Pobres y xenófobos: millones votaron por Trump por odio a inmigrantes, según análisis
Estudio revela que esos votantes se consideraban "ajenos a su propio país"
WASHINGTON.- Si aún había alguna duda sobre la fuerza del voto anti-inmigrante en 2016, un análisis divulgado este martes la despeja: la mayoría de los blancos que votaron por el presidente Donald Trump siente nostalgia por la década de 1950 y culpa a los inmigrantes del “deterioro” del país.
El análisis de la encuestadora PRRI y “The Atlantic” dejó en claro que entre los votantes blancos de la clase trabajadora pudo más la xenofobia y el sentirse “ajenos en su propio país” que las dificultades económicas tan citadas por otras encuestas el año pasado.
La nostalgia por la década de 1950, la creencia de que Estados Unidos está en “peligro de perder su identidad cultural”, y dudas sobre si vale la pena o no ir a la universidad fueron factores mucho más determinantes para su voto a favor de Trump.
Say US is in danger of losing its culture, identity:
— PRRI (@PRRIpoll) May 9, 2017
55% All US
68% White working class
41% White college educatedhttps://t.co/nAktDfkYKZ pic.twitter.com/lobLsGWX9s
A juzgar por el análisis, el abismo entre los republicanos blancos de la clase trabajadora y los de clase media no sólo es económico: los sentimientos de xenofobia, aislamiento y “discriminación” contra los blancos, fueron rechazados por los votantes con educación universitaria.
Nearly three-quarters (74%) of white college educated say they do *not* feel like strangers in their own country. https://t.co/nAktDfkYKZ pic.twitter.com/ANJ7FhgusZ
— PRRI (@PRRIpoll) May 9, 2017
El documento, con base en una encuesta hecha entre 3,043 votantes blancos entre septiembre y octubre de 2016, fue divulgado en unos momentos en que muchos partidarios de Trump le exigen que cumpla de una vez su promesa de construir un muro en la frontera con México.
Aún si tenían dificultades económicas -Trump insistió en la contienda en que éstos fueron “abandonados” por su antecesor, Barack Obama-, y sus experiencias eran similares a los de los negros e hispanos, el deseo de “proteger” al país de cualquier “influencia extranjera” fue lo que más motivó a millones de votantes a las urnas, según el análisis.
Es decir, la mayoría de los votantes blancos de la clase trabajadora añora un tiempo que no volverá, y no acepta que los hispanos y demás minorías han adquirido más presencia y poder en las últimas décadas.
En ese sentido, el principal ejecutivo de PRRI, Robert P. Jones, indicó que el eslogan de Trump de “recuperar la grandeza de EEUU” (“Make America Great Again”) captó “los miedos y ansiedades, y un profundo sentido de nostalgia por una época en la que los conservadores cristianos blancos percibían que tenían más poder e influencia”.
Los que apoyan la deportación de los inmigrantes indocumentados, o que creen que EEUU necesita ser protegido de “una influencia extranjera”, tuvieron más del triple de probabilidad de preferir a Trump.
Most (68%) of white working class say US way of life must be protected from foreign influence; 55% of public agrees. https://t.co/P2EwHxXsFz pic.twitter.com/aq1t9Kbjpt
— Robert P. Jones – Hidden Roots of White Supremacy (@robertpjones) May 9, 2017
Most (62%) white working-class Americans say growing number of newcomers from other countries threatens US culture. https://t.co/oiMKj7RjcX
— Daniel Cox (@dcoxpolls) May 9, 2017
El 62% de los encuestados ve un “peligro” en el creciente número de inmigrantes, mientras que un 59% cree que los indocumentados deben poder regularizarse si reúnen ciertos requisitos, en comparación con el 63% de la población en general.
Majority (59%) of white working class favor path to citizenship for immigrants living in US illegally. https://t.co/nAktDfkYKZ pic.twitter.com/W1Jj7joSkl
— PRRI (@PRRIpoll) May 9, 2017
La clase trabajadora blanca conforma el 33% de la población adulta en EEUU, y según un desglosado del análisis, el 43% vive en la zona central del país; el 71% se identifica con la fe cristiana; el 51% apoya al Partido Republicano, especialmente en el sur, y el 57% gana menos de $50,000 al año.
Pero el factor económico fue menos determinante que el cultural, ya que los votantes de la clase trabajadora que ven la educación universitaria como una “apuesta arriesgada” más que una “inversión en el futuro”, tuvieron el doble de posibilidades de votar por Trump.
Irónicamente, los que confesaron tener dificultades financieras dudaban de si Trump entendía bien los problemas de su comunidad, y fueron más propensos a votar por su rival demócrata, Hillary Clinton.