El Concilio Nacional de la Raza cambia de nombre y se arma la controversia

La organización latina más grande del país se llamará "UNIDOS.us" y el cambio generó su buena dosis de críticas y cuestionamientos

La organización latina más grande del país, el Concilio Nacional de la Raza, anunció este lunes oficialmente el cambio del nombre que usó desde 1972, para bautizarse con el de “Unidos US” que, según su liderazgo, refleja “el compromiso de unir a todas las comunidades a través de Estados Unidos”.

“Tenemos que asegurar que nuestro nombre y organización evolucionen y sean relevantes para nuestra comunidad hispana, la cual sigue creciendo y cambiando“, dijo la presidenta de la organización, Janet Murguía, durante un discurso de cierre en su conferencia anual realizada en Phoenix, Arizona.

El cambio, sin embargo, no pasó sin controversia por parte de algunos observadores de la política de los latinos en Estados Unidos, quienes cuestionaron el objetivo del nuevo nombre y sugirieron que la organización se ha alejado de sus raíces históricas para estar más cerca del poder político y económico de Estados Unidos.

José Calderón, sociólogo de Pitzer College en Clairmont, California, dijo que la tendencia de algunos grupos y organizaciones ha sido la de “suavizar” sus nombres para hacerlos más aceptables a diversos intereses.

“Creo que el objetivo aparente es ser más incluyentes y tener más influencias, pero también es una forma de asimilación, quizá de ir hacia atrás en el progreso que hemos hecho como comunidad con una identidad”, dijo Calderón. “¿Cual es el objetivo? ¿Recabar más fondos al ser más aceptables a las corporaciones? ¿Posicionarse en el mundo político en vez de resistir?”

Calderón recordó el caso de Cecilia Muñoz, quien salió de NCLR para ir a trabajar en temas domésticos con el presidente Barack Obama, lo cual inicialmente se consideró un progreso para los latinos, pero Muñoz terminó participando en un gobierno que durante todo su primer período estuvo enfocado en deportar a la mayor cantidad posible de personas.

“El peligro es ceder y terminar aceptando políticas que son nocivas para la comunidad”, dijo el catedrático.

La unión hace la fuerza, alega Murguía

He aquí el mensaje que Murguía envió en español a sus afiliados y seguidores:

Algunos activistas de otras organizaciones latinas expresaron su satisfacción ante el nuevo nombre, indicando que es buena idea ser más incluyentes y tener una identificación más fácil para las nuevas generaciones.

“Es buena idea usar el concepto de unidad porque la comunidad se identifica de muchas formas diferentes”, dijo Dennis Montoya, director de LULAC Nuevo México.   LULAC es otra de las organizaciones latinas más antiguas del país, y su nombre significa “Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos”.

Otros indicaron que la historia y trayectoria de la organización, en asistir y promover a organizaciones locales en todo el país, así como empujar cambios políticos en Washington, permanece intacta.

Murguía agregó que el cambio en el nombre también ayudaba a incluir a otras comunidades en los objetivos de la organización. “Seguiremos creando oportunidades para abrir el sueño americano a todos, incluyendo la comunidad latina”, dijo Murguía al anunciar el cambio. 

La catedrática Jody Agius Vallejo, socióloga y profesora de la Universidad del Sur de California, dijo por su parte que las organizaciones comunitarias tienen que cambiar porque la comunidad latina en Estados Unidos también está cambiando, y deben mantenerse relevantes.

“En lo externo, hay jóvenes latinos, milennials que se han movido a la clase media y alta que creen que las organizaciones tradicionales tienen un enfoque muy estrecho entre ciertos grupos latinos”, dijo Agius Vallejo. “Desde el punto de vista externo, hay la visión de parte de muchos anglos blancos que sienten que su poder disminuye debido a la diversidad”.

¿Evolucionar o ceder ?

Mientras los aliados de la nueva “Unidos US” lo elogiaban como “una nueva era” para la organización,  los más críticos consideraron que abandonar el término “La Raza” correspondía a ceder ante la presión de grupos de extrema derecha que por largo tiempo habían usado el término para acusar a la organización de ser “anti-estadounidense” y “racista”.

“En mi opinión, perdieron ante la derecha”, dijo Gustavo Arellano, editor del OC Weekly y un conocido escritor de la columna “Ask a Mexican”, durante un intercambio en medios sociales.

Durante años, grupos de ultra derecha y origen nativista y anti latino han protestado contra la organización, llamándola “La Raza” y acusándola de “racismo” al revés y de quere llevar a la “reconquista” del suroeste por parte de los mexicanos, acusaciones extremas que sin embargo han tenido eco en la agenda de quien es hoy el ocupante de la Casa Blanca.

El cineasta Phillip Rodriguez, autor de documentales sobre el cambio racial y político de Estados Unidos para PBS, comentó por Twitter que “ceder ante la presión de los nacionalistas blancos es una forma de hacer más irrelevante a una organización comunitaria”.

Rodriguez sugirió que el nuevo nombre sería más aceptable para las “corporaciones que donan fondos a la organización” y dijo que el grupo quiere alejarse de su identidad mexicana para ser más “panamericana”.

Alberto Juarez, miembro fundador del Southwest Council of La Raza, la organización predecesora de NCLR, fundada a finales de los años 60, dijo a La Opinión que “la organización nunca debió convertirse en una ONG corporativa que existe para lograr la aceptación del establishment de Washington”.

“La idea era crear una organización que se convirtiera en fuerza de progreso para trabajar en zonas urbanas y rurales, donde los mexicanos y otros latinos intentaban avanzar”, dijo Juarez. “El término La Raza fue escogido para demostrar nuestro compromiso con la base y porque sabíamos que al usarlo reconocíamos las etnias y culturas de la comunidad latina más diversa. Me entristece que comprometamos nuestros principios a cambio del dólar”.

El historiador y profesor de Cal State Northridge, Rudy Acuña,  dijo a La Opinion que el cambio de nombre es “destructivo”  y que aunque siempre tuvo sus diferencias políticas con NCLR y su ex líder Raul Yzaguirre, “tienen una historia en la comunidad”.

“Otras organizaciones no han cambiado su nombre, MALDEF (Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y Educación) sigue llamándose MALDEF y ambas empezaron el mismo año y ninguna de las dos han sido radicales ya que desde el principio la Fundación Ford, que les da dinero, ha moderado sus políticas”, dijo Acuña. “No obstante, creo que MALDEF se ha mantenido más fuerte con respecto a sus principios, ha tenido mejor liderazgo”. 

Grupos anti latinos y medios pro Trump y republicanos que por años han atacado a NCLR por el uso de la frase “la raza”, indicaron que, para ellos, el grupo siguen siendo “racista”.

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