Consumer Watchdog: distribuidores indocumentados de Herbalife temen pedir su compensación
Consumidores y distribuidores abogan a favor y en contra de la multinacional de productos de nutrición y control de peso
Para Caritino Hernández y Antonia Cruz, ser dueños de su propio negocio y obtener ganancias “de miles de dólares” captó su atención cuando les ofrecieron ser distribuidores de Herbalife en 2008.
Sin embargo, después de cuatro años de estar con la compañía de productos de nutrición y control de peso, en lugar de ver ganancias la pareja de mexicanos dice que perdió cerca de $100,000 dólares, incluyendo sus dos vehículos y la casa en que vivían en la ciudad de Corona.
“Nos dejaron solos y en la ruina”, dijo Hernández.
Las ganancias, aseguró, eran mínimas. “No podíamos ni hacer los pagos de la casa”, agregó.
Eusebia Torijano, dueña del gimnasio Cardio Mix en el Sur de Los Ángeles, dijo que tuvo muchos problemas con Herbalife, producto que ha vendido por los pasados siete años.
Hubo un tiempo, contó, cuando le requerían que vendiera más de $5,000 dólares al mes para que pudiera comprar los productos a un 50% de descuento.
“Me causaban muchos dolores de cabeza y mejor bajé las ventas e incluí otros productos” dijo Torijano. “Ahora solo vendo muy poco y solamente cuando mis clientes me lo piden”.
Herbalife, una corporación multinacional de multiniveles que vende suplementos nutricionales, para el control de peso y productos de cuidado personal, ha estado en el ojo del huracán en los últimos años con acusaciones de ser un esquema de pirámide, lo cual es ilegal en Estados Unidos.
En julio de este año, Herbalife llegó a un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio (FTC) para pagar 200 millones de dólares a sus consumidores y reestructurar sus prácticas de negocios.
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La FTC demandó a Herbalife por haber engañado a los consumidores y hacerles creer que podrían ganar importantes sumas de dinero vendiendo productos dietéticos, suplementos nutricionales y productos para el cuidado personal.
Además, según la agencia federal, la estructura de compensación de la empresa era desleal por esconder un sistema ilegal piramidal para su financiación, de manera que los vendedores, además de comprar los productos de la empresa, debían captar a otros vendedores que a su vez se convertían también consumidores.
Caritino Hernández, quien carece de documentos, dice que todavía no ha pedido su compensación a Herbalife, pero lo hará.
“No lo he hecho, pero claro que sí lo voy a hacer. Perdimos mucho dinero”, expresó.
Indocumentados y Herbalife
Sin embargo, una carta enviada recientemente a la fiscal del estado de California Kamala Harris por parte de Consumer Watchdog, una organización estatal sin fines de lucro que aboga por los intereses del consumidor, dijo que el acuerdo no es suficiente y le pide que “tome acción” contra las prácticas de Herbalife.
El problema más grande que denota la organización es que varios de los distribuidores independientes de Herbalife son indocumentados y debido a esto temen presentarse para reclamar su pago.
“Simplemente temen que dar su información a una agencia federal les podría llevar a su deportación”, explica la carta. “Por esta razón, le pedimos [a la fiscal] que inicie una investigación de las prácticas de Herbalife en California y que actúe en nombre de todos los residentes, incluyendo aquellos que temen solicitar la indemnización”.
Confianza en Herbalife
Hay consumidores y distribuidores que creen completamente en Herbalife.
Efraín Cruz, quien ha estado consumiendo los productos por un año y también es distribuidor de estos, orgullosamente muestra el cambio que Herbalife ha hecho en su vida con una serie de fotos publicadas en sus cuentas de redes sociales.
“La compañía tiene sus propias reglas y la gente que sale afectada es por que no se capacita adecuadamente. Es eso lo que le afecta la imagen a Herbalife”, dijo Cruz, de 32 años.
Por su parte, Claudia Rodríguez dice ser consumidora del producto desde 2012 y también está contenta con sus beneficios. Pero, agrega, está consciente de los cambios a los que se enfrentaría si intentará involucrarse como distribuidora.
“Yo soy miembro de Herbalife por beneficio propio y cuando familiares o amigos me piden comprar el producto yo les doy mi descuento para que ellos lo aprovechen”, dijo Rodríguez. “Yo no gano nada en ventas”.
Consumer Watchdog dijo en su misiva a la fiscal estatal Kamala Harris que el acuerdo de Herbalife con la FTC representa un paso hacia adelante. Sin embargo, “la acción de la FTC no es suficiente; deben asegurarse que la compañía nunca más tenga otra oportunidad de engañar a los consumidores”, sugirieron Jamie Court, presidente de Consumer Watchdog y John M. Simpson, director del proyecto de privacidad de la organización.
En un correo enviado a La Opinión, David Beltrán, director de comunicaciones de la fiscal Harris se negó a confirmar o negar la existencia de una investigación.
“Por los pasados dos años, numerosos grupos han tratado de presionar a los reguladores para que hagan anuncios públicos sobre Herbalife en un esfuerzo de avanzar sus intereses personales financieros. No morderemos el anzuelo”, afirmó Beltrán.
Posiblemente, Beltrán se refería a Bill Ackman, un hombre de negocios que invirtió mil millones de dólares en la bolsa de valores en una posición contraria a Herbalife, lo que redundaría en una enorme ganancia en caso de que las acciones de Herbalife se desplomaran.
Hasta el momento no ha habido respuesta por parte de Herbalife.