¿Por qué los coreanos le temen a los ventiladores?
La "asfixia por ventiladores" ha sido considerada como una de las principales causas de accidentes durante el verano en Corea del Sur
¿Qué pasa si duermes en una habitación cerrada con un ventilador encendido? “Oh, te mueres “.
Esa es la respuesta más común que el profesor de folklore coreano Tim Tangherlini ha recibido de parte de surcoreanos a lo largo de su trayectoria de más de 20 años como académico en la Universidad de California (EEUU).
Han pasado décadas desde que se originó el “mito” en el país asiático de que el aire de los ventiladores que circula en un espacio cerrado puede causar hipotermia, sofocación e inclusive convertir las moléculas de oxígeno en dióxido de carbono, hasta causar la muerte.
“Esta es una de esas creencias que, al ganar tanto significado en la sociedad, permanece en el tiempo “, le explicó a BBC Mundo Tangherlini.
No sólo la gente del común -especialmente la de mayor edad- percibe a los ventiladores como posibles armas mortales. El gobierno también los considera así.
En 2006, la Junta de Protección al Consumidor de ese país, institución financiada por el Estado, señaló a la “asfixia por ventiladores eléctricos y aparatos de aire acondicionado” como uno de los cinco accidentes más comunes durante el verano, según medios de comunicación locales.
Y cinco años después, el diario en inglés The Korean Herald, con sede en Seúl, reportó la muerte de un hombre de 59 años identificado como Min, que fue encontrado por la policía con un ventilador encendido apuntándole directamente.
¿Cómo se originó este miedo hacia los ventiladores en la sociedad surcoreana?
¿Ahorro eléctrico?
La teoría más extendida sobre el origen de esta creencia se remonta a la década de los años 70, durante el gobierno de Park Chung Hee, quien se convirtió en presidente en 1961 y fue asesinado 18 años después, cuando todavía estaba en el poder.
Durante esta época, muchos surcoreanos fueron capaces de comprar ventiladores eléctricos y los utilizaron tanto que los sistemas de energía empezaron a sobrecargarse.
Para reducir el consumo, el gobierno propagó el rumor de que si se dejaban encendidos durante la noche, había un potencial riesgo de morir , según un reportaje de la revista asiático-estadounidense Hyphen. Aunque no la desmiente, Tangherlini ha recolectado testimonios de surcoreanos que le han contado de otras causas.
Durante la década de los 80, muchas viviendas rurales se calentaban en invierno con bloques de carbón vegetal que hacían circular gases calientes por una serie de tubos debajo de los pisos.
Las pobres condiciones de infraestructura ocasionaron fugas que, en algunos casos, terminaron en la muerte de familias enteras por asfixia con monóxido de carbono, explicó el profesor.
“A partir de esas tragedias, comenzó la creencia popular de que si dormir encerrado en invierno podía matarte, hacerlo en verano también“, dijo.
Seguir creyendo
A pesar de que Corea del Sur se ha modernizado y varios científicos han intentado desacreditar esta leyenda urbana, el mito persiste.
Durante el verano del año pasado, un anuncio de televisión promocionaba un ventilador específicamente diseñado para la seguridad de los niños. El comercial aseguraba que el aparato se apagaba automáticamente luego de dos horas con el fin de prevenir una posible asfixia o hipotermia.
El temporizador es una de las características que más destacan algunos vendedores surcoreanos, según un reportaje realizado allí por la radio pública estadounidense NPR.
“Me aseguro de que el reloj automático esté programado y de que los vientos soplen suavemente“, le dijo el comerciante Kim Yong Ho al medio de EEUU en 2015 cuando lo consultaron sobre cómo protegía a sus nietos de los aparatos.
– Patricia Sulbarán Lovera