¿Tequila y automóviles? La impensada alianza entre José Cuervo y Ford
Puede parecer una unión improbable, porque a la hora de conducir el alcohol es señalado como un peligro. Pero la compañía automotriz de EE.UU. quiere usar la fibra del agave del que se destila el tequila para su propia producción. ¿Para qué exactamente?
Tequila y automóvil, una mala combinación en las calles.
Pero eso es justamente lo que dos compañías del ramo buscan mezclar para fabricar bioplástico, un material producido a partir de substancias naturales reutilizables y biodegradables.
La automotriz estadounidense Ford está haciendo pruebas de bioplástico a partir de fibras de agave, la planta de la cual se destila el tequila.
Gracias a la durabilidad de esas fibras naturales, los ingenieros están probándolas para crear arneses de cables, partes plásticas de las puertas como los compartimientos inferiores, tapetes de camiones, espumas y aislamientos, le explica a BBC Mundo John Cangany, vocero de Ford.
“Nuestros experimentos han mostrado que los bioplásticos a partir de agave cubren todos los requerimientos de desempeño y especificaciones de durabilidad”, explica Cangany.
Un automóvil promedio tiene unos 180 kilos de plástico, por lo que la compañía analiza en qué componentes puede sustituirse el plástico, derivado de la contaminante producción petroquímica, con bioplástico de agave.
Ya que esa fibra es más ligera que el plástico, ayudaría a reducir el peso del vehículo, lo que se traduce en un ahorro de combustible para el conductor, según Debbie Mielewski, jefa del Departamento de Investigación en Sostenibilidad de Ford.
Además, podría disminuir la dependencia de materiales petroquímicos producidos a partir de combustibles fósiles, como es el caso del plástico.
“Dependiendo de la viabilidad del proyecto”, la tequilera José Cuervo suministraría el bagazo del agave a partir del cual se obtiene esta fibra natural, le explicó a BBC Mundo Cristóbal Mariscal, vocero de la empresa mexicana José Cuervo.
¿Por qué agave?
El agave, también llamado maguey, se ha empleado en México desde tiempos de las culturas indígenas para fabricar bebidas como el tequila o el mezcal, pero también ha tenido otras aplicaciones.
La fibra que quiere usar Ford se ha empleado en los métodos tradicionales como material de construcción y en tejidos, mientras que su sábila es parte de remedios caseros.
Una planta de agave crece en siete años. Del agua que hay en el corazón o piña se destila el tequila y el sobrante, junto con las hojas (de hasta tres metros de altura), se obtienen las fibras.
En José Cuervo, hasta ahora la mayoría del bagazo se ha usado usa como abono de los mismos campos tequileros, explica Mariscal.
“Se han hecho pruebas para producir papel, se está haciendo una prueba para ver si el bagazo a nivel industrial puede usarse para producirlo”, y también ladrillos de bagazo que sirven como combustible, dice el vocero.
El sobrante que se desecha es lo que buscan aprovechar ambas compañías, según Ford.
Cada año el planeta tiene 5.000 millones de toneladas de desechos de la agricultura, según las estadísticas del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
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Tanto Ford como José Cuervo aún no cuentan con un cálculo preciso sobre el volumen de fibra de agave que se puede aprovechar, pues la idea aún está en periodo de pruebas.
“Hasta este momento hemos hecho las evaluaciones iniciales con las fibras de agave, probando su durabilidad y estética, para las potenciales partes [de automóvil]”, dice el vocero.
Pero el objetivo a largo plazo es que la iniciativa pueda contribuir a reutilizar los sobrantes.
“Esta colaboración une a dos grandes compañías para desarrollar materiales innovadores y con consciencia de la Tierra”. dice por su parte Sonia Espinola, de la casa tequilera José Cuervo, que fue fundada en 1795.
Hasta ahora, la industria automotriz haempleado fibras naturales, que son de bajo costo y reutilizables, para producir varios de los componentes de los vehículos.
Ford dice que usa espuma de soja, aceite de ricino, paja de trigo, fibra de kenaf y coco, celulosa, madera y cáscaras de arroz para sustituir diversos materiales petroquímicos.
Así que, en el futuro, la mezcla del tequila y con el automóvil podría ser un coctel sustentable.