Formas inteligentes de financiar tu educación continua
Aprende cómo limitar el costo de un único curso por Internet o de un programa completo para graduados
Si te graduaste de la secundaria o de una carrera corta, los cursos de educación continua pueden ser una buena forma de complementar tu carrera, o de comenzar una nueva.
Las clases para adultos pueden ayudar a pulir las habilidades que ya tienes o ayudarte a agregar otras nuevas. Y esto puede aumentar tu valor como empleado o como candidato para un potencial empleo. También es una manera inteligente de prepararte para una segunda carrera o para ganar dinero extra cuando te jubiles.
La educación continua puede adoptar muchas formas. Pero, ya sea que se trate de una única clase por Internet o de un programa completo para graduados, no olvides hacer tu tarea para saber cómo la pagarás.
“Debes estar seguro de que el costo de la educación continua no descarrile tu situación financiera general”, dice Andrew Rafal, presidente de Bayntree Wealth Advisors en Scottsdale, Ariz.
Aquí presentamos algunas sugerencias para que comiences:
Consulta opciones gratuitas por Internet. Si solo quieres estudiar algunos temas específicos, hay muchas clases gratuitas o a muy bajo costo por Internet. Hay docenas de buenas escuelas que ofrecen cursos con certificados por Internet en casi 1,000 temas diferentes a través del consorcio sin fines de lucro EdX, que fue creado por la Universidad de Harvard y el MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts. EdX también ofrece “micromasters” a nivel de graduados en programas tales como Inteligencia artificial, que dicta Columbia University y tiene un costo de $300 por curso.
Pídele ayuda a tu empleador. De acuerdo con la Fundación Internacional de Planes de Beneficios para Empleados [Foundation of Employee Benefit Plans], 83% de los empleadores públicos y privados encuestados ofrecen alguna forma de asistencia financiera para los empleados que desean seguir una educación continua para mejorar su conjunto de habilidades.
“Incluso aunque no exista un programa formal, vale la pena sentarte con tu gerente y el departamento de recursos humanos”, dice Kristin Pintarich, editora de “The Adult Student Guide to Survival and Success.” “Si eres un empleado valioso y estás buscando sumar aptitudes que ayuden a tu empleador, tal vez puedas negociar alguna ayuda.”
Una ventaja es que no tendrás que pagar impuestos sobre un máximo de $5,250 en beneficios anuales de educación que te brinde tu empresa.
Considera un plan 529 de ahorro para college. Si esperas volver a estudiar en 5 o 10 años, puedes abrir un plan 529 a tu nombre y crear un fondo que podrás aprovechar sin impuestos para gastos educativos que califiquen. Los fondos pueden usarse para cualquier gasto de educación superior a la secundaria. Esto significa que califican por igual 4 años de educación en la universidad, 2 años en el colegio comunitario, y gastos de entrenamiento vocacional.
También puedes transferir el beneficiario de un plan 529 existente a tu nombre y aprovechar los fondos libres de impuestos. Rafal dice que un cliente con hijos jóvenes hizo esto recientemente para financiar su educación continua en psicología. “Sabemos que sus ingresos serán más altos con ese título, y en ese momento podrá depositar en el plan 529 los fondos que usó”, dice.
Elige la escuela que sea (financieramente) correcta. Ya sea que vuelvas a la escuela de tiempo completo o que solo tomes algunos cursos, el tipo de escuela que elijas puede marcar una gran diferencia en términos de cuánto pagas.
“Una escuela pública estatal ofrece una gran educación a la mitad de precio de una universidad privada”, opina el experto en financiación universitaria Mark Kantrowitz, editor de Cappex, un sitio de Internet que ayuda a los estudiantes a tomar decisiones sobre el proceso de solicitud universitaria.
Kantrowitz también recomienda que los adultos sigan la misma táctica que los estudiantes más jóvenes e indecisos: Toma algunos cursos en un centro de estudios comunitario para ver si realmente te gusta ese campo antes de comprometerte a encarar un programa público o privado más caro.
También puedes ahorrar dinero tomando cursos que son requisito previo en un colegio comunitario antes de transferirte. Solo debes verificar en el centro comunitario cuáles son los acuerdos para transferencia de créditos que tienen con las universidades de 4 años.
Pídele solo al Tío Sam. Si piensas usar los préstamos para estudiantes para financiar algún curso, los préstamos federales de Stafford (que ofrecen tasas de interés fijas y opciones flexibles de pago) son mejores que los préstamos privados para estudiantes (que, generalmente, tienen tasas variables). Por supuesto, debes tomar préstamos en forma responsable y estar seguro de que podrás devolverlos una vez que termines tus estudios.
Los adultos que se mantienen a sí mismos (independientes en el lenguaje del IRS) son elegibles para límites más altos en los préstamos de Stafford que los jóvenes que se consideran dependientes. Aun así, Kantrowitz resalta que tu objetivo debe ser devolver el préstamo en 10 años, o antes de jubilarte, lo que suceda antes. “Prolongarlo más de ese tiempo es un signo de que estás pidiendo prestado demasiado dinero”.
Obtén un crédito de impuestos federales. El crédito Lifetime Learning Credit ofrece una exención de impuestos de hasta $2,000 por año para gastos que califiquen. El crédito es por cada presentación de impuestos, de modo que si también tienes hijos en la escuela tu beneficio máximo es de $2,000 por año. Las personas solteras que tienen ingresos inferiores a $65,000 y las parejas casadas que tienen ingresos inferiores a $130,000 son elegibles para el Crédito de Aprendizaje de por Vida [Lifetime Learning Credit]. Un profesional especializado en impuestos puede ayudarte a determinar si eres elegible para otras exenciones para volver a estudiar, tales como el American Opportunity Credit y deducciones en la matrícula y los gastos.
-Carla Fried
Carla Fried es una escritora independiente que escribe sobre temas relacionadas con las finanzas personales en Consumer Reports. Se ha iniciado hace casi 30 años escribiendo sobre los fondos mutuos y 401(k), temas que entonces solo comenzaban a capturar a las audiencias de consumo masivo. Al reconocer que las emociones desempeñan un papel importante en el manejo de las finanzas, ella se interesa en el reto de planear metas a largo plazo, especialmente la jubilación.