Charles Oakley y James Dolan firman la paz gracias a Michael Jordan
El exastro de la NBA y el comisionado de la liga se reunieron con estos personajes, en donde ambos se disculparon por su mal comportamiento
Una vez más, la figura del legendario Michael Jordan, ahora como dueño de los Hornets de Charlotte, y la autoridad del comisionado de la NBA, Adam Silver, fueron claves en la solución del enfrentamiento y escándalo que protagonizaron en el Madison Square Garden el propietario de los Knicks de Nueva York y el exjugador Charles Oakley.
Tras el incidente ocurrido la pasada semana con arresto incluido de Oakley y la prohibición por parte de Dolan a que el exjugador de los Knicks volviese a entrar en el recinto del Madison Square Garden, el comisionado Silver reunió a ambos en sus oficinas de la NBA, en Nueva York, y les dijo que lo sucedido no ayudaba para nada a la imagen de los Knicks, ni mucho menos a todo el baloncesto profesional.
Lo anterior lo hizo en presencia de Jordan, gran amigo de Oakley, a pesar que fueron grandes rivales durante la etapa profesional de ambos, que asistió a la reunión por teleconferencia.
El mensaje, tanto de Silver como de Jordan, fue que el dueño de un equipo con la trayectoria histórica de los Knicks y un jugador de la clase y protagonismo que tuvo dentro de la franquicia neoyorquina no podían mantener la situación en la habían incurrido ambas partes.
De hecho, ante Jordan y Silver, tanto Dolan como Oakley reconocieron que su comportamiento no fue el mejor y que el arresto que sufrió el exjugador no dio la mejor imagen de la NBA a través de todo el mundo.
Ambas partes se reconciliaron rápidamente, ante la conversación que Dolan y Oakley mantuvieron en grupo con Jordan y Silver, que de acuerdo a fuentes cercanas a la liga, su aportación fue la de mostrar a los enfrentados que a través del diálogo y la buena voluntad, se podían superar los problemas que pudiesen existir en la relación.
Jordan tuvo a Oakley de compañero con los Bulls de Chicago, donde establecieron una gran amistad, porque el segundo siempre protegió y apoyó al legendario jugador, tanto dentro como fuera del campo, hasta que fue traspasado a los Knicks.
Oakley, en la franquicia neoyorquina, hizo lo propio que con Jordan al tener de compañero a la estrella del equipo, el expívot Patrick Ewing, con quien consiguió que los Knicks disputasen las Finales de la NBA.
Además, Oakley se convirtió también en uno de los jugadores más queridos y apoyados por los fanáticos de los Knicks desde que llegó en 1988 hasta que salió del equipo en 1998.
Aunque Dolan, presidente del Madison Square Garden, anunció el pasado viernes que Oakley no podría ingresar de nuevo. Su declaración se produjo el viernes, dos días después de que el ex ala-pívot se enfrascó en un altercado con personal de seguridad, todo cambió tras la reunión.
Como resultado, ya es oficial que Oakley volverá a tener acceso al recinto del Madison Square Garden y que lo hará además, en algún momento, como invitado de honor de Dolan, a quien con anterioridad ha criticado con dureza por la gestión que ha realizado al frente del equipo.
También se espera que ambas partes pueden pedir disculpas a los aficionados neoyorquinos por el espectáculo poco edificante que protagonizaron y comenzar una nueva etapa más positiva para todos.
Lo que si lograron Jordan y Silver es que tanto Dolan como Oakley consiguiesen limar las diferencias que tenían, que estableciesen el nuevo punto de partido de lo que deberá ser a partir de ahora la nueva relación y todo debe marchar por el buen camino.
Se espera también que en el tradicional Fin de Semana de las Estrellas, que se va a celebrar en Nueva Orleans a partir de este viernes ayude a calmar los ánimos y vuelva a reinar la buena imagen que tanto necesita la NBA a la hora de vencerla a través de todo el mundo.
De ahí la importancia de la presencia de legendario Jordan, que también tendrá cosas que decir durante el Fin de Semana de las Estrellas, que en principio se tendría que estar celebrando en Charlotte, pero que la NBA decidió cambiar de sede al no haber modificación en una ley estatal que limita la protección contra la discriminación de lesbianas, homosexuales y transexuales.
El gobierno estatal de Carolina del Norte no hizo cambios en la ley que se conoce como anti “LGBT” y la NBA cumplió su promesa de quitarle la sede a Charlotte.