NYCHA perdería al menos $35 millones en fondos federales
La administración de vivienda pública recibió un documento federal anunciando recortes de 5% en su presupuesto
Los recortes presupuestarios anunciados por la administración de Donald Trump tienen preocupada a la Autoridad de Vivienda de Nueva York (NYCHA). Según esa oficina, la Ciudad dejaría de recibir al menos $35 millones en fondos federales, lo que podría impactar de manera directa la calidad de vida de los residentes que se benefician con los programas de viviendas públicas.
Se trataría así del primer gran recorte presupuestario ejecutado durante la gestión de Trump y el mayor de los últimos cinco años. Sin embargo, la disminución de los recursos podría ser incluso mayor y alcanzar los $150 millones, según le indicó al Wall Street Journal, la presidenta de NYCHA Shola Olatoye.
“La dirección en la que nos estamos moviendo es una en que las viviendas públicas son radicalmente diferentes o no existen”, dijo Olatoye.
Los edificios residenciales públicos de la ciudad de Nueva York son el hogar de más de 400,000 personas de escasos recursos, lo que convierte a la oficina que los administra en una de las más grandes del país. NYCHA depende principalmente del financiamiento federal: $2,000 de los $3,200 millones que necesita para funcionar vienen del Departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano (HUD).
Olatoye aseguró que un recorte como el que se avizora no sólo perjudicaría el progreso que se ha logrado en la Ciudad en los últimos tres años, sino que “se evaporaría”.
El 26 de febrero, NYCHA recibió un documento desde el Gobierno federal en el cual se informaba que el corte presupuestario alcanzaría un 5%, lo que sorprendió a las autoridades locales que esperan una disminución de un 3%.
Las personas beneficiadas con las viviendas públicas de la Gran Manzana ya habían manifestado a El Diario su preocupación por estas medidas. “Sería una catástrofe si nos quiten las ayudas federales”, dijo en enero Rubí Guarín, quien vive en uno de los proyectos de la avenida Columbus y la calle 105, en Manhattan. “Aquí hay muchas personas mayores que dependemos de esto, porque no tenemos nada más para poder vivir”, concluyó la mujer de 75 años.