No pases por ignorante…

No hay que apurarnos a ofender, criticar y hasta juzgar sin conocer detalles

No hay que criticar a las personas por ciertas acciones sin antes conocer las costumbres de su cultura.

No hay que criticar a las personas por ciertas acciones sin antes conocer las costumbres de su cultura. Crédito: Shutterstock

Me acuerdo perfectamente el día en que entré a un baño público en un aeropuerto de Estados Unidos y me encontré con un escenario que por lo menos para mi, no era nada normal. De hecho, me quedé parada unos cuantos segundos mirando lo que ocurría hasta que caí en cuenta que no era asunto mío, y seguí de largo.

En ese baño, había dos mujeres sin zapatos lavándose los pies en el lavamanos público. No entendí porqué lo hacían con tanta naturalidad pese a que todas las mujeres que entrábamos al lugar, con o sin intención, nos quedábamos sorprendidas. Algunas hasta hablaban entre si y se reían de ver como estas chicas limpiaban sus pies con tanto afán y sin pena alguna enfrente de todas.

Cuando salí, pude escuchar los gritos e insultos de la señora encargada de la limpieza. La mujer empezó a decirles “cochinas” “maleducadas” y a gritarles muy molesta que se salieran del baño. En un momento quise decirle a la mujer que bajara la voz, pero honestamente y en ese momento, yo tampoco entendí el comportamiento de las dos chicas, a quienes no les importó que la señora les estuviera gritando y en silencio siguieron.

Bien dicen amigos míos que, “Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas”. Verán por qué lo digo.

Pues imagínense que semanas después, tuve la oportunidad de hacer un viaje a un país donde la mayoría de la gente es musulmana. Al llegar a ese país, noté que en los baños públicos habían duchas para los pies. Después aprendí que como parte de su costumbre, deben lavarse los pies antes de orar.

El primer pensamiento que se me vino a la cabeza fue la imagen de esas mujeres lavándose los pies en el lavamanos de ese baño público en Estados Unidos. Pude escuchar en mi cabeza, las fuertes palabras y ver las penetrantes miradas de la gente a esas mujeres quienes sin pena alguna se habían quitado los zapatos para según ellas, purificar sus pies.

Les confieso que me sentí ignorante y arrepentida de no haberlas podido defender. Si hubiera sabido, le hubiese podido explicar a la encargada del mantenimiento que las mujeres se estaban lavando sus pies para orar y que debíamos respetar su cultura.

En lo personal, fue una lección para mi vida en todo aspecto. Creo que con mucha frecuencia nos apuramos a ofender, criticar y hasta juzgar sin conocer detalles. ¿Cuántas veces no pasamos por ignorantes al opinar acerca de algo sin tener la menor idea de lo que está ocurriendo?

Espero sus comentarios,

Carolina Sarassa

@CarolinaSarassa

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