Obama y Trump inician diálogo para transición pacífica del poder
El presidente electo dijo que Obama es "un muy buen hombre", que para él fue “un gran honor” reunirse con él
WASHINGTON.- Dejando de lado la acritud de la contienda, el presidente Barack Obama y su sucesor, Donald Trump se reunieron este jueves para discutir un amplio abanico de temas y asegurar una transición pacífica del poder en enero próximo.
Tras la reunión de hora y media en el Despacho Oval, Obama dijo a la prensa que la discusión fue “excelente” y le alentó el interés de Trump de trabajar con su equipo sobre los asuntos más apremiantes en Estados Unidos.
“Mi prioridad número uno en los próximos dos meses es tratar de facilitar una transición que garantice que nuestro presidente electo tenga éxito”, afirmó Obama, quien durante la contienda intercambió duros ataques con el magnate empresarial.
La reunión, la primera en persona entre ambos, inicialmente debía durar 15 minutos pero se extendió para que ambos repasaran “un amplio gama” de temas de política nacional e internacional.
Trump dijo que Obama es “un muy buen hombre”, que para él fue “un gran honor” reunirse con Obama y que lo consultará en el futuro antes de instalarse en la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Fue, según observadores, un momento muy difícil para Obama, tomando en cuenta que Trump en los últimos años cuestionó su fe cristiana y la legitimidad de su presidencia, propagando la falsa idea de que el mandatario no nació en EEUU.
Además, Trump ha prometido deshacer buena parte de las medidas que forman parte de su legado, incluyendo el “DACA” de 2012, los alivios migratorios para hasta cinco millones de inmigrantes indocumentados –congelados en las cortes-, el acuerdo nuclear con Irán, y la reforma de salud “Obamacare”.
Más adelante, en su acostumbrada rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dejó en claro que ambos ni lograron “resolver todas sus diferencias… ni lo intentaron”.
Este año, Obama tuvo una fuerte partcipación en la contienda presidencial de su exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, urgiendo a los votantes que la apoyaran para defender el progreso de los últimos ocho años, y hace tan solo tres días reiteró que Trump no era apto para ser presidente.
Clinton también atacó su misoginia y afirmó que Trump no tenía el carácter o la experiencia para ser presidente y mucho menos para tener acceso a los códigos nucleares del país.
Ahora, como presidente electo, Trump recibirá a diario los informes de los servicios de inteligencia, que contienen datos de alta sensibilidad para la seguridad nacional.
En paralelo a la reunión Obama-Trump, la primera dama, Michelle Obama, ofreció un paseo privado de la Casa Blanca a su sucesora, la inmigrante eslovena, Melania Trump, y ambas conversaron sobre el reto de criar hijos en la mansión presidencial, según Earnest.
Sin embargo, no hubo una foto protocolar entre ambas parejas como la que sí hubo hace ocho años con los Obama y el republicano George W. Bush y su esposa, Laura.
Otros miembros del equipo de Trump también se reunieron con su contraparte en la Casa Blanca, y se prevé que el vicepresidente, Joe Biden, se reúna hoy con su sucesor, Mike Pence.
A lo largo de la contienda, Trump atacó a la prensa y la acusó de tener cobertura “sesgada” a favor de Clinton. Como un posible presagio de su relación con la prensa nacional, Trump llegó y salió de la Casa Blanca sin dejarse ver de los periodistas.
De hecho, los pocos a cargo de cubrir las jornadas de Trump pudieron obtener declaraciones al concluir la reunión con Obama gracias a la ayuda de la oficina de prensa de la Casa Blanca.
Trump también tenía previsto reunirse en el Capitolio con los principales líderes republicanos del Congreso, el senador Mitch McConnell, y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para promover una ambiciosa agenda que, sobre todo, torpedee los logros de Obama.
Sus reuniones se producen al final de una contienda en la que Trump atacó a sus rivales, a la Administración Obama, a las mujeres, a los inmigrantes y a los musulmanes pero, según observadores, ahora debe tomar medidas para iniciar el proceso de reconciliación nacional.
Trump ganó en el Colegio Electoral y, aunque perdió el voto popular, prometió en su discurso la madrugada del miércoles que será un presidente “para todos los estadounidenses”.
Grupos hispanos afirmaron hoy que éste tendrá que demostrarlo cuando tome las riendas del poder.