¿Tasas bajas? Rebajemos nuestra deuda
Con intereses como los actuales es un gran momento para consolidar y pagar menos o más cómodamente las obligaciones de dinero
Nadie lo hubiera imaginado hace un año. Ni hace seis meses. Las tasas de interés no están subiendo mientras la economía de EEUU mejora ni la Reserva Federal parece tener prisa por hacerlo. El interés de los bonos del Tesoro, que dan cuenta de las tasas hipotecarias están de nuevo en bajos históricos.
El llamado Brexit (el proceso que en algún momento iniciará el Reino Unido para desligarse de la UE) y otras incertidumbres globales, como las elecciones de este año, están manteniendo bajo el precio del dinero.
Para quien esté pensando comprar una vivienda, allá donde los precios aún sean asequibles, está de enhorabuena, así como quien quiera refinanciar la que tenga. Pero además hay otro grupo de personas que en el corto plazo también pueden beneficiarse de este momento: quienes tengan deudas.
Por la razón que sea, facturas médicas, presupuestos ajustados, gastos imprevistos (se rompió el carro o el frigorífico), desempleo, etc, puede que se hayan empezado a acumular las deudas. Facturas impagadas, tarjetas de crédito con balances… Ahora es un buen momento para consolidar, unir todo lo que se debe, a una tasa de interés que puede ser una carga mucho más ligera que en cualquier momento.
¿Cómo? Aquí les dejamos tres ideas
1.- Aproveche las ofertas iniciales de tarjetas de crédito. Muchos emisores de tarjetas están ofreciendo 0% durante meses, al menos un año, por lo que si no se puede pagar todo el balance que se debe cada mes, se puede establecer un plan de pagos por el plazo de duración de la tarjeta.
Puede pagar la deuda que tiene con el límite de crédito que le den, que será mayor cuanto mejor sea su historia crediticia. El coste será de 0% si logra pagarlo en el plazo aunque algunas tarjetas cobran comisiones de transferencias de deudas, un 3% suele ser habitual. Lea la letra pequeña porque no todas lo hacen y cuando eso ocurre, consolidar la deuda sale gratis. Si no quiere mantener esa tarjeta cuando su costo suba, cancelarla no suele reflejarse negativamente durante mucho tiempo en su informe crediticio porque contiene una historia breve de su forma de operar financieramente.
2.- Pida un préstamo personal por el valor del total de la deuda para zanjar ésta. Puede incluir las deudas de tarjetas con altas tasas de interés si tiene este tipo de obligaciones. Con este tipo de préstamos simplifica sus finanzas y paga una cantidad fija mensal durante plazos que normalmente varían entre los dos o cinco años. La tasa de interés depende del puntaje crediticio que tenga pero también hay que prestar atención a los costos de inicio (entre el 1% y el 6% que no todos los prestamistas cargan) y otras comisiones.
Si devuelve a tiempo lo que debe puede además ir mejorando su historia crediticia. Algunos prestamistas, sobre todos los más novedosos del mercado están mirando, además del puntaje crediticio, otras medidas para asegurarse que se puede confiar en la persona como pagos de facturas a tiempo, nivel de ingresos y gastos….
Hay prestamistas que acepta a un consignatario que si tiene buen puntaje crediticio puede rebajar la tasa de interés.
3.- Solicite un préstamo contra su propiedad. En caso de tener una vivienda puede pedir un préstamo sobre ella. El valor máximo dependerá mucho de la tasación de su casa. Normalmente tienen los costos más bajos y además las tasas de interés en muchos casos son deducibles. Tiene gastos de originación y tiene que tener claro que ha de pagarlo porque pone en juego su propiedad que es el aval de ese préstamo. De nuevo, el puntaje crediticio del deudor es clave para garantizar el pago más cómodo.