Usan perro como ‘mula’ para traficar heroína en el JFK
Autoridades encuentran la droga valorada en $1 millón dentro de la jaula del animal enviado desde Puerto Rico
El ingenio de los traficantes de drogas sorprendió nuevamente al Departamento de Policía (NYPD). Esta vez contrabandistas usaron la jaula de un perro para intentar ingresar al país, desde Puerto Rico, 22 libras de heroína, valorada en aproximadamente a $1 millón.
El can de un año, llegó el 24 de marzo en un avión al aeropuerto John F. Kennedy y en un fondo falso en la jaula escondía 10 paquetes de la droga. Dos hombres fueron arrestados por el delito cuando acudieron al terminal aéreo a buscar al animal. Los sospechosos fueron identificados como Samuel Seabrooks de 35 años de El Bronx y Carlos Betancourt-Morales, de 27, del condado Putnam en New York.
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Según la Fiscalía de Queens, ambos sujetos se reunieron en un restaurante de El Bronx el viernes pasado y luego abordaron vehículos separados para dirigirse al sector de carga de American Airlines Priority Parcel Services en el aeropuerto. Una vez ahí, Betancourt-Morales intentó retirar al perro del sector de encomiendas cuando fue detenido por la Policía.
“El mejor amigo del hombre fue usado en un intento de contrabando de drogas a la ciudad”, confirmó el fiscal de Queens, Richard Brown, en una declaración. “Los acusados conspiraron para traer la droga a la ciudad de Nueva York y a otros lugares”
Ambos sospechosos recibieron cargos por posesión de drogas y conspiración y se les impuso una fianza de $500,000, o $250,000 en efectivo, a cada uno. Además arriesgan una condena de hasta 20 años de prisión.
Este caso se da en un momento en que los afectados por sobredosis de heroína han aumentado en la Gran Manzana. “Las estadísticas demuestran que, desafortunadamente, la heroína ha vuelto a la ciudad de Nueva York y sus suburbios circundantes, con sobredosis fatales que incluso superan a los homicidios” afirmó Brown.
“Esta cantidad de heroína, cuando se distribuye en la calle, pone en peligro numerosas vidas e indudablemente contribuye a otros delitos”, concluyó el comisionado del NYPD, James P. O’Neill.