Ariadne Díaz confiesa que interpretar a ‘Estela Carrillo’ fue su mayor felicidad y su gran dolor
"Estaba yo sola con la bebé en la inmensidad del desierto y pensé: '¿cómo la gente se puede arriesgar así?'"
Ariadne Díaz está viviendo uno de sus mejores momentos de su vida personal como mamá de Diego, y en lo profesional, como protagonista de la telenovela de las 10/9 PM Centro de Univision, ‘La Doble Vida de Estela Carrillo’, que ha batido récords de rating.
En exclusiva hablamos con la actriz mexicana que nos cuenta por qué darle vida a Estela fue su mayor felicidad y también su mayor dolor. Además nos confiesa cómo fue separarse de su hijo para ir a trabajar.
Pregunta: ¿Qué te dejó interpretar a Estela Carrillo?
Ariadne Díaz: El personaje me ha dejado mucho cansancio porque es una historia muy fuerte… Me ha agotado no solo el cuerpo, sino el corazón, el alma, porque fue un proyecto que me comprometió todo de mi ser, y la verdad creo que fui muy afortunada de que una historia así haya llegado a mí… Tener la oportunidad de poder hablar de algo que siempre me ha podido mucho.
P: ¿Por qué?
AD: Personalmente siento una enorme admiración por todas las personas que arriesgan su vida de esta manera para venir aquí a buscar un mejor futuro para ellos, y para los suyos. A mí me deja una admiración más grande que la que ya tenía por toda esta gente, me deja un amor muy grande por mi país, por mi gente, por todos los que somos latinos. Cantaba yo varias canciones acerca de esto en la novela, y de repente no podía evitarlo que se me aguaran los ojos y se me hiciera un nudo en la garganta, porque sí son temas duros que nos llegan a todos, y sobre todo en un momento como este… Me gusta poder darle voz a un personaje así.
P: Todos tenemos una imagen, una historia o miles sobre lo que sufren los latinos indocumentados, pero haciendo este personaje, ¿qué te sorprendió o que no te imaginabas?
AD: Muchísimas cosas, todos tenemos esta imagen del desierto y de cruzar, por lo menos en las noticias o en algún relato de alguien, sin embargo grabarlo…. De repente en una escena todo el equipo se hizo a un lado para no salir, estaba yo sola con la bebé en la inmensidad del desierto y pensé: “¿cómo la gente se puede arriesgar así?”… Es tan fuerte la necesidad, tan grande el sueño y la necesidad de buscar una vida mejor, que esa escena a mí me impactó mucho. Yo sé que es ficción y sé que si a alguien le pido agua me traen, pero por un segundo tuve esa sensación de que fuera real y es abrumador. Siempre he sentido esta admiración y ahora muchísimo más.
P: Tu personaje no deja de cometer un delito por buscar un futuro mejor, y roba una identidad, ¿qué enseñanza te deja?
AD: Por supuesto, si bien es algo que hemos hablado mucho, infringe las leyes de muchas maneras, compra un ID falso, pero no es una persona que llegue a restar, al contrario, llega a sumar en la sociedad. Lo único que quería era trabajar para poder llevar dinero a casa, para poder vivir honradamente… Claro, lo hace del modo que Dios lo da a entender, para que en México, que la están buscando, crean que ya no estoy, que estoy muerta. Pero en la novela se ve como es una mujer que viene a sumar y esa es la realidad de este país… Nadie es de acá, muy poquita gente es nativa, es un país de inmigrantes enriquecido con la diversidad de tantos países. Lejos de ser una debilidad es una gran cualidad porque cuántas culturas tenemos, es algo maravilloso.
P: ¿Cómo hiciste para repartir tu tiempo entre la grabación y tu vida de mamá recién estrenada?
AD: Fue bien difícil porque él estaba bien pequeño cuando yo empecé con todo este proceso de las pruebas, y demás, tenía tan solo dos meses cuando surge la invitación a este proyecto ,y tenía 5 meses cuando comienzo de tiempo completo. Para mí fue muy duro el desprendimiento, pero uno hace sacrificios por su familia y ahora terminé y puedo estar con él… Mientras grababa tuve que aprender que ya no es como antes que llegaba, descansaba y miraba la tele. Ahora fue a cambiar pañales, jugar y a estar ahí, pero él ha sido lo más lindo que me ha pasado en la vida.