Trump escoge al juez conservador Neil Gorsuch para el Tribunal Supremo, a la medida de Scalia
Trump dice que Gorsuch tiene un currículo “extraordinario” y reúne todas las cualidades que requiere el cargo en el Tribunal Supremo
WASHINGTON.- Blindándose contra el posible bloqueo de la oposición demócrata, el presidente Donald Trump nombró este martes al conservador Neil Gorsuch como un juez vitalicio en el Tribunal Supremo, muy a la medida del fallecido juez Antonin Scalia.
Desde el Salón Este de la Casa Blanca, Trump afirmó que Gorsuch, de 49 años, tiene un currículo “extraordinario” y reúne todas las cualidades que requiere el cargo en el Tribunal Supremo, que determina la legalidad de todos los asuntos de la vida nacional.
“El juez Gorsuch tiene destrezas legales sobresalientes, una mente tremenda”, y merece apoyo bipartidista en el Senado, dijo Trump sobre el juez federal del décimo Circuito de Apelaciones en Denver (Colorado).
Gorsuch “tiene un intelecto espléndido, una educación legal sin par, y un compromiso para interpretar la Constitución con apego al texto. El será un juez increíble en cuanto el Senado lo confirme”, prometió.
Trump hizo el anuncio ante familiares, asesores, aliados republicanos, y la viuda de Scalia, fallecido súbitamente en febrero de 2016, y aseguró que el proceso de selección del juez vitalicio “ha sido el más transparente y el más importante” en la historia de EEUU.
“Estoy muy agradecido esta noche por mi familia, mis amigos y mi fe. Estas son las cosas que me mantienen centrado” en los altibajos de la vida, dijo, por su parte, Gorsuch.
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¿Quién es Gorsuch?
Originario de Colorado, Gorsuch es el juez más joven en ser nombrado al cargo en al menos dos décadas, y fue educado en las prestigiosas universidades de Columbia y en la Facultad de Leyes de Harvard, donde se graduó con honores, y también obtuvo un doctorado en filosofía en la Universidad de Oxford, en Inglaterra.
En 2006, fue confirmado a viva voz en el Senado en 2006 para su cargo actual, y ha sido alabado por los conservadores por su estricta interpretación de la Constitución, similar a la de Scalia.
Según un blog del Tribunal Supremo, Gorsuch comparte varias posturas con el fallecido Scalia: se ciñe al texto de la Constitución; tiende a favorecer a los acusados en casos criminales, y apoya la libre expresión religiosa en sitios públicos, entre otros elementos. También son conocidas sus posturas contra el suicidio asistido.
Las dudas de los latinos
En declaraciones a este diario, César J. Blanco, director político del grupo “Latino Victory” y representante estatal en Texas, dijo que los demócratas deben “proteger los valores estadounidenses” y someter a Gorsuch a un “duro escrutinio” debido a la magnitud del nombramiento.
“Le vamos a urgir a los demócratas a que obstruyan su nombramiento”, si Gorsuch no da garantías de que protegerá los derechos y valores de EEUU, precisó.
Según Blanco, a los grupos latinos progresistas les preocupa parte del historial de Gorsuch, quien en el pasado se ha opuesto a los derechos reproductivos de las mujeres y a los derechos de los trabajadores, y ha tomado posturas “preocupantes” sobre temas raciales.
Por su parte, Marielena Hincapié, directora ejecutiva del Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC), urgió al Senado a que examine el historial de Gorsuch, porque el juez tendrá la obligación de frenar los excesos de la Administración Trump y políticas que violen la Constitución.
Trump había estudiado a una veintena de candidatos, según fuentes allegadas al proceso de selección, pero al parecer la lista no incluyó a jueces latinos.
La lista corta incluyó a Thomas Hardiman, juez del tercer Circuito de Apelaciones en Filadelfia (Pensilvania), y Bill Pryor, juez del onceavo Circuito de Apelaciones en Atlanta (Georgia). Este último fue criticado por los conservadores por apoyar el dictamen en 2011 en el caso “Glenn v. Brumby”, que protege a los trabajadores transgénero de la discriminación laboral.
¿Qué harán los demócratas?
Gorsuch tiene que ser confirmado por el Senado, donde los demócratas han prometido bloquear su voto por considerarlo un “ideólogo derechista”.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, expresó “serias dudas” sobre el historial de Gorsuch, y dejó en claro que exigirán un debate “exhaustivo, robusto e integral” sobre si en realidad merece ser el noveno magistrado en el Tribunal Supremo.
“Ahora más que nunca, necesitamos a un juez del Tribunal Supremo independiente, que evite la ideología, que preservará nuestra democracia, que protegerá los derechos fundamentales” y desafiará a Trump si es necesario, explicó Schumer.
En la actualidad, los republicanos tienen 52 de los 100 escaños en el Senado, y las reglas parlamentarias exigen un voto de al menos 60 para aprobar a Gorsuch en el cargo.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, no ha dicho si su bancada cambiará las reglas parlamentarias para facilitar la confirmación de Gorsuch.
La Casa Blanca y los republicanos en el Congreso han criticado el “obstruccionismo” de los demócratas, y éstos replican que el juez nominado por el expresidente Barack Obama, Merrick Garland, nunca tuvo siquiera una audiencia en el Senado.
“Imposible oponerse”
Poco después del anuncio, la Casa Blanca distribuyó una hoja con 15 artículos de prensa repletos de elogios a Gorsuch, describiéndolo como un candidato al que sería “imposible oponerse”.
Entre los elogios a Gorsuch figuró el que hiciera el entonces senador demócrata de Colorado, Ken Salazar, en 2006 ante el Comité Judicial del Senado, cuando éste se sometió al proceso de confirmación como juez federal. En esa ocasión, Salazar lo describió como alguien “inteligente” y con una “impresionante carrera legal”.
Afuera de las escalinatas del Tribunal Supremo, decenas de activistas de grupos progresistas gritaban consignas contra Trump y contra el nombramiento de Gorsuch.