¿Cuál es el perfil de los hispanos que apoyan a Trump?
¡Así es!, hay cientos de personas que respaldan al candidato republicano a pesar de sus comentarios discriminatorios
La mayoría son hombres, sólo hablan inglés y tienen más de 35 años de edad, es decir, se trata de latinos de segunda o tercera generación en Estados Unidos.
Esa descripción es la más cercana al perfil de los hispanos que son afines a Donald Trump y fue realizada al cruzar los datos de una encuesta de preferencia electoral del Pew Research Center en 2016.
De los latinos que sólo hablan inglés, el 41 por ciento apoya a Trump, contra el 11 por ciento de quienes son bilingües, indica el estudio.
Por género, los hombres representan el 30 por ciento, contra 19 por ciento en el caso de las mujeres.
El perfil no está alejado de la realidad, pues Marco Gutiérrez, por ejemplo, cofundador de Latinos por Trump, no nació en Estados, pero tiene más de 35 años.
Hay otros seguidores de Trump que son muy jóvenes, como Angelo R. Gomez, quien ya emitió su voto por el republicano y publicó un video en su cuenta de Twitter, donde dijo que uno de sus sueños es convertirse en el primer presidente latino de Estados Unidos.
El joven es promovido por el grupo “Latinos o Hispanos por Trump” en su cuenta de Facebook.
Today I early voted in Henderson, NV for DONALD J. TRUMP! Here is why: pic.twitter.com/SnREDayylm
— Angelo Ray Gomez (@AngeloRayGomez) October 22, 2016
Lo que más preocupa
Sobre los temas que más interesan a la comunidad hispana, aunque suene disparatado, la migración no es el más importante, sino la economía y la salud.
Los votantes consideran esos asuntos como “muy importantes” para decidir su voto, reveló el estudio “Campaña 2016: mayor interés, insatisfacción generalizada”.
El terrorismo es el tercer tópico de los votantes hispanos, seguido, ahora sí, por la migración.
Los intereses de los latinos no están lejos de las de cualquier otro votante. El reporte indica que los americanos en general están preocupados por la economía y el terrorismo.
Los hispanos están más interesados en el proceso electoral que en 2012, y ellos representan una pieza fundamental para los competidores.