Lili Estefan: “Quiero arrodillarme frente a la tumba de mi madre y pedirle perdón”
"Yo no celebro la muerte, sí voy a celebrar el día que haya elecciones libres en Cuba"
Lili Estefan abandonó su sonrisa eterna, y con lágrimas en los ojos confesó que, desde el anuncio de la muerte de Fidel Castro, desenterró su niñez y nació por primera vez en ella la esperanza de volver a su país natal, Cuba, para poder ir a visitar los restos de su madre en el cementerio, y arrodillada pedirle perdón por lo años que no la pudo visitar.
Con nostalgia, recuerdos, dolor y esperanza, así comenzaron este lunes Lili y Raúl de Molina ‘El Gordo y la Flaca’, el show de entretenimiento que conducen todas las tarde en la cadena Univision.
Por primera vez Lili abrió su corazón, y contó parte de su historia que nunca había compartido:
“Yo no celebro la muerte, sí voy a celebrar el día que haya elecciones libres en Cuba, el día que el pueblo cubano tenga el mismo derecho de nosotros de votar por su presidente”, comenzó diciendo Lili.
“Yo que nací en el comunismo, crecí en Cuba y salí en los años 80, creo que lo que más me tocó fue recordar la muerte de mi madre… Ella murió y yo era muy pequeña, y recuerdo que no tuve la fuerza, después de que se enterró, y de ir a verla al cementerio.
Ella es lo único que me quedó, toda mi familia está acá (en Miami), mis abuelos fallecieron aquí, y los restos de mi madre todavía están en Cuba… Creo que me di cuenta que tengo la primera esperanza de poder regresar un día, poder arrodillarme frente a la tumba de mi madre, y pedirle perdón por no haber estado ahí por tantos años, creo que fue lo que más me pudo impactar, recordar mi niñez que tuve que enterrar en un momento y desenterrarla ahora”, explicó entre lágrimas.
En el programa también estuvo su tío, Emilio Estefan, quien además de contar su historia, Lili compartió que cuando su tía Gloria tenía 8 meses de embarazo, su tío se subió a un bote para buscarla a ella y a su papá. Estuvo una semana perdido en el agua y no pudo rescatarla.
Sin embargo, Estefan no descansó hasta poder sacar de Cuba a su sobrina y su hermano. Lili contó que después de que corrieron a su padre de la universidad donde era profesor, y a ella decirle en la escuela que sabían que se iban a escapar y le ofrecían protegerla, todos huyeron y vivieron escondidos dos meses en el hotel Sevilla, en Cuba, hasta que Emilio Estefan pudo conseguir que salieran hasta Costa Rica para luego llegar a Estados Unidos con el resto de la familia.