101 preguntas sobre el español
Basándose en su propia experiencia y curiosidad científica, Judy Hochberg responde a inquietudes históricas, gramaticales e idiosincráticas de la lengua de Cervantes.
Todos sabemos que un cerdo es un cerdo, pero ¿por qué si hablamos del mismo animal se le llama chancho en Chile, lechón en Cuba y tunco en El Salvador?
En más de alguna oportunidad nosotros o alguien conocido ha pasado un bochorno por decir una palabra inocua en su país de origen pero que tiene doble sentido o picardía en otras partes. Como todo tiene una explicación, la lingüista y académica Judy Hochberg se dio a la tarea de reunir 101 de las más frecuentes preguntas sobre la lengua de Cervantes, la cual usamos todos los días para comunicarnos y a la vez se transforma en virtud de nuestra cultura dinámica.
Algo que llama mucho la atención a los anglosajones son los patrones de voseo, esa forma tan particular que tenemos en algunas partes de América Latina -tan distantes unas a otras como El Salvador, Costa Rica y Argentina- que sustituye el tuteo y el usted, la cual proviene de la evolución que sufrió el español en el siglo XVIII.
“¿Por qué? 101 Preguntas sobre el español” es para cualquier persona que quiera entender cómo funciona realmente: estudiantes y profesores, lingüistas, y hablantes nativos, explica la autora.
“Este es el libro que me gustaría haber leído cuando estaba tomando en serio el español. Mis libros de texto y maestros habían explicado el ‘qué del español, de la pronunciación a la gramática, pero no el ‘por qué’. Años más tarde, me decidí a escribir el ‘por qué’. Mi objetivo era sintetizar y compartir las cosas más interesantes que he aprendido acerca de español (partiendo) de mis experiencias con el lenguaje como estudiante, como investigadora lingüística, y, cerrando el círculo, como un instructora de español”, añade Hochberg, quien enseña español en Fordham University y bloguea en SpanishLinguist.us.
El libro de 352 páginas está dividido en dos partes; la primera se titula “Español en contexto” y aborda temas como el español en el presente, la transformación del latín al español, el español, su relación con las lenguas romance y los procesos educativos para aprenderlo. La segunda parte habla sobre el vocabulario; las particularidades de la lengua escrita; los sonidos y pronunciaciones; los nombres, sustantivos y pronombres; dónde se ubica la acción, es decir, los verbos y finalmente explica la complejidad de la construcción de las frases o sintaxis.
Algunas de las preguntas que Hochberg se hizo, y a la vez respondió, son: ¿Quiénes hablan español? ¿Quién está a cargo de la lengua española? ¿Por qué el español es a veces llamado castellano¿ ¿Cuáles son los diferentes dialectos del español? ¿Cómo sigue evolucionando el español? ¿Pueden entenderse los hispanohablantes entre ellos?
La experiencia jugó un papel importante en la decisión de escribir este libro, publicado bajo el sello Bloomsbury Academic. “En la comunicación cara a cara, la gente de diferentes partes del mundo de habla española puede adaptar su discurso con el fin de facilitar la comunicación. He experimentado esto de primera mano cuando yo vivía al lado de una pareja argentina. Cuando mis vecinos hablaban conmigo, me encontré con su español fácil de entender. Cuando hablaban entre sí, era otra historia: su acento argentino golpeó, y era considerablemente más difícil para mí seguir la conversación.”, recordó.
Precisamente sobre las diferencias y los diferentes dialectos que hablamos en América Latina, Hochberg explica el gran impacto que causaron los patrones comerciales y de transporte durante la colonia española.
“El patrón general de dialectos latinoamericanos no sigue las fronteras nacionales o incluso regionales (por ejemplo Centro vs. Sur América); en su lugar, refleja el comercio y los patrones de asentamiento del período colonial español”, indica. Esa fue una época donde las relaciones estaban determinadas por la navegación marítima, susceptible a los ataques de piratas, por lo cual los barcos zarpaban pocas veces al año..
Así, continúa la autora, México, Panamá, partes del Caribe y la costa norte del Pacífico de Sur América (Colombia, Ecuador y Perú) recibieron un flujo estable de nuevos colonos que hablaban variedades modernas del español. Como resultado, esas áreas se alejaron de la norma andaluz y el norte de España. En contraste, áreas remotas como la costa del Pacífico mexicano, y la Península de Yucatán, la mayor parte de Centroamérica y otras partes menos transitadas del Caribe y el Cono Sur, incluyendo Argentina, adoptaron formas más tradicionales andaluces.
Sin lugar a duda, y aunque no nos demos cuenta, el español sigue evolucionando. “Casi todos los casos de pura innovación en la actualidad española implican vocabulario, como acuñar nuevas palabras y también pedir prestado a otros idiomas. Por ejemplo, ‘Cool!,’ una acuñación juvenil ‘Chupi’, y ‘nocaut’ (del Inglés ‘knockout’), son dos de las miles de palabras nuevas en la última edición del diccionario de la Real Academia Española (RAE 2014).
En plena revolución digital, Hochberg hace una pregunta inteligente: ¿Qué tan importante es el español en Internet?
“El español es uno de los cuatro principales idiomas en Internet multilingüe de hoy”, responde. Las tasas de uso de Internet dentro de la comunidad hispana en su mayoría población reflejan que México, España, Colombia y Argentina tienen la mayoría de los usuarios de Internet, indica.
“¿Por qué? 101 Preguntas sobre el español” es valioso incluso para los que creemos hablarlo bien. ¿Quién sabe el origen de la “ñ”, qué significa la regla “la la” y por qué tenemos doble negativos? Este libro nos ayudará a saber mucho más y sentirnos orgulloso de ello.