Michel Duval defiende los cambios en ‘Señora Acero 3’
Promete que su 'Salvador Acero' seguirá sorprendiendo
A tan solo horas del comienzo de ‘Señora Acero 3, La Coyote’ a las 10/9 PM Centro por la cadena Telemundo, Michel Duval nos confiesa que está muy entusiasmado de ser de los actores que regresan para mezclar el viejo mundo del narcotráfico de las temporadas anteriores, con el de los coyotes y la migración del nuevo.
Michel es Salvador Acero, el hijo de Sara (Blanca Soto), quien ha muerto y por lo tanto él queda al frente del negocio del tráfico sin imaginar que en una parte del mundo tiene una hermana de sangre, Vicenta (Carolina Miranda), quien más adelante, al saber si verdadero origen, se convertirá en la verdadera ‘Señora Acero’.
Hablamos en exclusiva con el hijo de Consuelo Duval sobre los cambios en la serie, en su personaje, y un adelanto de todo lo que todavía le falta sufrir a Salvador.
Pregunta: Tu personaje está desde el comienzo y le ha pasado de todo, ¿seguirás sufriendo?
Michel Duval: La única historia que te cuentan desde el principio es la de Salvador, quien comienza con 7 años, ahorita tiene 23. Es la historia más trágica que he visto en mi vida y lo que me impresiona es que él siempre sigue adelante, obvio de una forma diferente. Tuvo que madurar antes de lo que debía, y ahora más que le toca encargarse del negocio, es el heredero de la sangre Acero y piensa que es el único, pero de repente aparece su esperanza, que también es familia, Vicenta, su hermana. Cuando se da cuenta que no está solo, ella se vuelve su prioridad, él se encarga de hacerle ver que no está sola porque Vicente, su papá no fue muy bueno con ella, de hecho casi hasta la manda a matar para que Sara no se enterara que le puso el cuerno. El único problema es que Vicenta odia a los narcos, y Salvador es narco… Es una bonita historia de amor porque él le quiere hacer entender que ella es la nueva ‘Señora Acero’.
P: ¿Cómo compones este personaje tan fuerte sin caer en lo obvio?
SD: Sonará raro pero ya desde la segunda temporada Salvador vive en mí, hay veces que dice cosas que no están en el texto pero me obliga a decirlas. Él ya está ahí. Yo esta carrera me la tomo muy en serio, estudié por más de 10 años actuación, tres años me fui a Los Angeles a estudiar solo. También estuve en el conservatorio de música porque canto y compongo, entonces le tengo respeto al arte, creo que estoy bendecido porque traigo el talento desde chiquito por mi mamá (Consuelo Duval), y por mis abuelos que también eran cantantes, pero me tocó a mi desarrollarme, por eso estoy muy agradecido que me dieron la oportunidad de volver a ponerme en los zapatos de Salvador, y llevarlo a un lugar totalmente diferente y no encasillarme, el punto es enseñar ese cambio, me rapé, ya es un ‘Señor Acero’. La vida es injusta con él, en la tercera temporada le van a quitar dos cosas que lo van a dejar muy muy loco, pero va a seguir.
P: El hecho de que, entre los cambios, se cambiara a la protagonista al salir Blanca Soto y entrar Carolina Miranda, ¿te preocupa?
MD: Es la primera vez que Telemundo se echa un riesgo así, y yo estoy muy agradecido con la empresa, es mi casa, por eso mismo estoy aquí. Con el apellido que traigo tengo el pase de acceso a muchas cosas, pero eso no es la onda, yo estoy aquí por mí solito, por mi talento, estoy en una casa en donde soy yo el que trae por primera vez el apellido Duval… Le invirtieron tanto coco, y tanta importancia a este proyecto que supieron como librarla, porque si tú ves tiene todo para que le pudiera haber ido mal, pero ellos supieron como agarrar esa olita y ponerlo arriba, y la gente se va a dar cuenta de eso… Yo debo confesar que si pudiera conocer un lugar de este mundo, quisiera conocer el cerebro de Stopello (escritor de la serie) porque no sé de donde saca no solo tantas ideas, sino como unir y ligar para que no se vea forzado. Y la verdad es que te enamoras de otras historias, nadie es indispensable, y menos en una serie de narcos en donde en la segunda temporada mataron ya a 14 personas estelares, aquí queda muy claro que nuestro escritor no tiene miedo de contar las cosas como son, y eso es que la gente lo agradece. Nos da libertad de ser más orgánicos y no estar limitados a algo. Es la primera vez que yo considero a un escritor mi familia, es una relación muy bonita, es un genio.