Miedo a deportación: nuevo obstáculo en lucha contra la violencia doméstica

Inmigrantes víctimas temen reportar sus casos y colaborar con las autoridades por miedo a ser deportadas, tras las recientes incursiones de ICE en las cortes de la ciudad

La Marcha de la Novias, que marca los 18 años de la muerte de Gladis Ricart, a manos de su ex-novio, en el dia de su casamiento.

La Marcha de la Novias, que marca los 18 años de la muerte de Gladis Ricart, a manos de su ex-novio, en el dia de su casamiento. Crédito: Mariela Lombard | El Diario

El miedo a la deportación marcará este año la Marcha de las Novias para crear conciencia sobre la violencia doméstica, que se realiza cada 26 de septiembre en el Alto Manhattan en memoria de Gladys Ricart, asesinada en Nueva Jersey por su exnovio Fernando García el día de su boda, en 1999.

Las nuevas políticas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), incluyendo las estrategias de arresto en las cortes, vulneran aún más a las víctimas y sobrevivientes de la violencia doméstica, ya que las prácticas de la agencia federal están inhibiendo la denuncia y la colaboración con las autoridades, según indicaron defensores y activistas.

La Marcha de las Novias busca arrancar el velo de miedo que cubre el rostro de las víctimas, y su poderosa consigna este año implica más que crear conciencia. “Queremos que ICE pare de violentarnos”, dijo Luisa Flores, quien participa cada año. “Es hora de que ICE deje de golpearnos con sus amenazas de deportación, con sus arrestos en las cortes y con sus políticas antiinmigrantes”.

Un ejemplo de esta trágica doble realidad es el caso de María Guadalupe, quien toleró años de violencia doméstica y también de esclavitud sexual, y ahora vive con miedo de denunciar a su agresor por temor a ser deportada.

Su suplicio comenzó a los 18 años cuando se casó con un proxeneta de Tenancingo, Tlaxcala; el epicentro de la trata en México. El padre de sus dos hijos la inició en la prostitución en varias ciudades mexicanas antes de traerla a Queens. María Guadalupe tiembla y llora al recordar las palabras del hombre que decía ser su propietario: “No eres una persona, eres un negocio”, “si no me traes dinero entonces no me sirves, y lo que no sirve se va a la basura”, “acuérdate que tengo a tus hijos”.

Me golpeaba hasta dejarme inconsciente si no cumplía con la cuota diaria”, contó la víctima. Sus ojos reflejan terror cuando narra los detalles de las golpizas que recibía frente a los niños. Las cicatrices en su cuerpo son evidencia de la violencia, incluyendo una fractura en la nariz.

La falta de ayuda también la golpeó. La indiferencia y el silencio de sus vecinos fue la única respuesta a sus gritos de dolor, aseguró.

María dijo que el miedo es la cadena que le impidió liberarse a sí misma y a sus hijos durante los años de esclavitud sexual y abuso doméstico. Aún en la actualidad lleva a cuestas ese yugo. Como sobreviviente puede brindar información a las autoridades acerca de su verdugo y la presunta red de trata que su familia controla en México y la ciudad de Nueva York, aunque la amenaza de deportación la obliga a callar.

Sus dos hijos son beneficiarios de DACA, además, ella acumula varios arrestos por prostitución, el último en el vecindario de Astoria hace ocho años.

“No quiero ser perseguida por Inmigración, no quiero denunciar porque no hay una garantía de protección para mí y para mis hijos”, expresó María, originaria de Oaxaca. “Se que las autoridades buscan a la familia del padre de mis hijos, he visto sus fotos. Una vez quise llamar y no pude. Se me congeló la sangre. Yo no quiero a los agentes de Inmigración tocando mi puerta, no quiero volver a poner en riesgo a mis hijos”.

La madre logró escapar de su proxeneta cuando éste fue deportado al cruzar la frontera con otras víctimas de trata. María ha intentado reconstruir su vida en los últimos años. Aprendió a escribir y consiguió un trabajo en un salón de uñas, pero “todo está lejos de ser normal, porque hay heridas que no cierran”.

“Vivir con miedo no es vivir con dignidad”, dice con evidente tristeza.

Un retroceso en la lucha 

El temor a la denuncia de María Guadalupe no es aislado. Los defensores y activistas de diversas organizaciones coinciden en que las nuevas prácticas, estrategias y políticas de inmigración están poniendo en riesgo a las víctimas de violencia doméstica y de otros crímenes violentos, además de que inhiben la colaboración con las autoridades.

“Creemos firmemente que nuestros tribunales deben seguir siendo un espacio seguro, en donde todas las personas que colaboran con el sistema penal estén protegidas y no tengan que sopesar su compromiso y cooperación con las autoridades con el miedo a la deportación”, dijo Bryan Pacheco, portavoz de Safe Horizon, acerca de las recientes incursiones del ICE en las cortes de la ciudad. “Creemos inequívocamente que todos tienen derecho a vivir una vida libre de violencia sin importar su estatus migratorio. Mientras más familias y niños sientan que su seguridad se ve comprometida al cooperar con las autoridades, es más probable que permanezcan en ambientes peligrosos (…)”.

Pacheco dijo que la violencia doméstica sigue siendo un problema urgente, y destacó que, mientras otros delitos han disminuido en los últimos años, la violencia doméstica continúa en aumento.

En el segundo cuatrimestre de 2017, la Uniformada registró 48,025 reportes de violencia doméstica, incluyendo nueve asesinatos. Del total de casos, 120 implicaron violación y 1,976 una agresión grave.

En 2016, la ciudad de Nueva York registró 63 homicidios relacionados con el abuso doméstico, un incremento del 28.6% en comparación con 2015, cuando ocurrieron 49 homicidios. El 61.3% de las víctimas eran mujeres. La comunidad más afectada es la afroamericana, con el 51.2% de los casos, seguida por la hispana, con el 25.5%, de acuerdo con cifras de la ciudad.

“La violencia doméstica comúnmente no se denuncia porque la víctima puede temer represalias por parte del abusador y preocupaciones por la pérdida de ingresos o de vivienda, pero las víctimas indocumentadas son doblemente vulnerables, debido a la amenaza de deportación de ellos mismos o de sus seres queridos”, sentenció Pacheco.

Cecilia Gastón, directora ejecutiva de la organización Violence Intervention Program (VIP), dijo que el “terror es generalizado”, ya que las víctimas de violencia doméstica están más intimidadas por las acciones de ICE.

“Las nuevas prácticas de ICE sí representan un retroceso en la lucha contra la violencia doméstica, especialmente en cuanto a la denuncia. El mayor miedo en este momento es la deportación”, expresó Gastón.

Olivia Lapeyrolerie, vocera de la Alcaldía, enfatizó que las víctimas de violencia doméstica cuentan con el apoyo total de la Ciudad.

“El NYPD nunca preguntará acerca del estatus migratorio de un individuo que reporta un crimen o busque ayuda, y nunca actuará como un brazo de ICE. Nuestro objetivo es garantizar la seguridad de las víctimas y responsabilizar a los agresores”, expresó Lapeyrolerie.

Para denunciar:

Para reportar un caso de violencia doméstica puede llamar confidencialmente las 24 horas los siete días a NYC Domestic Violence Hotline al (800) 621-HOPE o (800) 621-4673. Los neoyorquinos también pueden solicitar ayuda legal gratuita llamado al 311.

La Marcha de las Novias

El evento inicia este martes a las 8:00 a.m. con un servicio religioso en Christ Church en el 4111 Broadway, en Washington Heights. A las 10:00 a.m. inicia la marcha por el sur de Broadway hacia El Bronx. Para ver la ruta completa pulse aquí.

En esta nota

denuncia deportaciones ICE tlaxcala Violencia doméstica NYC

Suscribite al boletín de New York

Recibe gratis las noticias más importantes de Nueva York diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain