¿Cómo saber si el agua de Flint no está contaminada? Ya hay una app para eso

Los habitantes de la ciudad de Flint sufrieron en 2014 una crisis por la contaminación del agua con plomo. Una nueva aplicación ayuda a comprobar si el agua que van a consumir está contaminada o es segura para la salud

Una nueva aplicación y un sitio web lanzado por FIU y estudiantes de la Universidad de Michigan-Flint ya ayudan a los residentes de Flint, Michigan, a evaluar el riesgo de contaminación por plomo en el agua que consumen en sus hogares y encontrar recursos para hacerle frente.

La peligrosa contaminación del agua potable de la ciudad de Flint en el estado de Michigan, fue denunciada por sus vecinos, y generó una respuesta inmediata del gobierno de EEUU ante la gravedad de la situación.

La agencia Efe amplía los detalles de la nueva aplicación:

Los habitantes de Flint cuentan ya con una aplicación de internet que les ayuda a evaluar si persisten los riesgos de polución en su hogar, y los guían para enfrentar una emergencia.

La aplicación y un nuevo sitio de internet buscan ayudar a los consumidores de Flint a identificar la contaminación y lidiar con esta crisis en el suministro de agua potable, informó hoy la Universidad Internacional de Florida (FIU), en Miami, que estuvo a cargo de su diseño en colaboración con estudiantes de la Universidad Michigan-Flint.

FIU recordó que los niveles de plomo llegaron en hogares de Flint a 104 partículas por mil millones (ppb), con algunos resultados tan altos como 13.200, cuando los límites permisibles del metal son, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés), 15 partículas por mil millones.

La aplicación Mywater-Flint, diseñada por Mark Allison, quien recibió en 2014 un doctorado en Ciencias de la Computación de FIU, proporciona información sobre la infraestructura local de las tuberías, cómo probar el agua para el plomo, dónde encontrar agua limpia, entre otras ayudas.

“El meollo de la crisis de agua de Flint fue que cuando se desarrolló había varias vías de información, y mucha desinformación”, manifestó Allison, quien se trasladó a Flint hace dos años para participar en un programa que buscar resolver problemas comunitarios a partir de los computadores.

Su diseño es esencialmente “una base de datos centralizada de recursos y noticias para los residentes de Flint”, ayudada por un mapa interactivo.

“Mucha gente no entendía realmente lo que estaba pasando. Algunas personas pensaron que podrían hervir el agua y deshacerse de la ventaja. Eso no era cierto. Había una necesidad real de algún tipo de ayuda, y la forma en que creíamos que podíamos ayudar era usar la ingeniería de software”, expresó.

La aplicación es la primera en su tipo en utilizar la geolocalización para dirigir a los ciudadanos a los recursos más cercanos en su área, incluyendo filtros de agua y áreas de recolección de pruebas, información de tuberías, análisis de sangre y dónde obtener agua limpia.

La crisis de Flint comenzó en 2014, cuando la ciudad de cien mil habitantes ubicada a 75 millas al norte de Detroit, dejó de recibir agua potable del sistema de distribución de esa urbe industrial y comenzó a abastecerse del contaminado río Flint.

Según estudios de EPA, esa agua no fue tratada adecuadamente lo que provocó la corrosión de las cañerías y por consiguiente la contaminación con altos niveles de plomo en el agua que llega a los consumidores, que llevó en 2016 al entonces presidente Barack Obama a declarar el estado de emergencia.

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