Contaminación asfixia a barrios pobres
Nuevo reporte de las autoridades de Salud muestra que la polución causada por camiones y autobuses provoca muertes prematuras entre los neoyorquinos con ingresos más bajos
No se ven y mucho menos se sienten. Pero las diminutas partículas de aire contaminado que circulan en las calles de la Gran Manzana, y que respiramos todos los días, están matando a cientos de neoyorquinos prematuramente cada año. Los más afectados son los residentes pobres y miembros de las minorías.
Así lo dio a conocer recientemente el Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York (DOHMH), al revelar los resultados de un estudio que analizó el impacto que tiene sobre la salud pública la polución ambiental causada por el tráfico vehicular y otras fuentes contaminantes.
Según el reporte, unas 320 personas pierden la vida prematuramente cada año en la ciudad y otras 850 son hospitalizadas o tratadas en las salas de emergencia anualmente debido a la exposición de las partículas finas que emiten los vehículos automotores, conocidas como PM2.5, las cuales pueden causar enfermedades cardiovasculares y respiratorias como asma, deficiencia pulmonar, derrames cerebrales y paros cardíacos.
Tal como explica el reporte del DOHMH, el PM2.5 (pequeñas partículas sólidas y líquidas en el aire de menos de 2.5 micras de diámetro), es el contaminante del aire urbano más dañino, y el mismo es lo suficientemente pequeño como para penetrar profundamente en los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo. Una exposición prolongada a estas partículas mediante la respiración puede causar daños irreversibles a la salud respiratoria y cardiovascular y puede contribuir a un mayor riesgo de muerte prematura.
“La calidad del aire en Nueva York ha mejorado dramáticamente en las últimas décadas, pero los niveles de contaminación siguen siendo perjudiciales para los neoyorquinos, especialmente para aquellos que viven en barrios de bajos ingresos”, dijo la comisionada de salud, la doctora Mary T. Bassett.
Vecindarios peligrosos
Una infografía interactiva en línea, difundida por el DOHMH, muestra que las zonas con los niveles de pobreza más elevados son las más afectadas por la exposición continua a esta polución cuando se compara con vecindarios más ricos, y por ende son los que tienen mayores impactos negativos en la salud de sus residentes.
Según el análisis, los barrios más pobres de la Gran Manzana experimentan 1.7 veces más exposiciones de PM2.5 y tienen tasas de visitas al hospital por asma 9.3 veces más altas debido a las emisiones de camiones Y autobuses. Entre ellos destacan barrios con gran población de latinos como el Sur de El Bronx, el East Harlem y Lower East Side en Manhattan y Williamsburg y Buswick en Brooklyn en donde, según el reporte del DOHMH, más del 30% de los residentes viven por debajo del nivel de pobreza federal.
“Aquí el ambiente está sobrecargado porque pasan muchos camiones y autobuses constantemente. Además, hay mucha gente y construcciones (…) Estamos sobresaturados”, se quejó Belkis Rodríguez, una dominicana que tiene 19 años residiendo en el vecindario de Bushwick, en Brooklyn.
“Esta contaminación afecta mucho a los niños. Tengo vecinas que han tenido que encargar medicinas para sus hijos porque son asmáticos”, agregó Rodríguez mientras paseaba a su nieto de cuatro años en un coche por la congestionada intersección de las avenidas Knickerbocker, Greene y Myrtle.
Cerca de ella, y también transportando a un infante en un coche, la mexicana Catalina Huerta dijo sentirse preocupada por la salud de los niños del sector.
“La contaminación se siente en el aire. Hay mucho smog por los camiones y al respirar sientes que el aire no está limpio”, dijo la mujer originaria de Puebla quien tiene 10 años residiendo en Bushwick.
Como se muestra en el informe “Brooklyn Community Health Report on Asthma” del DOHMH, varios barrios de Brooklyn, especialmente tres en el centro-norte de Brooklyn como Bedford Stuyvesant-Crown Heights, East New York y Williamsburg-Bushwick, tienen tasas más altas de visitas a salas de emergencia y hospitalizaciones por asma que el resto de ese condado y de toda la ciudad de Nueva York. Los más afectados son los niños hispanos y afroamericanos menores de 5 años y adultos mayores de 65.
Y, si bien son muchas las fuentes causantes de partículas PM2.5 en la ciudad, el análisis del DOHMH determinó que los camiones y autobuses que circulan por las calles de Nueva York son los principales contribuyentes a los problemas de salud relacionados con la contaminación por tráfico que afecta a los neoyorquinos.
“Por aquí pasan muchos camiones haciendo ‘deliverys’. Cuando están parados, especialmente durante el invierno, uno puede ver que botan humo por el escape porque esas máquinas usan diesel y creo que deberían hacer algo para prevenir eso, porque esto causa alergias y mucha gripe”, dijo el trabajador ecuatoriano Roque Vivar, un residente del sector desde hace 17 años.
El reporte del DOHMH explica que las micropartículas de PM2.5 presentes en Nueva York provienen tanto de adentro como fuera de la ciudad, y las mismas son causadas algunos contaminantes presentes en la atmósfera y por todo tipo de actividad que requiere combustión como la causada por vehículos automotores, edificios, plantas de energía, equipos de construcción y algunas actividades comerciales como la producida en cocinas industriales.
¿Qué se está haciendo?
En abril de 2015, la administración del alcalde Bill de Blasio publicó un informe conocido como “OneNYC” (nyc.gov/onenyc), en el que se detalla un plan integral que seguirán diversas agencias municipales para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% para el año 2050. La ambiciosa iniciativa busca reducir las desigualdades que muestran los resultados negativos para la salud derivados de la exposición a la contaminación. Estos esfuerzos incluyen la expansión de los programas para renovar y reemplazar los camiones más contaminantes en las calles de Nueva York, expandir el uso de combustibles renovables donde estén disponibles y estudiar el potencial que tienen las llamadas “Low-Emission Zones”, que usan regulaciones o precios para restringir los vehículos más contaminantes de la ciudad.
Según indica en su informe el DOHMH, ha habido mejoras recientes en los niveles de PM2.5 debido a las acciones tomadas por la Ciudad. Según el reporte “New York City Community Air Survey”, se comprobó que entre 2008 y 2014, los niveles anuales promedio de PM2.5 disminuyeron un 16% -una disminución que se debe en parte a la reducción de emisiones por parte de los edificios de la Ciudad.
En febrero pasado, la administración de Blasio y el Departamento de Protección Ambiental anunciaron que los 5,300 edificios que se registraron en 2011 como usuarios de combustible de aceite para calefacción #6 -un combustible altamente contaminante- ya estaban utilizando un combustible más limpio el 31 de diciembre de 2015. Con esto se produjo una reducción de las emisiones de dióxido de azufre y partículas finas que contribuyen a muertes prematuras y hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares y pulmonares.
En septiembre de 2015, el Alcalde lanzó la iniciativa “NYC Retrofit Accelerator”, que brinda asistencia técnica y servicios de asesoría gratuita para que los propietarios de edificios “sean más verdes” a través del uso de energía limpia. El programa dará prioridad a la asistencia a edificios en barrios de alta pobreza que siguen utilizando los tipos de combustible para calefacción más contaminantes.