Maras condicionan al gobierno salvadoreño para reducir número de asesinatos
Las pandillas han visto diezmada su capacidad de mando por lo que presionan una "pacto" con el gobierno , dice jefe de la policía
SAN SALVADOR – Las pandillas de El Salvador incrementaron en los últimos días el número diario de asesinatos para forzar al Gobierno a pactar beneficios carcelarios a cambio de reducir las muertes violentas, dijo el director de la Policía, Howard Cotto.
El jefe policial señaló en rueda de prensa que entre el viernes y el domingo pasados el país centroamericano registró 68 asesinatos, unos 23 diarios, promedio que “rompe el esquema de la cantidad que veníamos teniendo”, de menos de 10 muertes violentas cada día.
“Son actos deliberados de estas estructuras criminales con el fin de generar presión al Gobierno, porque ellos han visto sin duda diezmada su capacidad de mando” por la “incomunicación” desde las cárceles bajo las medidas extraordinarias de seguridad aplicadas desde 2016, apuntó Cotto.
Explicó que otro factor que ha llevado a las pandillas a tratar de obligar al Ejecutivo de Salvador Sánchez Cerén a negociar son el incremento en las detenciones de “importantes cabecillas” y la muerte de algunos de ellos durante supuestos tiroteos con la Policía.
En febrero pasado, el secretario técnico del Ejecutivo, Roberto Lorenzana, aseguró que los pandilleros de la Mara Salvatrucha y del ala Sureños del Barrio 18 buscan dialogar y negociar con el Ejecutivo porque están “desesperados” ante las “medidas extraordinarias” que los tienen “arrinconados“.
Estas acciones incluyen el endurecimiento del régimen carcelario para los pandilleros y la creación de un comando elite de la Policía y el Ejército que da caza a las columnas armadas que escapan a la zona rural del país.
El Gobierno atribuye a las medidas extraordinarias una baja del 37% de los asesinatos en lo que va del 2017, pasando de 3.597 entre enero y mediados de agosto del 2016 a 2.259, en la actualidad, según cifras policiales.
Entre 2012 y 2014 las pandillas mantuvieron una tregua, que según reveló recientemente el ministro de la Defensa, David Munguía Payés, fue puesta en marcha por la administración de Mauricio Funes (2009-2014), aunque este sostiene que fue iniciativa de las “maras” y de la sociedad civil.
Un estudio realizado por el Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (Incide) sostiene que las pandillas recrudecieron su patrón de violencia entre 2010 y 2015 por el mayor control territorial que les permitió esa tregua.