Demócratas y varios Estados intentan frenar nueva veda a inmigrantes musulmanes

La nueva versión también ha generado el rechazó unánime de grupos cívicos y religiosos, y defensores de los derechos humanos, además de demandas en los tribunales.

WASHINGTON.- La nueva veda contra ciertos inmigrantes musulmanes y refugiados entrará en vigor el próximo jueves, pero líderes demócratas del Congreso y varios gobiernos estatales trabajan contrarreloj para frenarla de inmediato.

Al igual que con la primera orden ejecutiva que emitió el presidente Donald Trump el pasado 27 de enero, la versión modificada, difundida el pasado 6 de marzo, ha generado el rechazó unánime de grupos cívicos y religiosos, y defensores de los derechos humanos, además de demandas en los tribunales.

La nueva orden ejecutiva, que entrará en vigor el próximo 16 de marzo, impone una moratoria de 90 días al ingreso a EEUU de inmigrantes de Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y el Yemen, y una veda por 120 días a refugiados de todo el mundo.

La medida ejecutiva prohíbe la entrada de cualquier refugiado cuya visa no había sido aprobada, y la Administración Trump explicó que el objetivo es fortalecer el proceso de revisión de todo solicitante de visas, para así evitar el ingreso a EEUU de presuntos terroristas.

Trump eliminó de la lista a Irak porque su gobierno considera que Bagdad ha tomado medidas para fortalecer la revisión de solicitantes de visas, y se ha comprometido a estrechar la colaboración con EEUU en la lucha contra el terrorismo internacional.

La medida no afecta a residentes legales ni a personas que ya tenían visas aprobadas, pero los demócratas aseguran que ésta sigue siendo una veda discriminatoria.

Un grupo de 37 senadores demócratas, liderado por la senadora californiana, Dianne Feinstein, presentó el lunes un proyecto de ley para eliminar la nueva veda a musulmanes y la suspensión del programa de refugiados.

“La orden ejecutiva discriminatoria del presidente Trump no es para fortalecer nuestra seguridad nacional. Es un esfuerzo transparente para cumplir con su promesa electoral de implementar una ´veda a musulmanes´”, dijo Feinstein en un comunicado.

Sin embargo, los demócratas son minoría en el Senado y es muy probable que no consigan los votos para la aprobación de su iniciativa.

Mientras, el estado de Hawaii fue el primero en la nación en impugnar la nueva orden ejecutiva, argumentando que ésta perjudicará al turismo y los negocios en la isla, y deberá presentar sus argumentos mañana, miércoles en un tribunal federal.

Otros estados como Nueva York, Oregon, Washington y Massachusetts también han presentado demandas judiciales.

El Centro Nacional para Leyes de Inmigración  (NILC, en inglés), también acudirá a los tribunales mañana para bloquear la medida “discriminatoria”.

Como parte de su campaña mediática, NILC explicó en Twitter, mediante algunos ejemplos, a quiénes afecta la  orden ejecutiva, en unos momentos en que la crisis de refugiados en Siria  no tiene visos de solución.

Mary Meg McCarthy, directora ejecutiva del Centro Nacional para Justicia Inmigrante (NIJC, en inglés), dijo que la primera orden ejecutiva de Trump ya era una “mala idea” y la versión modificada sigue siendo “injusta” e inoportuna, en el marco de una “campaña de difamación contra refugiados y solicitantes de asilo”.

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Congreso EEUU Inmigración Justicia musulmanes refugiados

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