Los niños latinos, los más afectados por el plomo en la sangre en Los Ángeles
Se contaminan al inhalar la tierra o polvo contaminados con las escamas que suelta la pintura que contiene el metal ya que habitan en viviendas viejas
Desde los siete meses de edad, a Belén, la bebé de Eloísa Antonio se le empezó a notar decaída – no quería comer, vomitaba con frecuencia y le pegaban dolores de estómago. Al año, le hicieron exámenes de sangre que arrojaron altos niveles de plomo que los médicos señalaron como los responsables del malestar de la menor. Seis años más tarde, la niña tiene retraso en el habla y discapacidad para aprender.
“Le encontraron 39 miligramos por decilitro de plomo en la sangre. Lo normal es de menos de cinco”, dijo Antonio.
“Lo normal es cero, pero el gobierno exige que se haga una investigación cuando es más de cinco”, corrige Linda Kite, directora de Healthy Homes Collaborative.
Autoridades del condado de Los Ángeles se presentaron en el viejo departamento de Koreatown donde vive Antonio con sus tres hijos y su esposo, y encontraron que la causa del envenenamiento en la sangre de la menor era la pintura de plomo en las paredes y las viejas puertas y ventanas. Los niños se contaminan al inhalar el plomo pero también al ingerirlo cuando el polvo invisible llega a sus manos y sus juguetes y se los llevan a la boca.
“El manager del edificio se molestó, me insultó todo lo que se cansó cuando se vio forzado a limpiar el departamento”, cuenta la madre.
Aunque el problema se resolvió, Belén ha comenzado de nuevo a sentirse mal.
“Los dolores de cabeza han vuelto, mira borroso y su doctor le ha ordenado exámenes de nuevo porque teme que alguno de sus órganos se hayan dañado a consecuencia del plomo”, cuenta.
El hijo mayor de Antonio, Oswaldo, de 10 años y su hija menor Mily, de tres, también tienen altos niveles de plomo. Mily tiene problemas para hablar.
Los latinos y el plomo
En Los Ángeles, el 81% de los niños intoxicados con plomo son latinos, el 85% de estos se han envenenado en su propia casa, dijo Kite. La intoxicación con plomo de los menores suele presentarse en la mayoría de las casas construidas antes de 1950 por haber usado pintura con ese ingrediente, que por lo general se encuentran en la vivienda del centro de la ciudad, Lincoln Heights, Boyle Heights, el sur-centro, Pico Union y Koreatown.
“El plomo se halla en las capas de pintura vieja. Los niveles de concentración y exposición bajan a medida que se aplican diferentes manos de pintura”, explica Kite. Y recuerda que en 1978 se hicieron ilegales las pinturas con plomo en los Estados Unidos para uso residencial.
Dos tipos de envenenamiento por pintura y polvo
“La norma federal indica que la pintura a base de plomo en las viviendas no debe exceder de un miligramo por centímetro cuadrado, en el condado de Los Ángeles es de 0.7 miligramos”, precisa Kite.
Kite detalla que la contaminación por plomo se da cuando la pintura se empieza a desprender, cuando se lijan las paredes o con el continuo abrir y cerrar de las ventanas de hace 100 años. “Ese polvo que se levanta y que es inhalado por los moradores de una casa es el que causa la contaminación”, expone.
Los niños menores son más vulnerables a la contaminación porque llegan a absorber cantidades 4 o 5 veces más que los adultos. De acuerdo a la Clínica Mayo, en los niños puede causar una disminución del cociente intelectual, problemas de aprendizaje, hiperactividad, discapacidad auditiva y problemas de conducta por déficit de atención.
Demanda en camino
Esta semana varios grupos comunitarios de todo el país, entre ellos Healthy Homes Collaborative presentó una demanda contra la Agencia Federal de Protección al Medio Ambiente (EPA) para forzarla a actualizar las normas que protegen a las familias del plomo en las pinturas y del polvo que contiene ese elemento químico.
La demanda fue presentada en el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Circuito ya que la actualización de las normas debió darse desde 2009.