Comenzó oficialmente la temporada otoño e invierno y es bueno que dediques unas cuantas horas para tomar las medidas que previenen los accidentes más comunes de estos meses de frío y lluvias.

Y es que, por si no lo sabías, esta temporada es la campeona en la incidencia de los incendios en las edificaciones residenciales y las fatalidades por intoxicación de monóxido de carbono, así como por desplomes de techos, que son impactados por ramas o troncos de árboles que no se podan y está cerca de la casa o por el mal mantenimiento de las canales de desagua que deben limpiarse al inicio de cada otoño de las hojas y la basura que caen en ellas.

Contra incendios

Datos de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA) indican que el 30% de todos los incendios en el hogar y el 38% de las muertes por incendios ocurren durante los meses de diciembre, enero y febrero.

Estos incendios son el resultado de una variedad de fuentes, que año tras año la Administración de Incendios de Estados Unidos (USFA) las ha identificado muy bien. Por ejemplo, en 2014, el 50% de estos fueron causado en la cocina, el 12.5% por el sistema de calefacción y el 6.3% por el sistema eléctrico que no funcionaba bien.

“La prevención es vital para prevenir daños materiales y fatalidades”, señala el Capitán Cecco Secci del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD). “Cada año, con la llegada del otoño, las familias deberían revisar o instalar detectores de humo en los lugares recomendados de la casa”.

Y es que estas alarmas son las mejores herramientas para salvar vidas, ya que, con el sonido acústico que emiten, nos despiertan a la medianoche —o a cualquier hora del día— para alertarnos sobre el inicio de un incendio, que se extiende en cuestión de segundos.

“Las nuevas alarmas contra el fuego para las casas vienen ahora con un sistema que las enlaza entre sí”, resalta el agente de extinción de fuegos. “Esto es bueno, porque si un detector instalado en el segundo o tercer piso detecta que se inicio un incendio allí, todos los detectores de la casa se activan, anunciándole a la familia que encuentra en el primer piso de la casa que hay que evacuar (…) Y esto les da un tiempo valioso para ponerse a salvo”.

Pero como estos detectores modernos de humo tienen una vida útil de alrededor de 10 años, el capitán Secci recomienda revisarlos año tras año y cambiar los caducados. También se le deben cambiar las baterías (o pilas) en cada cambio de horario en las temporadas de otoño y verano.

“Con estas acciones preventivas nos aseguraremos que los detectores de humo estén funcionando apropiadamente para salvar vidas”, acentúa Secci

Y como muchos de los incendios domésticos se inician en la secadora de ropa, el agente de extinción de fuegos recomienda limpiar las hilachas (lints) que se quedan atrapadas en los filtros de ésta y mandar a limpiar periódicamente el tubo de escape que con el paso del tiempo se va taponando de éstas.

“Tenemos cada año muchísimos incendios causados por las hilachas de la ropa, que se prenden con facilidad y rapidez”, recalca el experto.

Contra monóxido de carbono

Este gas incoloro e inodoro, conocido por sus siglas CO y que está presente en el humo de la combustión expulsado por automóviles y camiones, candelabros, estufas, fogones de gas y sistemas de calefacción, es uno de los asesinos silenciosos que de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), cada año cobra la vida de un promedio de 430 personas, que resultan intoxicadas involuntariamente con el peligroso gas, más que todo durante la temporada otoño e invierno.

Por eso, el instalar o revisar si las alarmas de CO de la casa funcionan con eficiencia es también fundamental al inicio del otoño, así como cambiar sus baterías.

También es importante que un empleado de la compañía local de gas revise cada  otoño el sistema de calefacción antes de empezar a usarse con la llegada del invierno.

“Esta revisión se debe hacer por dos motivos”, explica Secci. “Primero para cerciorarnos que no hay un mal funcionamiento que pueda causar un incendio y segundo para verificar que la quema del gas se está haciendo apropiadamente sin la emisión de monóxido de carbono”.

Tips de seguridad

Joselito García-Ruiz, oficial regional del programa de Atención a Desastres de la Cruz Roja de Los Ángeles, que en la actualidad desarrolla una campaña de instalación de alarmas de fuego, insta a las familias a no buscar medios alternativos para calentar sus viviendas —como por ejemplo, con calentadores eléctricos, estufas u horno— en los días de bajas temperaturas,  ya que estas prácticas pueden aumentar los riegos de un situación de emergencia en el hogar.

“Los calentadores eléctricos sin supervisión pueden ocasionar incendios, mientras que el uso de estufas para calentar agua incrementa el riesgo de accidentes que resultan en quemaduras y el uso de hornos y chimeneas sin la debida supervisión aumenta el riego de acumulación de monóxido de carbono que intoxica y causa hasta la muerte”, resalta García-Ruiz.