Home fue puesto en marcha en el 2012 con la intención de ubicar a niños entre 7 y 15 años de edad a quienes la corte de Familia ha determinados que cometieron alguna conducta errónea y que no requieren un sitio asegurado para su rehabilitación

Este programa permite que los niños vivan en un ambiente de casa más cerca de sus familias y comunidades, en vez de ir a un centro de detención, con el fin de proporcionar una transición más fácil a la sociedad.

Las inspecciones adelantadas por el Departamento de Investigaciones de la Contraloría durante el año fiscal 2014-2015 determinaron que ACS puso en riesgo la seguridad de los menores, a través de una mala gestión generalizada, al no reunirse con ellos ni con sus familias para asegurarse de que estaban recibiendo la ayuda que necesitaban y evaluar el progreso que estaban teniendo.

Detalles básicos como recibir una llamada telefónica por parte de ACS durante la primera semana en la que los niños ingresaron al programa, no fueron tenidos en cuenta. Los auditors tomaron una muestra de 9 menores que estuvieron en el programa y tan solo uno recibió la llamada inicial.

Asimismo el informe determinó que en las primeras dos semanas en las que los menores entraron al programa, solo 6 de 9 recibieron una visita en persona por parte de representantes de ACS.

Y contradiciendo el principio del programa, que pretende mantener sólidos los lazos de los menores con sus familias, en los primeros 60 días en los que los niños están en estos sitios, solo 1 de 9 tuvo la visita de sus padres o guardianes legales.

Las políticas de ACS requieren que el personal de la agencia contacte a los padres de los menores cada mes, pero en el 86% de los casos no hubo evidencia que mostrara que eso se hizo.

En la auditoria, la oficina del Contralor emitió varias recomendaciones a la Agencia de Servicios Infantiles, entre ellas que periódicamente verifique que los niños que se encuentran en el programa Close to Home estén recibiendo los servicios que necesitan.

Asimismo urgió a esa agencia para que desarrolle un sistema para que los supervisores puedan asegurarse de que el personal está hacienda visitas personales cada mes.

Por otro lado, le hizo un llamado a ACS para que se asegure de que los menores puestos en el programa Close to Home hablen con el personal de la agencia sobre incidents que ocurran en esos sitios como altercados, y lesions, así como ausencias del lugar sin permiso legal

“Todos los niños del programa Close to Home merecen una oportunidad de volver al camino correcto, pero la Administración de Servicios Infantiles y la mala gestión de no supervisarlos les está robando esa oportunidad”, aseguró el contralor. “El liderazgo de ACS ha abdicado su responsabilidad de proporcionar supervisión a este programa sin responsabilizar a los proveedores”.

Tras conocer el reporte, ACS aseguró que la investigación no corresponde con la situación actual del programa, pues fue conducida hace más de un año, y durante todos estos meses han estado trabajando fuertemente para mejorar sus fallas y garantizar que los niños no corren peligro.

“La seguridad de nuestros jóvenes y las comunidades es de suma importancia. Durante el año pasado, ACS ha añadido personal con experiencia para controlar la seguridad de los programas, contado con la policía de Nueva York para evaluar la seguridad en todos los lugares del programa Close to Home”, dijo la Agencia de Servicios Infantiles, a través de un comunicado, donde recalcaron que desde el 2013 han cerrado tres programas que no pudieron cumplir con sus estándares.

Cabe recordar que en julio del 2015, la defensora del Pueblo Leticia James y 10 niños de hogares de crianza presentaron una demanda contra ACS y la Oficina Estatal de Nueva York de Servicios para Niños y Familias (OCFS) aduciendo que no los protegían contra malos tratos. Asimismo aseguraban que no garantizaban que los servicios prestados fueran eficaces ni de calidad aceptable.

Datos y hallazgos de la audioría al programa Close to Home de ACS
-Al momento de la auditoría 560 menores estaban en ese programa
-La Ciudad invirtió $94.9 millones en su manutención.
-El valor gastado en promedio por cada menor fue de $169,480.
-Hasta Julio del 2014 nueve proveedores fueron contratados en 32 lugares alrededor de la ciudad.
-ACS evalúa las necesidades de los niños puestos en el programa y generalmente están allí durante períodos de 6 o 7 meses.
-En las residencias que no necesitan seguridad especial, los menores están supuestos a asistir a la escuela, recibir atención médica o servicios de abuso de drogas, participar en actividades recreativas y tener llamadas y visitas de su familia y del personal de ACS.
-En abril del 2015 los auditores de ACS encontraron que a pesar de que “Boys Town”, que manejaba seis lugares en Brooklyn y Queens, había sido puesto bajo vigilancia 15 meses antes de su clausura, no corrigió sus fallas en todo ese tiempo y no se tomaron medidas.
– ACS no tenía una lista exacta de todos los proveedores que habían sido puestos bajo monitoreos elevados ni el estado de las acciones correctivas, lo que potencialmente ponía en riesgo a los menores.
-Cuando los auditores recibieron la lista, la agencia excluyó a siete sitios operados por el proveedor SCO en Brooklyn, Queens y el Bronx, que fue puesto bajo monitoreo alto en el 2013.
– ACS no realizó un seguimiento adecuado de los pasos que los proveedores sobre la vigilancia aumentada o el estado de las acciones correctivas estaban tomando para corregir los problemas, lo que podría dejar a los niños en situación de riesgo.
-Dos terceras partes de los hogares del programa Close to Home no recibieron visitas sorpresa en el 2014 y ACS falló en visitar dos lugares operados por Children’s Village durante todo el año, dejando a los menores a su suerte.

En esta nota

ACS Contralor Scott Stringer

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