¿Qué hay detrás de los seis muertos de Oaxaca?

Magisterio disidente radicaliza su movimiento, jornda violenta deja saldo mortal

Horas de violencia en la entidad.

Horas de violencia en la entidad. Crédito: EFE

MÉXICO – La muerte de seis personas –comerciantes, estudiantes y funcionarios públicos- en la región mixteca de Nochixtlán durante los enfrentamientos entre policías federales, profesores y simpatizantes políticos del sindicato Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tiene como trasfondo altas dosis de dinero y poder que perdieron los dirigentes gremiales.

“Los líderes de la organización estuvieron durante décadas acostumbrados a negociar el apoyo de los maestros y la estabilidad social a cambio de control político y dinero”, observó Javier Romero, analista de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Con la Reforma Educativa perdieron esos privilegios pero en Guerrero, Michoacán y, principalmente Oaxaca, los líderes han sido más reticentes a aceptarlo”.

Desde el año 2014 la Reforma Educativa obligó al magisterio del país agremiado en un sindicato único a someterse a un sistema de evaluación que les permite garantizar su puesto laboral y a los aspirantes a dar clases en la Secretaría de Educación Pública (SEP) a presentar un examen de admisión del que anteriormente sólo los dirigentes se beneficiaban.

Los directivos y sus aliados vendían y heredaban plazas así como horarios de clases según sus conveniencias económicas y según el poder de compra del interesado.

Según documentos de maestros inconformes reportados por el diario Reforma, la sección 22 de la CNTE en Oaxaca ?una de las principales impulsoras del bloqueo carretero en Nochixtlán que desató el enfrentamiento del fin de semana con los federales- cobraba hasta unos 12,000 dólares para permitirle a un profesor dar clases en las escuelas públicas.

Para mediados de 2015 el gobierno apretó la tuerca a la sección 22 al quitarle 310 espacios en la estructura de organización de la educación local a través de los cuales contrataba altos puestos directivos de confianza.

El 23 de julio de ese mismo año congeló una cuenta de banco Santader donde alrededor de 81,000 agremiados depositaban sus cuotas sindicales sin transparencia alguna para alrededor de seis millones de dólares anuales en su equivalente en pesos.

A cada acción gubernamental sobrevenía un sin número de marchas y bloqueos en el estado. “No bajaremos la guardia contra la Reforma Educativa y por la educación pública y gratuita”, declaraba una y otra vez Rubén Nuñez, líder de la sección 22, quien finalmente fue arrestado el pasado 12 de junio junto con el secretario del gremio Francisco Villalobos.

Ambos dirigentes se encuentran en proceso judicial acusados de operaciones con recursos de procedencia ilícita y lavado de dinero por alrededor de 7.5 millones de dólares procedentes de comisiones cobradas a los profesores por servicios y venta de productos de empresas fantasma.

LOS ALIADOS DE LA CNTE

“Es una irresponsabilidad decir que no fueron ellos cuando hay videos donde se ven a policías disparar”, comentó la diputada Rocío Nahle, coordinadora del grupo parlamentario de Morena, el único partido que a través de su líder, Andrés Manuel López Obrador, ha apoyado de manera abierta el movimiento magisterial de marchas y bloqueos.

Para Nahle, el saldo mortal del fin de semana en Oaxaca se hubiera evitado si el gobierno hubiera escuchado a los maestros en su petición de abrir mesas de diálogo. “Ellos llevan una semana en la Ciudad de México y no los ha querido recibir ni el secretario de Gobernación ni el de Educación Pública”.

Otras organizaciones civiles locales también han engrosado el movimiento de la CNTE entre las que se encontraban partidarios de las víctimas (ninguno era maestro), entre ellas, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, el Frente Popular Revolucionario y el Frente Popular Democrático con corte izquierdista.

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