“Tengo miedo que me vayan a matar”, dice líder indígena hondureño
CARECEN le entregará en su cena anual el reconocimiento a los Derechos Humanos a Tomás Gómez Membreño por el trabajo realizado en la organización COPINH
Tomás Gómez Membreño, líder de COPINH. Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinion
Tomás Gómez Membreño, líder del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) quien asumió dicho cargo tras el asesinato de Berta Isabel Cáceres Flores, dijo durante su visita a Los Ángeles que teme por su vida ya que ha sufrido cinco atentados.
“Tengo miedo que me vayan a matar, después del asesinato de Berta Cáceres, he sufrido varios atentados, tres identificados, uno por parte del ejército, otro de la empresa privada que quiere construir el proyecto hidroeléctrico Zarca y del mismo estado”, declaró en entrevista con La Opinión.
Y alzó la voz al decir que no quieren que haya más represión y asesinatos en las comunidades indígenas de su país. “Honduras no reconoce nuestra lucha que hacemos como organización y hay una campaña fuerte contra el COPINH para tratar de desacreditarnos y criminalizarnos”, denunció.
Cáceres Flores fue una activista del medio ambiente, líder indígena y cofundadora y coordinadora del COPINH, que ganó el Premio al Medio Ambiente Goldman en 2015, y en marzo de este año fue asesinada tras varios años de amenazas contra su vida. Gómez Membreño luchaba a su lado contra el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en el Río Gualcarque.
La empresa Desarrollos Energéticos SA (DESA), principal responsable del proyecto, señaló en un comunicado que no dará ninguna declaración a raíz del asesinato de Cáceres, “hasta que las autoridades a cargo de la investigación determinen la causa y los responsables de este lamentable incidente”, reportó la agencia de noticias EFE.
“Hasta ahora no ha habido justicia para Berta y el caso está camino a la impunidad”, dijo el líder. Y aunque señaló que se han detenido seis personas, dos de ellos gatilleros, dos más del ejército y otro de la empresa que quiere construir el proyecto hidroeléctrico, no cree que habrá justicia.
“El asesinato de Bertha responde a los intereses económicos y políticos del país. La mandaron a asesinar y salen involucradas personas de la actual administración de Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras”, observó.
Dijo que han pedido al gobierno la creación de una comisión interdisciplinaria, independiente, para que se pueda llegar al origen del asesinato.
Gómez Membreño mencionó que el clima de violencia contra los indígenas que se oponen a la construcción del proyecto hidroeléctrico sigue en Honduras. “Ya ha habido cuatro asesinatos más después del de Berta Cáceres”, enfatizó.
Y aclaró que se oponen a esa obra porque no ha habido una consulta y consentimiento libre e informado en las comunidades indígenas. “Nosotros comenzamos a develar las ilegalidades y falsificación de documentos para llevar a cabo el proyecto. No queremos la construcción porque el Gualcarque es un río sagrado del pueblo Lenca, el más grande de los nueve pueblos indígenas de Honduras. Este río ha evitado que se acelere el cambio climático”, remarcó.
Gómez Membreño recibirá este jueves durante la cena anual de CARECEN, el reconocimiento por los derechos humanos que le hace esta organización comunitaria a COPINH.
“Nuestra visita a Los Ángeles es para recibir esa distinción pero para también para pedir al Congreso que apruebe la ley Berta Cáceres para los Derechos Humanos, la cual establece que la ayuda económica que Estados Unidos da al ejército de Honduras debe ser usada para la seguridad no para torturar y desaparecer hondureños”, destacó.
El líder indígena puso de ejemplo a Mariano Díaz Chávez, un militar en activo del ejército arrestado en mayo en conexión con el asesinato de Cáceres. “Este hombre operaba una banda de sicarios y estuvo involucrado en la pérdida de 700 armas del ejército que se mandaron a Colombia”, precisó.
Apoyo al pueblo indígena de Dakota
El activista también exigió al gobierno de EEUU respeto para el pueblo indígena de Dakota que no quiere la construcción de un oleoducto. “Como pueblo hermano, los apoyamos porque esta obra afecta a su población y cosmovisión”, señaló.
