Amenazas a inmigrantes afectan a Nueva York y su economía
El 51% de los empresarios de la ciudad nacieron en el extranjero. Contralor de la ciudad anima a los neoyorquinos a defender el legado de ciudad abierta
Nueva York fue puerto de entrada de oleadas de inmigrantes. Ahora es el hogar y la sede de negocios de muchos de ellos. Tanto es así que las amenazas a esta población nacida fuera de las fronteras de EEUU se convierte en una amenaza a buena parte de la población de la ciudad y su economía, según advierte el contralor de la ciudad Scott Stringer.
Coincidiendo con las primeras audiencias en las cámaras de los futuros miembros del Gobierno de Donald Trump, Stringer explica que la ciudad tiene 3.3 millones de habitantes nacidos en el extranjero. Son el 40% de la población total y el 44% de los trabajadores.
Trump, ha mantenido una retórica muy agresiva frente a los inmigrantes. El futuro presidente ha acusado a los extranjeros que viven en el país de ocupar trabajos que podrían ser de nacionales, ha hablado de restringir los visados H1-B, quiere construir un muro con México y deportar a todos los indocumentados además de castigar sin fondos federales a las ciudades que se declaran santuario para estos inmigrantes sin papeles como Nueva York.
Stringer afirma que Nueva York es un centro internacional y que la economía funciona apoyada en el talento de personas de todo el mundo. “Cuando los inmigrantes son amenazados, cuando su capacidad para vivir, trabajar y apoyar a sus familias está comprometida, nuestra ciudad entera paga un alto precio”, explica.
Las cifras que maneja (del American Community Survey) muestra que los inmigrantes se embolsan unos ingresos de más de $100,000 millones anuales por su trabajo, el 39% de lo que se gana en la ciudad y son claves en el sector de las tecnologías (son el 47% de lo trabajadores), los servicios médicos (el 50% trabaja en este sector) y el análisis financiero, por citar algunas áreas económicas.
Además son la mayor parte de la red de empresarios de la ciudad ya que 83,000 de ellos lo son (el 51% del total). Además el 54% de los inmigrantes está auto empleado.
Su contribución a las arcas públicas no es nada desdeñable porque como contribuyentes pagan unos $8,000 millones en impuestos personales a la ciudad y el estado y otros $2,000 millones más en tributos por la propiedad. De hecho el 46% de las viviendas están en propiedad de estos nacidos fuera de EE UU.
Stringer, que ya advirtió que la retirada de fondos federales por su carácter de ciudad santuario sería letal para programas como la Sección 8 de vivienda, los programas de tratamiento de Sida o servicios de cuidados de niños entre otros. El martes explicaba que no solo hay un imperativo moral “para estar comprometidos con los valores y oponerse a políticas antiinmigrantes sino que además hay un imperativo económico. Las contribuciones que los inmigrantes hacen a nuestra economía son enormes“.
El contralor dice que las amenazas de registros y deportaciones son lo contrario al legado de Nueva York y los americanos y explica que apoyar a los neoyorquinos “sin importar de dónde vengan es lo correcto para la economía”.
A pocos días de que Trump tome posesión, Stringer anima a los neoyorquinos a defender ese legado de ciudad abierta que tiene Nueva York.
¿De donde son los inmigrantes?
Según los datos de la contraloría en Nueva York hay personas nacidas en 150 países. La mayor comunidad es la dominicana con 453,176 habitantes, el 13.7% del total de los nacidos en el extranjero. Tras ellos, la comunidad china supone el 10% seguida de la jamaicana (5.6%) y la mexicana (5.4%)