La Fundación Clinton, ¿qué es una organización sin ánimo de lucro?

Si una persona decide organizar o crear una ONGs en el país o en cualquier parte del mundo, seguramente lo hará bajo los lineamientos de una organización sin ánimo de lucro y siguiendo el ordenamiento jurídico del país en donde está siendo creado

La Fundación Clinton no es una organización como lo pintan sus enemigos. Como las miles que existen en Estados Unidos, la Fundación Clinton es simplemente una organización sin ánimo de lucro, categorizada con un estatus de 501(c)(3) por la agencia federal de recolección impuestos (Internal Revenue Service, IRS).

¿Cuál es la diferencia de una organización sin ánimo de lucro de una organización no-gubernamental (ONGs)? Básicamente son las mismas entidades, aunque hay que destacar que jurídicamente las ONGs no existen. Es decir, es un término sociológico muy utilizado y aceptado en el mundo para hacer referencia a las organizaciones sin ánimo de lucro.

Si una persona decide organizar o crear una ONGs en el país o en cualquier parte del mundo, seguramente lo hará bajo los lineamientos de una organización sin ánimo de lucro y siguiendo el ordenamiento jurídico del país en donde está siendo creada.

En tal sentido, la Fundación Clinton está catalogada como una organización que provee servicios caritativos en Estados Unidos. Empero, sus objetivos también alcanzan a otros países de la región y del mundo.

Las metas de la Fundación Clinton son mejorar la salud mundial de las personas, incrementar las oportunidades de las niñas y las mujeres, reducir la obesidad, prevenir enfermedades, crear oportunidades económicas y de crecimiento para la población económicamente activa y ayudar a las comunidades que divulguen el efecto del cambio climático en el mundo.

Como se ve, sus objetivos son ambiciosos. Para alcanzarlos, la Fundación Clinton está equipada de un personal profesional capacitado para dirigirla y también de un inmenso grupo de trabajadores asalariados y voluntarios que le permiten llevar a cabo sus proyectos. Es un trabajo mancomunado, de mucho esfuerzo y de gran solidaridad.

Por otra parte, la Fundación Clinton, como cualquier organización de este tipo, necesita de un inmenso capital parar llevar a cabo sus tareas e implementar sus proyectos.

La búsqueda de personas filántropas y empresas privadas de beneficencia no está limitada al territorio nacional estadounidense, sino que también se extiende a otros países. Sin embargo, la mayoría de los donantes pertenecen o son ciudadanos estadounidenses, aunque hay también personas extranjeras que, por alguna razón u otra, generosamente hacen llegar sus donaciones a la organización.

Lo anterior no significa que existen retribuciones políticas por parte de la familia Clinton hacia los donantes por haber hecho tales contribuciones económicas. Lo que existe más bien es una retribución social en las comunidades más afectadas de nuestro país y en las regiones más precarias del mundo.

Así, la Fundación Clinton es una organización con fines totalmente caritativos; no hay nada qué esculcar dentro de sus entrañas.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com

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