Pedro Pascal explica cómo se triunfa en Hollywood con un nombre hispano y sin acento
El actor asegura que ser latino le ha supuesto al mismo tiempo un obstáculo y una ventaja
El actor Pedro Pascal llegó a Estados Unidos siendo tan solo un bebé junto a sus padres, refugiados políticos que abandonaron Chile huyendo del régimen de Pinochet y que criaron a sus hijos como ciudadanos del país que les había dado una segunda oportunidad.
A pesar del acento que utilizó para el personaje de Oberyn Martell en la serie que le dio la fama a nivel internacional, ‘Juego de Tronos’, él habla un español y un inglés perfectos al haberse criado como estadounidense, una habilidad que, sin embargo, no ha impedido que se haya visto encasillado a nivel profesional.
Irónicamente, mientras otros de sus compañeros de profesión no lograban acceder a determinados personajes por su acento, en el caso de Pascal el problema era que no tenía uno a pesar de su nombre y apellido claramente hispanos.
“Ser latino y actor ha supuesto a un mismo tiempo un obstáculo y una ventaja únicas. En el cine y la televisión hay un estereotipo de cómo se representa a los latinos que puede resultar muy contradictorio al compararlo con el mundo latino. Cuando no encajas en la visión estereotipada que se tiene de alguien llamado ‘Pedro’, puede resultar más complicado navegar [por esta industria], pero creo que eso es algo que está cambiando”, explica el atractivo intérprete en un vídeo realizado para ‘America with Jorge Ramos’.
Aunque a él mismo se le hayan cerrado muchas puertas por ser o demasiado latino, o demasiado poco, su visión sobre el futuro es bastante optimista.
“Estamos lejos de alcanzar una diversidad que represente el mundo en que vivimos, pero es agradable presenciar momentos de éxito con películas como ‘Moonlight’ y series como ‘Narcos’, que reúnen un elenco multilatino de toda Sudamérica y Latinoamérica”, afirma sobre la ficción de Netflix en cuya tercera temporada volverá a interpretar a un agente de la DEA en la Colombia de finales de los 80, un papel hecho a su medida y que cumple su principal condición a la hora de elegir proyectos: “No voy a dejar que me encasillen”.