Posible “sorpresa de octubre” amenaza la contienda
WikiLeaks canceló por motivos de seguridad un anuncio que tenía previsto hacer hoy sobre la difusión de documentos, que previsiblemente afectarían a la campaña de Clinton
A lo largo de la contienda, tanto la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, como su rival republicano, Donald Trump, han tenido altibajos y tropiezos pero, a cinco semanas de los comicios, la posibilidad de una “sorpresa de octubre” genera nerviosismo.
Trump, en particular, ha intentado desde siempre atacar la credibilidad y honestidad de Clinton pero, en los últimos días, sus ataques contra las mujeres y la filtración al diario “The New York Times” de que el magnate posiblemente evadió el pago de impuestos federales durante 18 años han generado dolores de cabeza a su campaña.
Por su parte, Clinton ha tenido que dar explicaciones y disculpas, una y otra vez, por el uso de un servidor personal para sus correos electrónicos cuando fue secretaria de Estado (2009-2013).
Hasta ahora, ambos candidatos han podido capear los “altibajos” en las encuestas y la baja tasa de popularidad en las encuestas, y, en la recta final de la contienda, no ha surgido ninguna controversia que hunda para siempre sus aspiraciones presidenciales.
La llamada “sorpresa de octubre” se refiere, precisamente, a algún incidente o la publicación de datos pocos halagüeños al candidato que terminen descarrilando su campaña.
Julian Assange, fundador de la organización WikiLeaks, canceló hoy mismo un importante anuncio que tenía previsto hacer desde Londres, previsiblemente sobre la difusión de centenares de documentos que podrían, como mínimo, causar una enorme vergüenza.
La “sorpresa de octubre” más reciente en un año electoral ocurrió en 2012, cuando la difusión de un video, en las postrimerías de la contienda, hundió las aspiraciones del entonces candidato presidencial republicano, Mitt Romney. En el video, grabado con cámara escondida durante un acto privado en mayo de ese año, se escucha a Romney haciendo comentarios despectivos sobre el “47%” del electorado, que a su juicio, no paga impuestos y vive del gobierno.
Romney dijo entonces que el “47%” votaría por el presidente Barack Obama de todas maneras porque “dependen del gobierno” y se hacían las víctimas para recibir asistencia pública.
Ese video, además de su ineficacia como candidato, sepultaron su deseo de ganar la presidencia, según observadores.
El término “sorpresa de octubre” data de 1980 durante la campaña electoral del republicano Ronald Reagan, pero en realidad se popularizó a comienzos de la década de 1990.